En este penúltimo #gamuhilo vamos a hablar de cómo resucitar una marca muy dañada, cómo reinventarla gráficamente y quién diseña cosas que vemos todos los días y a las que no prestamos atención.
Hoy hablamos de Metro de Madrid.
Desde su constitución, Metro de Madrid fue una empresa privada. Los accionistas eran algunos de los grandes bancos y personalidades aristocráticas, incluyendo al rey Alfonso XIII que aportó un millón de pesetas. La empresa pagaba sus ampliaciones y operación con los billetes.
Desde el principio, Metro este nombre como marca (aunque la empresa se llamaba Metropolitano Alfonso XIII) y usó como logo un rombo rojo con el nombre en azul. Digamos que un homenaje al metro londinense, el primero del mundo.
Pero tras la guerra civil la operación se hizo más cara y la explotación menos rentable. Recordemos que en esta época se crea Renfe, nacionalizando las líneas de ferrocarril privadas que las empresas habían abandonado.
En 1955, el gobierno de la dictadura promulga una ley por la cual el Estado se encargaría de construir (y pagar) las ampliaciones de infraestructura, y la empresa, de los trenes y de operarlas.
Sin embargo, esto no bastó. La empresa Metropolitano de Madrid cada vez estaba en peor situación económica. Su endeudamiento era enorme y no podía operar las nuevas ampliaciones que el Estado construía, que quedaban cerradas durante años.
[Interludio brandero: a finales de los 60, Metro cambia la proporción de su rombo y lo hace más ancho, con las proporciones actuales]
El caso es que en 1978 Metro perdía más de 500 millones de pesetas en solo seis meses. La compañía estaba quebrada.
Y efectivamente. El 7 de junio de 1978 el Estado interviene la compañía por Decreto Ley.
Metro de Madrid pasa a ser una empresa pública, dependiete del Ministerio de Comunicaciones y Transportes.
Como curiosidad, a los accionistas de Metro se les hizo el canje por acciones de Telefónica, por aquel entonces pública en su gran mayoría.
El Gobierno se encuentra con una compañía arruinada, con un servicio pésimo, malísima percepción por parte de los usuarios y graves problemas de mantenimiento e inseguridad, ya que como empresa privada no había podido hacer más inversiones que las puramente esenciales.
En 1979 se realiza un estudio con uno de los mayores target que puede haber: habitantes de Madrid mayores de 8 años, usuarios o no del metro.
La idea era renovar la imagen de un transporte público con fama de lento, sucio e inseguro.
Fruto de esta investigación, se pone en marcha en 1980 una campaña con famosos de la época como Carmen Sevilla o Manolo Santana.
El lema era "Metro, el medio de transporte de los años 80". Oye, que por aquel entonces era un lema futurista.
Como veis, en plena crisis del petróleo y aún con poca conciencia medioambiental, los argumentos que se usan son del coste de la gasolina y el ahorro de energía. Nada de contaminación.
Para los niños se realizaron tebeos, con guión y dibujos de Ventura y Nieto: "La fantasía viaja en Metro".
Y por supuesto, como esto no podía ser simplemente publicidad, también se llevaron otras acciones. Emisiones de obligaciones para cubrir deuda, contratación de vigilantes para acabar con los atracos...
...y contratación de más equipos de limpieza y campañas de civismo para lograr que las estaciones no estuviesen hechas un asco.
Pero uno de los mayores cambios llega en 1981, cuando Metro se plantea modernizar su identidad corporativa. Las cosas ahí abajo empezaban a cambiar y, como suele decir @jm_mir, un rebranding debe ser la imagen de un cambio, no solo un cambio de imagen.
Hasta los años 80, la señalización de Metro estaba inspirada en la del metro parisino. Carteles muy simples con tipografías en mayúsculas en color azul oscuro sobre fondo blanco.
Sin apoyo gráfico, código de colores ni explicación alguna.
En 1979 se encarga al estudio de Arcadi Moradell el Rediseño General de Imagen de Metro de Madrid. Es decir, aplicar el diseño a la resolución de los problemas de este medio de transporte.
El equipo comandado por Moradell visita los principales metros del mundo y replantea todo tipo de cuestiones, desde la navegación por las estaciones hasta la identidad visual de la empresa, pasando por los empleados y hasta los músicos.
En 1981 se lanza el primer plano esquemático de Metro. Por primera vez, cada línea tiene un color asignado fijo y las distancias geográficas ya no condicionan el plano, tal y como había hecho Henry Beck décadas atrás en Londres.
Fijaos que aún aparece con el logo antiguo:
También se pone en marcha un nuevo sistema de señalización que, con algunas evoluciones, es básicamente el que tenemos aún hoy, basado en carteles de cuatro colores: azul (navegación), verde (entradas y salidas), rojo (peligro) y gris (información adicional).
Que 40 años después nos parezca tan obvio y siga siendo fácil de entender y permanezca aplicado es símbolo de que es un buen diseño, sin duda.
La nueva imagen de este medio, junto a las mejoras en el servicio y las ampliaciones, hacen que por primera vez en más de una década vuelvan a aumentar los viajeros que usan el Metro.
La marca Metro resucita y vive un nuevo impulso. Incluso se pone en marcha una tienda oficial donde comprar merchandising con el logo. Algo impensable unos pocos años atrás.
Y es que como parte del proyecto de cambio de imagen, el logo del Metro se había hecho más contemporáneo, adoptando la tipografía Helvetica y abandonando las mayúsculas para ofrecer una imagen más amable.
La nueva imagen incluso se extendió a la calle. Nuevas placas de señalización de estaciones y nuevos pórticos (aunque estos duraron poco y se volvió al modelo clásico).
Las campañas de promoción del uso de Metro siguieron. Y se creó uno de los lemas más míticos de la compañía. El equivalente a "La chispa de la vida" de Coca-Cola, que se recuerda años después de haberse abandonado:
"Madrid, metro a metro".
Lema que dio título a un concurso de Telemadrid inspirado lejanamente por este medio de transporte.
La marca de Metro más adelante comenzó a asociarse a más cosas, buenas y malas: los planes de ampliación, ese título autoconcedido de "mejor metro del mundo", a recortes de servicio y subidas de tarifas.
Pero de lo que no cabe duda es de que a principios de los 80 se creó una revolución gráfica, se modernizó un servicio en quiebra económica y absoluto rechazo social y se comenzó a levantar una lovebrand icónica que está indisolublemente ligada a Madrid.
Si os ha gustado este hilo, podéis ayudarme a crear más de varias maneras:
Hace ahora 75 años nació una de las marcas más icónicas del país.
Un referente de la publicidad con algunos de los anuncios más premiados de nuestra historia.
Y una marca que ha sabido reconectar con su ADN.
Hoy, #gamuhilo sobre La Casera... ¡o nos vamos!
#colaboración
La Casera nace el 30 de mayo de 1949, cuando Félix Duffo González, con la ayuda de un préstamo de 300.000 pesetas, funda la empresa en el barrio de Tetuán, Madrid.
Pero su historia empieza mucho antes, porque la familia Duffo ya le daba a los refrescos.
Félix aprendió el oficio de su padre, Francisco Duffo, un francés que se dedicaba a la importación y exportación de materiales para la fabricación de bebidas carbonatadas, e incluso había sido embotellador de Coca-Cola con su empresa "Espumosos El Rayo".
Os voy a hablar de uno de mis elementos favoritos del @metro_madrid.
No son los trenes ni las estaciones. Se trata de algo que está tan presente que apenas lo vemos, pero que es un diseño magnífico: la señalización.
Y os voy a contar por qué este cartel es una genialidad:
Hasta los años 80 la señalización del metro de Madrid, que era una empresa privada, no estaba muy pensada para ser usable. Te indicaba salidas, destinos direcciones... pero de una manera muy básica.
En 1980, tras la desprivatización, se busca darle una nueva imagen al Metro, más moderna, y hacerlo más fácil de usar. El estudio del diseñador Arcadi Moradell diseña una nueva señalización que es la que, con algunos cambios, permanece hasta hoy.
¿Sabías que la gabardina de Colombo era de @Cortefiel_es?
¿Y que Tony Leblanc tenía otra igual?
Te lo cuento en este #GamuhiloRenombrado, en #colaboración con @BrandsofSpain 👇
"Colombo es el personaje más barato de vestir de la tele: siempre el mismo traje y gabardina, que además son míos" decía el actor Peter Falk.
¿Pero cómo llegó una gabardina Cortefiel al detective más despistado y famoso de la tele? Pues tenemos que ir al año 1880.
Los hermanos Felipe y Rufino García Quirós habían heredado una pequeña mercería en la calle Cádiz de Madrid.
Con el paso de los años, la empresa fue creciendo y se convirtió en unos almacenes de moda llamados Quirós, que en 1926 ya tenían tres sucursales en Madrid.
Quejarse de Madrid y de los madrileños se ha vuelto un meme en redes sociales. Y muchas veces con razón.
Hoy quería compensar hablando por un día de lo que me gusta (hace falta más positividad aquí).
Un hilo personal de cariño a Madrid 👇
Lo primero que me gusta de Madrid es que apenas hay épica.
Madrid es un lugar donde vivir y trabajar, ir al cine, hacer un picnic, comprar en el super.
No hay un gran mito fundacional, ni glorias, ni una historia de ellos contra nosotros o leyendas muy serias a las que honrar.
Bueno, sí, hoy tenemos una celebración que, si me preguntas a mí, es super épica: San Isidro, un santo que se iba a rezar mientras los ángeles labraban el campo por él.
No sé si llamarlo patrón del outsourcing o de la procastinación. Pero muy fan de Isidro.
Años 80. Una gran empresa española genera un proyecto donde perfiles diversos emplean design thinking.
¿Software? ¿IA? No.
La empresa es @Renfe y van a reinventar el transporte suburbano.
Hoy, #GamuhiloRenombrado sobre la creación de la marca Cercanías.
Con @BrandsofSpain ❤️
Durante los 70 y 80 las localidades alrededor de las grandes ciudades habían multiplicado su población. Miles de nuevos habitantes que necesitaban llegar a su trabajo cada mañana.
Pero nadie había pensado en comunicaciones.
Las carreteras no daban abasto. Los trenes, tampoco.
Tras unas protestas en las estaciones, Renfe se dio cuenta de que había que hacer algo. Y le encargó el proyecto al ingeniero Javier Bustinduy, al que nombran director de la división de Cercanías en 1988.
¿El objetivo? Reinventar los trenes de uso diario.
¿En qué marca piensas si grito MATILDEEE? ¿y si te digo que "alrededor del teléfono algo maravilloso va a pasar"? ¿o si hablamos de beepers?
Hoy, el #GamuhiloRenombrado es para una marca que cumple este mes 100 años: @Telefonica.
Como siempre, con @BrandsofSpain.
#publi
Telefónica se funda en 1924. Ya había teléfonos antes, pero eran redes locales que se unificaron bajo una misma marca. Por eso quizás su primer logo era una expresión del carácter nacional de la empresa: un mapa de España (físico, hasta se ven las cordilleras):
¿Os habéis fijado en un detalle? Esta primera versión del logo de la compañía no muestra Canarias. Esto es porque inicialmente la CTNE no tenía servicios allí. A partir de 1927 la red canaria se incorpora a Telefónica y comienzan a aparecer: