Samuel Wood trabajaba como molinero en la Isla de los Perros de Londres, en el molino de Nicholas Fenton. Un día, al pasar junto a una de las ruedas de madera, una soga que llevaba sujeta a su muñeca con un nudo corredizo se enredó en uno de los engranajes.
Miller, atrapado y debido a la fuerza del mecanismo del molino, salió despedido por el aire. Cuando cayó al suelo y se recuperó del golpe sintió un ligero hormigueo en el hombro, sin dolor. Se dio cuenta de que no tenía brazo derecho cuando lo vio colgando del molino.
Cuando se recuperó del susto avisó a su hermano, que también trabajaba en el molino. Perdía sangre, pero no a borbotones. Caminó varias yardas, acabó desmayándose y finalmente fue trasladado a una casa, donde le aplicaron un remedio casero: mucho azúcar en polvo sobre la herida.
Las personas que le atendieron avisaron a un cirujano, que no se esperaba el panorama que encontró al llegar porque el mensajero estaba tan nervioso que apenas puedo darle indicaciones. Pensó que iba a encontrarse con un brazo roto, pero vio que no había brazo que arreglar.
El médico examinó la herida y no observó derrames ni apenas sangrado. Trabajo con las partes carnosas y con la piel de alrededor, cosió la herida lo mejor que pudo, colocó una venda, le dio a Wood un calmante y le dijo que descansara hasta el día siguiente.
Cuando amaneció, Miller fue trasladado al Hospital St. Thomas, donde le atendió otro cirujano, el doctor Ferne. Tanto el primer médico que le curó (no ha trascendido su nombre) como Ferne esperaban una hemorragia en la arteria subclavia, pero Wood seguía sin apenas sangrar.
Tras cuatro días con el mismo vendaje, y sin rastro de la temida hemorragia, Ferne comprobó que no había daños graves en las arterias, por lo que siguió aplicando vendajes y, a los dos meses, la herida de Wood se había curado por completo.
Todos estos datos los reunió John Belchier, el cirujano del primer tuit, que documentó el desmembramiento tras hablar con Wood, con su hermano, con el primer médico que le atendió, con Ferne y con mucha más gente. Le pareció un caso digno de estudio.
A todo esto, el brazo amputado de Wood, que quedó atrapado en el molino, se recuperó prácticamente intacto y se conservó en alcohol. Junto a otros cirujanos, Belchier lo estudió detenidamente y quedó aún más sorprendido.
PD: imagen dramatizada: no es el brazo de Miller.
El brazo mostraba la escápula fracturada de manera transversal, y el radio y el cúbito rotos por dos lugares. Belchier no pudo confirmar si los huesos se fracturaron antes de que el brazo fuera arrancado.
Pero lo que alucinó al cirujano fue el análisis de la arteria subclavia, que extrañamente no sangró tras el primer vendaje a Wood. Según escribió Belchier, la arteria se había seccionado tan 'perfectamente' que, al contraerse, quedó autosellada e impidió la hemorragia.
Tan impresionado estaba Belchier con el caso que llevó a Wood, y su brazo amputado, a una sesión presencial en la Royal Academy: "I've brought the man himself, and the arm, just as ’twas torn from his body, which has been kept in spirits ever since the accident happen’d", dijo.
Con tanta exposición, Wood tuvo su momento de fama social y se vendieron muchos grabados de su caso. Gracias al dinero que ganó con ello abrió una taberna en el Mile End, ya que trabajar en el molino sólo con un brazo, como que no... Y no se sabe mucho más sobre su vida.
Una curiosidad: aún se pueden conseguir algunos grabados originales sobre Wood y su brazo, que siguieron haciéndose años después. Aquí hay uno de 1820 por 40$, por si a alguien le interesa. amazon.com/severed-origin…
La exhaustiva documentación que publicó Belchier ha permitido que pase a la historia un caso extraño y afortunado. Lo más normal habría sido que, tras sufrir ese accidente, Wood hubiera muerto desangrado o por causa de posteriores infecciones.
Para más información sobre el caso de Samuel Wood, esta entrada del blog histórico sobre acontecimientos sucedidos en la Isla de los Perros del East End londinense es muy completa 👉 isleofdogslife.wordpress.com/2014/04/25/the…
Y hasta aquí el #hilo sobre el curioso caso del molinero Samuel Wood, su brazo amputado en un molino, y su asombrosa recuperación y el estudio de John Belchier.
Este mes de febrero se cumplen 25 años de uno de los fraudes científicos más conocidos de la historia reciente: la publicación en @TheLancet, luego retractada, del artículo de A. Wakefield que sugería un (falso) vínculo entre la vacuna triple vírica y el autismo.
El caso Wakefield, además de un ejemplo paradigmático de fraude científico, muestra bien cómo la desinformación se acompaña de intereses y puede generar cambios sociales relevantes, con percepciones y comportamientos infundados y potencialmente peligrosos.
Andrew Wakefield, un médico gastroenterólogo que trabajaba en los años 90 en el Hospital Royal Free de Londres, llevaba tiempo investigando el origen y desarrollo de diversas enfermedades inflamatorias, lo que empezaba a darle ciento nombre entre la comunidad científica.
Ha empezado lanzado el Madrid. 17-30 al final del primer cuarto. Difícil mantenerse así en ataque, pero es que en defensa también está apretando. El Barça trata de capear el vendaval a duras penas.
Descanso: 31-49 para el Madrid, que sigue enchufadísimo. Hanga, on fire. Todos sumando. Ha pasado por encima del Barça, que al menos está vivo y que, imagino, saldrá a tope en el tercer cuarto mordiendo cada balón.
A falta del último cuarto el Madrid está 23 arriba en el Palau: 51-74. El Barça necesita 10 minutos casi perfectos y que el Madrid se venga abajo de manera casi estrepitosa. Partidazo blanco hasta el momento.
Hay una enfermedad, que afortunadamente afecta a muy poca gente, que te puede matar si te duermes: el síndrome de hipoventilación alveolar primaria, también conocido como Maldición de Ondina.
Imagen: John Waterhouse.
Una vez más, mitología y Medicina de la mano.
🧵 Va #hilo 👇
La hipoventilación alveolar primaria es un problema del sistema nervioso que puede producir un paro cardiorrespiratorio fatal durante el sueño. Se asocia a muerte súbita y la mayoría de casos se dan en recién nacidos: la prevalencia se estima en 1 caso cada 200.000.
¿Por qué se llama a esta enfermedad Maldición de Ondina? Según la mitología, Ondina fue una ninfa que renunció a su inmortalidad al enamorarse de un noble que le juró amor eterno.
Imagen: Ondina emergiendo de las aguas, obra de de Chauncey Bradley.
Esto es una pequeña tradición mía: cuando puedo, para un partido de basket o una peli, me enchufo un señor bocata de lomo con queso y una buena cerveza. Vamos a ello: empieza el Barça-Madrid de Euroliga.
Qué gusto da cuando Mirotic está on fire y se las juega. Y qué pocas veces pasa esto. Barça 16-Madrid 17 a falta de 2 minutos para el final del primer cuarto.
Final del primer cuarto: Barça 24-Madrid 19. Acaba un poco perdido el Madrid, que estuvo +7 al inicio, y bastante crecido el Barça. A ver cómo sigue esto. Yo, ya.
Ignaz Philipp Semmelweis fue un médico húngaro del siglo XIX que llegó a ser conocido como El salvador de madres. ¿Por qué recibió ese nombre? ¿Por qué su apellido dio nombre al efecto Semmelweis?
Va un #hilo con su (triste) historia. Spoiler: la higiene de manos salva vidas.
Semmelweis nació en Buda en 1818. Comenzó estudiando Derecho, pero se pasó a Medicina tras, parece, presenciar una necropsia, algo que le impresionó. Especialista en Cirugía y Obstetricia, en 1846 entró a trabajar en el Hospital General de Viena como médico ayudante.
A mediados del siglo XIX muchas mujeres morían tras dar a luz por culpa de la llamada fiebre o sepsis puerperal, una infección relacionada con la falta de higiene en la atención al parto. Todo esto no se sabía hace más de 150 años, pero Semmelweis lo intuyó…e hizo historia.