#Hilo 🧵🌋 Se cumplen 41 años de la erupción del volcán Santa Helena, ubicado en el noroeste de Estados Unidos. El coloso simplemente explotó después de 123 años de silencio, provocando la muerte de 57 personas. Acá te contamos la historia. 
El coloso se ubica en el estado de Washington. Su más reciente actividad eruptiva quedó registrada 123 años antes de mayo de 1980. Como en muchas otras historias de desastres naturales, los expertos alertaron sobre la inminente erupción y muy pocos hicieron caso.
Dos años antes de la gran erupción del 18 de mayo de 1980, los geólogos advirtieron del incremento de la actividad tectónica y sísmica en la zona, por lo que llamaron a las autoridades para tomar las previsiones necesarias y evitar una tragedia.
Pasadas las ocho de la mañana con 30 minutos, del 18 de mayo de 1980, un sismo de 5.1 grados fue la primera alerta de que la erupción era inminente. En pocos minutos, en la ladera norte del volcán, se dio uno de los mayores deslizamientos de tierra de la historia.
Los expertos dijeron que la energía desatada por la erupción fue equivalente a 500 bombas atómicas como la arrojada sobre Hiroshima.
La furia del deslave se llevó por delante 200 casas, 47 puentes, 24 kilómetros de vías férreas y 300 kilómetros de carreteras, En total el volcán arrojó cuatro kilómetros cúbicos de material entre piedras y ceniza,
La erupción devastó más de 14.6 kilómetros cúbicos de zonas boscosas. Cultivos de trigo, manzanas, papa y alfalfa quedaron bajo el material arrojado por el Santa Helena. Se calcula que por el desastre murieron más de mil alces, 5 mil ciervos y 12 millones de salmones.
Sobre las personas fallecidas, cuatro de ellas eran geólogos encargados de alertar a la autoridad sobre lo que venía. Otros fallecidos eran lugareños y visitantes que le restaron importancia al llamado del gobierno para desalojar la zona.
‘Es más desolador que un pasaje lunar’, fue lo que dijo el presidente James Carter, al sobrevolar la zona devastada por la erupción. A pesar de la crisis, muy pocos habitantes originarios del lugar, lo abandonaron.
Por la erupción, un equipo del Servicio Geológico de EE.UU. pudo dar seguimiento a lo que ocurría, debido a que el acceso al Santa Helena no era tan difícil como en el caso de otros volcanes; se recopiló información vital para el estudio de los volcanes.
Con los años, el lugar de la erupción se convirtió en un atractivo turístico, lo que permitió recuperar la economía de los alrededores del Santa Helena que hace 41 años fue devastado por la furia de la naturaleza. Final del #Hilo.
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