HILO: ¿Nacemos con una mente en blanco, vacía, como si fuera una tabla rasa? Este problema se ha resuelto hace mucho, pero todavía hay algunas personas que no conocen la respuesta y viven como si la mente, en efecto, fuera una tabla rasa. 
Los seres humanos también somos animales. Hemos evolucionado, prácticamente como todo organismo biológico, mediante un proceso de selección natural (junto a las otras selecciones como la sexual).
Básicamente, la selección natural favorece a los individuos mejor adaptados a un ambiente, entorno o situación específicos en su supervivencia y reproducción.
En un ambiente de depredación, por ejemplo, una gacela con unos genes que la hagan más rápida y más resistente tiende a escapar de los guepardos y otros depredadores y, por lo tanto, es seleccionada (sobrevive).
«Los genes para correr lentamente tienen más probabilidades de terminar en los vientres de guepardos, leones o leopardos, y en consecuencia, es menos probable que terminen en las futuras generaciones de gacelas.» (Cita de Richard Dawkins en Outgrowing God)
Aquí está la palabra clave: GENES. Los genes contienen las instrucciones y la información de y para hacer un individuo, como una receta de un pastel.
La primera línea de la receta del pastel nos dice que llenemos cuatro tazas de harina; la segunda, agregar el cacao en polvo… Y gracias a estas instrucciones, a la harina y a los procesos posteriores (también escritos en la receta), el resultado es un rico pastel de chocolate.
La primera línea de la receta biológica dice que un gen codifique un mensaje para construir una proteína. Y gracias a estos mensajes e instrucciones de los genes para hacer una proteína y a la cascada de procesos biológicos posteriores (también gracias a los genes), …
el resultado es que nuestra gacela puede escapar del guepardo, sobrevivir y quizá reproducirse.
Y aquí está la otra clave: la transmisión de esta receta y/o recetas —la transmisión de los genes— de padres a hijos. Si nuestra rápida y resistente gacela sobrevive, puede reproducirse y transmitir sus genes (sus instrucciones) a sus descendientes.
La selec. natural favorece a los individuos con genes (y expresiones epigenéticas) que los ayuden a sobrevivir. Por lo que estos rasgos tienden a permanecer en una población, justo lo que ha ocurrido con la velocidad y las habilidades de las gacelas para escapar de los guepardos.
🤔 ¿QUÉ TIENE QUE VER TODO ESTO CON LA PREGUNTA DE SI LA MENTE ES O NO UNA TABLA RASA?
Los seres humanos, como prácticamente todos los seres vivos, también enfrentamos muchos problemas de adaptación:
Problemas de regulación térmica (demasiado frío o demasiado caliente), evitar caídas desde grandes alturas, protegerse de extraños peligrosos, evitar o combatir depredadores o parásitos, ingerir alimentos que nos ayuden a sobrevivir y que no nos maten, etc.
Después están los problemas de apareamiento como, por ejemplo, seleccionar, atraer y mantener una buena pareja; también deshacerse de una mala; etc.
Luego están los problemas de la crianza: la lactancia materna, el destete, la protección de la cría, la atención de las diversas necesidades de las distintas crías, estrategias adaptativas para mantener vivas a las crías, etc.
Por si fuera poco, un individuo se enfrenta a los problemas familiares y sociales como, por ejemplo, invertir en los hermanos, en los sobrinos, en sus padres, en sus amigos, etc.
También están los problemas de hacer frente a los conflictos sociales; también el de defenderse de personas y grupos amenazantes; lidiar con las jerarquías de estatus social; y cientos o miles de problemas adicionales.
(Tomemos un descanso… Ok, continuemos.)
Inspirándome un poco en la frase de Carl Sagan de que «las afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria», los problemas específicos requieren soluciones específicas. Por lo tanto, numerosos problemas específicos requerirán numerosas soluciones específicas.
Al igual que los genes hacen posible que nuestra anatomía y fisiología tengan miles de mecanismos específicos para problemas específicos —p.ej., pulmones para absorber el oxígeno, corazón para bombear sangre y venas y arterias que la transportan, etc.—, ...
LOS GENES TAMBIÉN HACEN POSIBLE CIENTOS Y HASTA MILES DE MECANISMOS ESPECÍFICOS PARA NUESTRA MENTE.
Somos una máquina enteramente biológica, desde nuestros genes hasta nuestra anatomía y fisiología. No tenemos ni somos un alma. No somos un Buzzy.
Por lo tanto, la mente también es biológica (y física). La mente es un sistema complejo compuesto de muchas partes que interactúan en el cerebro, en especial las neuronas (las neuronas son biológicas y físicas).
La mente no es un orbe homogéneo inmune a los efectos de la biología (o de las leyes de la física), por lo que TAMBIÉN está sujeta a las marcas que la evolución ha dejado en nosotros a lo largo del tiempo. Toda máquina biológica lo está.
No somos un fantasma en la máquina; somos la máquina. Esta y toda máquina biológica necesita de unas instrucciones: nuestros preciados genes. Si no los necesitáramos, no seríamos una máquina biológica.
Una tabla rasa significa que la mente nace sin ningún mecanismo evolucionado. Pero dado que muchos —demasiados— problemas adaptativos diferentes no pueden resolverse a través de una tabla rasa o de unos pocos mecanismos, y dado que somos …
productos de la evolución por selección natural, la mente humana está formada por una impresionante cantidad de mecanismos psicológicos evolucionados que son fruto de las instrucciones de los genes.
La mente humana, como la mente de otras especies, ya nace con la configuración de nuestra mente, y ya sea dependiendo o no del entorno es que esa configuración puede expresarse, florecer y prosperar, o puede no expresarse o desaparecer.
Nacer con una mente sin instrucciones, o vacía, como una tabla rasa, no será algo favorecido por la selección natural que, en palabras de Charles Darwin, «está buscando cada día y cada hora por todo el mundo las más ligeras variaciones; rechazando las que son malas; conservando
y sumando todas las que son buenas; trabajando silenciosa e insensiblemente, cuandoquiera y dondequiera que se ofrece la oportunidad, [en] cada ser orgánico en relación con sus condiciones orgánicas e inorgánicas de vida.» (Charles Darwin, El origen de las especies)
La tabla rasa fue una visión atractiva. Pero «la Tabla Rasa no es un ideal que todos debiéramos rogar que fuera verdad. Muy al contrario, es una abstracción contraria a la vida y antihumana que niega nuestra humanidad común, nuestros intereses inherentes y nuestras
preferencias individuales. Aunque pretende festejar nuestro potencial, hace todo lo contrario, porque nuestro potencial procede de la interacción de unas facultades maravillosamente complejas, y no de una oquedad pasiva ni de una tablilla vacía.» (Steven Pinker, La tabla rasa)
No estamos necesariamente determinados genéticamente, pero sí estamos CONFIGURADOS genéticamente. No nacemos como tablas rasas.
Imagen: David Falter
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Imágenes: tubik.arts (izquierda) y Brnesh Berhe (derecha)
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