#Hilo 🧵🇫🇷Se cumplen 200 años de la muerte de Napoleón Bonaparte, el hombre que anheló dominar toda Europa. La muerte del conquistador estuvo envuelta en misterio por largos años y estos son los detalles de esa historia que algunos siguen sin aceptar. 
La historia muestra a Napoléon como un gran estratega militar, pero también como un megalómano que siempre tuvo en mente dominar todo el territorio que alcanzaba su vista. Murió cuando apenas tenía 51 años.
El principio del fin ocurrió en 1813 cuando tuvo que huir de Rusia. Una coalición de 5 naciones lo persiguieron hasta Francia. En 1815, la derrota en Waterloo y la traición de varios aliados lo colocaron ante la abdicación. En ese año fue desterrado a la Isla de Santa Elena.
Sus últimos años transcurrieron entre dolores de estómago y otros malestares. A la par trataba de urdir el regreso al poder.
El 5 de mayo de 1821, el conquistador murió, pero antes de hacerlo dejó una petición para que su cuerpo fuera sometido a una autopsia. El parte oficial fue que el estratega militar murió de cáncer en el estómago como le ocurrió a su padre.
En 1840, unos mechones de Napoleón que le fueron cortados unos días antes de su muerte, fueron analizados y se detectaron altas cantidades de arsénico. Se comenzó a correr la leyenda de que Bonaparte fue envenenado.
Las versiones del envenenamiento y el cáncer de estómago, discutieron por décadas. Hace algunos años, un nuevo estudio a reportes médicos, testimonios de familiares y empleados de Napoleón, determinó que el cáncer lo había matado.
Las investigaciones señalan que Napoleón elaboró con un doctor de la Isla de Santa Elena, un plan para ser llevado a Francia por sus dolencias y aprovechar esa ocasión para retomar el mando de las que consideraba sus tropas y revivir sus sueños de conquistador.
Sobre la presencia del arsénico, el estudio concluyó que la sustancia en los mechones era normal, ya que era muy usada a principios del siglo XIX. Para los seguidores del estratega, la versión del envenenamiento era más romántica.
Otro misterio que se diseminó por años sobre Bonaparte, fue que el fallido Emperador no murió en la Isla de Santa Elena y que fue sustituido por otra persona.
Incluso se dijo que vivió en Verona, vendiendo anteojos y que murió cuando intentó ver a uno de sus hijos que se encontraba en un palacio en Austria. Esta versión nunca fue documentada por los más aferrados seguidores de Bonaparte. ¿Ustedes con cuál se quedan? Final del #Hilo.
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