Thread by @MannelPerry

Pequeño hilo sobre cosas importantes

A veces el mercado juega a engañarnos. Hace de trilero. Nos oculta la información agitando cotizaciones.
Manipula rentabilidades para que nos pensemos dos veces si merece la pena o no.
¿Valdrá la pena comprar X si sólo da un 2.5%?

¿No lleva la empresa estancada demasiado tiempo? ¿No habrá gato encerrado?

El mercado hace su trabajo y nosotros debemos hacer el nuestro.
Lanzo ejemplo: Entre 1994 y 2006, Realty Income #O, aumentó el dividendo a un ritmo del 3.7% anual. ¿Tiramos cohetes? Desde luego que no.

Sin embargo, el yield medio durante esos 12 años se situó en el 7,5%. Ya parece que nos gusta más. El precio de la acción, durante esa década y pico fluctuó mucho, y llegó a perder un 30% entre el 97 y el año 2000. Sin duda, chungo de digerir.

Pero el inversor DGI también tiene sus cartas en esta partida con Mr. Market. No entra en pánico ni busca puntos de salida para minimizar pérdidas.

#O siguió pagando puntualmente, durante todos esos años, su dividendo mensual con exquisita puntualidad, lo que sin duda, aliviaba al inversor.
El inversor no tiene que hacer nada para obtener esos retornos.

La empresa, de una calidad que seguramente no les voy a descubrir yo ahora a ustedes, se encarga de eso. Trabaja para nosotros.

Y como Josh Peters dice en su libro, esto puede ser aún más maravilloso. Añadamos unicornios de colores al asunto, que da de sí.

En 1994 pudimos comprar 100 acciones por 856$, que pasados 12 años valían 1914$ (+10,3% anual)
Pero es que además, #O pagó 13,57$ por acción en esa franja de tiempo, por lo que una inversión de 856$ proporcionó 1357$ en cash.

Por lo tanto, nuestra inversión inicial de 856$ ya valía 3271$. Y aquí viene lo bonito de la película. Lo que nos pone. Si ese inversor hubiera reinvertido esos dividendos en más acciones de #O, habría transformado sus 100 acciones iniciales en 249

que tendrían un valor total de 6039$ y darían unos dividendos anuales de 378$, es decir, recibiríamos cada año el 40% de nuestra inversión inicial.

El mercado recompensó, en este caso, nuestra paciencia. Y los dividendos reinvertidos desde 1995, partiendo de 10.000$ hacen la mejor de las magias.

No hay atajos.
Empresas de calidad máxima. Equipos gestores honestos.
Políticas de retornos crecientes para los accionistas.
Fin del hilo.