En julio de 2014, un tipo llamado Jeremiah Heaton se cogió un avión con el que cruzó el Atlántico desde su Virgina Natal hasta Egipto.
Allí contactó con unos cuantos guías locales y tomó unas cuantas carreteras desierto hacia la frontera sur del país.
Iba en busca de un reino.
Pero el reino que buscaba Heaton no era un reino establecido en medio del Desierto de Nubia. Buscaba su propio reino.
Y lo encontró.
Una vez cruzada la frontera, Heaton plantó una bandera diseñada por su familia y declaró fundado el Reino de Sudán del Norte.
Una vez plantada la bandera, se autoproclamó Rey y, por tanto, su hija de siete años, Emily, era la nueva princesa de Sudán del Norte.
Está simpática niña yanqui con tiara que saluda muy regiamente.
En realidad, lo que hizo el bueno de Jeremiah no fue más que cumplir el sueño de su hija (que también es el sueño de unas cuantas otras niñas que han visto muchas pelis de Disney): ser una princesa.
La diferencia es que Jeremiah se lo curró bastante más que otros padres y no le bastó con comprarle un disfraz a la niña sino que, efectivamente, se fue hasta un rincón perdido y desértico de África a montar el tinglado.
La historia de la princesa Emily de Sudán del Norte salió en un montón de medios.
De hecho, aunque la cosa era un poco de broma, Heaton quiso abrir embajadas y acuñar moneda y toda la pesca.
Pero claro, ningún país reconoció a su reino como nación de pleno derecho.
Tampoco lo reconocieron ni Egipto ni Sudán, países con quienes hacía frontera el reino de Heaton.
Pero no es que Egipto o Sudán quisieran ese terreno para ellos. La cosa es que Egipto quería que ese trozo de desierto LO RECLAMASE SUDÁN, Y VICEVERSA.
¿Por qué? ¿Por qué quieren "regalar" un trozo de tierra al país vecino?
¿Qué pasa con ese lugar? ¿Es un lugar tóxico o radiactivo? ¿Es demasiado yermo?
Pues no. Ese trozo de desierto es el Triángulo de Bir Tawil y no es una anomalía radioactiva ni tóxica.
Es una anomalía geopolítica.
Para entenderla, tenemos que viajar hasta 1899, cuando se trazó la primera frontera entre Egipto y la futura Sudán.
En enero de 1899, el Reino Unido trazaron una línea JUSTO por el paralelo 22, separando Egipto del llamado "Sudán Anglo-Egipcio". Se suponía que el gobierno del nuevo país sería en parte era parte egipcio y en parte inglés, pero a todos los efectos era un protectorado británico.
Lo que pasa cuando se trazan fronteras tan arbitrarias es que se dejan por el camino realidades.
Resulta que al sur del paralelo 22 había una zona habitada por tribus Ababdas, de ascendencia egipcia (en rojo) y al norte había una zona cuyos habitantes eran sudaneses (verde).
Así pues, los británicos volvieron a trazar una nueva frontera administrativa (o sea, una frontera cultural de facto) que reorganizaba ambos territorios. El Triángulo de Hala'ib quedaba para Sudán y el Triángulo de Bir Tawil quedaba para Egipto.
Por supuesto, Hala'ib era más valioso que Bir Tawil porque, además de ser diez veces más grande, tenía salido al Mar Rojo.
En cambio, el Triángulo de Bir Tawil eran 2.000 km2 de pedrolos en medio del desierto.
Y ni siquiera es un triángulo, vamos anda.
La cosa se puso un poco tensa cuando Sudán se independizó en 1956 y Egipto llegó a mandar tropas a Hala'ib, en un intento por reclamar el territorio sudanés.
Sin embargo, las retiró pronto porque, a ver, ellos ya tenían un huevo de Mar Rojo y tampoco iban a montar el cristo.
En 1992, Sudán cedió a una empresa canadiense los derechos de explotación de las aguas territoriales de Hala'ib, a lo que Egipto dijo que una mierda pa vosotros, que Hala'ib no estaba oficialmente reconocido como sudanés y que a ver si os calmáis un poquito.
Como los canadienses pasaban del follones, decidieron retirarse de la zona. Y como Sudán tampoco estaba para fregaos, retiró sus tropas de Hala'ib en el año 2000.
Mientras tanto, Bir Tawil seguía a su rollo, ahí perdido, oficialmente egipcio pero sin que nadie le hiciese caso.
El asunto podría haberse quedado en este estado un poco absurdo.
Una Terra Nullius, una tierra de nadie bajo el abrasador atardecer del desierto nubio.
Pero no. Las cosas no se quedaron así.
En 2004 aparecieron unos cuantos yacimientos de petróleo en Hala'ib, así que, inmediatamente, el gobierno de Sudán corrió a reclamar el territorio apelando a la división administrativa de 1902.
Por supuesto, los egipcios hicieron los mismo pero apelando al paralelo 22.
Y por eso, PRECISAMENTE POR ESO, ambos países no solo no reclaman Bir Tawil, sino que lo reconocen como territorio del otro país.
Porque reconocer Bir Tawil implica que Hala'ib (y su suculento petróleo) pertenece al adversario.
🌟La magia de la geopolítica colonial🌟
Y por eso, Bir Tawil es la Terra Nullius definitiva. No solo es tierra de nadie, y ni siquiera es que sea una tierra que no quiere nadie.
Es que es una tierra cuyos vecinos quieren que la tenga el enemigo.
Y con estas cuatro imágenes que resumen muy bien el episodio de hoy, vamos a despedirnos de Nubia, del Trángulo de Hala'ib, del Reino de Jeremiah Heaton, de Bir Tawil y de #LaBrasaTorrijos de esta semana.
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(Es la hora de pasar la gorra!)
Nos vemos en un nuevo capítulo el próximo jueves a la misma hora.
Si os habéis quedado con ganas de viajar a más territorios improbables, todos los episodios de #LaBrasaTorrijos están archivados en mi tuit fijado, que es este hilo de hilos de hilos:
Paramount Vantage/Miramax Films, Jeremiah Heaton, Antiqua Print, Node ue, Noah Leshdem/Alasdair Pinkerton/into no mans land, AFP, Bing Maps y Google Maps/Google Earth.
#LaBrasaTorrijos se escribe en directo todos los jueves desde el soleado barrio de Villaverde.
(Fin del HILO 🇪🇬🏜️🇸🇩👑🛢️)
(Y en episodio de la semana que viene vamos a viajar a Basilea a conocer la joya de la corona de la arquitectura industrial).
LAS CODAS, SEÑORA, QUE ME LAS QUITAN DE LAS MANOS.
1. Heaton no es la única persona que se ha autoproclamado rey de Bir Tawill. En 2015, los rusos Dmitry Zhikarev y Mikhail Ronkainen plantaron la bandera rusa allí y reclamaron (un poco de broma también) el triángulo para ellos.
Y en 2017, el informático indio Suyash Dixit hizo lo propio con una bandera diseñada por él.
2. La "familia real" de Jeremiah Heaton nunca vivió allí ni estuvo allí (salvo el padre para la bandera).
3. Hala'ib sigue siendo un terreno en disputa, así que sus pozos, de momento, no están siendo explotados.
Yo diría que no deben ser excesivamente valiosos porque si no, el follón que habría montado sería fino. (Además, Sudán está en medio de una guerra con/en Sudán del Sur).
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¿Sabíais que hubo una vez una playa en pleno Manhattan, y además estaba al lado de las Torres Gemelas?
Y sin embargo, estaba prohibida la entrada y ni siquiera era una verdadera playa. Aunque eso no importó demasiado a algunos neoyorquinos.
Esta es la historia: Nueva York se ha destruido y reconstruido muchas veces. Una de las más profundas fue cuando derribaron 30 manzanas de Bajo Manhattan para poder construir el que sería el gran proyecto arquitectónico de los 70: las Torres Gemelas.
Pero las Torres no eran los únicos edificios que se levantaron en esa zona; también se amplió todo el frente fluvial del Hudson al oeste de la 11ª Avenida para construir la futura Battery Park City.
¿Y cómo lo hicieron, si allí no había tierra firme, solo el río? Pues además de tierra que trajeron expresamente, usaron todo el desmonte tanto de la destrucción del Bajo Manhattan como de las excavaciones del World Trade Center y la echaron sobre el lecho fluvial.
Pero había un problema, los planes de construcción de Battery Park City quedaron en suspenso durante más de tres años, así que en todo ese tiempo, lo único que había allí era una enorme extensión de arena junto al Hudson.
Sí, una playa.
Aunque estaba expresamente prohibido entrar, unos cuantos artistas y fotógrafos se colaron en el recinto vallado para tomar algunas de las fotos más irreales que haya ofrecido jamás la Gran Manzana: gente tumbada en la toalla con una sombrilla y los rascacielos justo detrás o gente jugando al voley-playa a la sombra de las Torres Gemelas.
Desgraciadamente, a principios de los 80, los edificios de Battery Park City comenzaron a construirse y el sueño de una playa en Manhattan se esfumó para siempre.
Aquí una foto en color de la playa efímera con las Torres de fondo...
Y otra foto de las Torres en construcción, con el relleno para Battery Park City.
Es alucinante LO CERCA que estaban las Torres del Hudson.
Esto es un refugio alpino en los Dolomitas, a 2760 m. de altitud.
No, no tiene otro acceso y no sé sabe con exactitud quién lo construyó ni cómo lo hizo porque pertenece a uno de los episodios más ásperos de la historia de Europa: La Guerra Blanca.
🧵⤵️
La 1ª Guerra Mundial se recuerda en el imaginario colectivo por los horrores de las trincheras en el frente occidental: Verdún, las Ardenas, el Somme...
Sin embargo, la guerra tuvo otros frentes. El oriental, el balcánico o uno de los más desconocidos: el frente alpino.
Se desarrolló esencialmente en los Alpes italianos y enfrentaba a Italia contra Alemania y el Imperio Austro-Húngaro.
Casi el 70% del frente estaba situado a más de 2.000 metros de altitud y las imágenes que dejó eran demenciales.
A un kilómetro bajo tierra hay una trampa escalofriante.
Inundada de agua ultrapura, rodeada de once mil detectores, inhabitable y hostil.
Pero no sirve para cazar seres humanos, sino para atrapar el enigma del Universo.
Esta es la historia del Super-Kamiokande: hay algo absolutamente fascinante (y también escalofriante) en las arquitecturas que no se han concebido, diseñado ni ejecutado para el ser humano: los gigantescos interiores de los tanques de gas líquido, los descomunales tamaños de las palas de un aerogenerador o el extrañísimo espacio que alberga un reactor nuclear.
Probablemente el más extraño y el más fascinante es el interior del observatorio de neutrinos Super-Kamiokande, en Hida, Japón.
Este espacio nos coloca en diálogo con fuerzas muy superiores a nuestra existencia.
El Super-K es un cilindro de 40 m. de diámetro por 40 m. de altura enterrado un kilómetro bajo el monte Ikeno, en la ciudad japonesa de Hida. Para comprender la escala: dentro cabe la Estatua de la Libertad.
El interior del cilindro está completamente cubierto con 11.000 fotomultiplicadores, que son unos dispositivos que sirven para detectar neutrinos. Partículas que lo atraviesan todo, que viajan casi a la velocidad de la luz y que casi no tienen masa.
Por eso, el Super-Kamiokande está normalmente lleno hasta arriba con 50.000 toneladas de agua ultrapura UPW. Porque la pureza de ese agua es capital para la interacción con los neutrinos.
No se puede pisar, no se puede tocar salvo con equipos especiales, no tiene ventanas ni puertas ni nada que nos lo relacione con la arquitectura. El Super-K es un espacio que no está concebido para el ser humano.
(Y sin embargo).
Y sin embargo, la definición más ajustada de arquitectura la dio Bruno Zevi cuando dijo que era "Espacio recorrido en el tiempo".
Y el Super-K es un espacio que se puede recorrer (en lancha zodiac cuando hay que realizar labores de mantenimiento), y su belleza es innegable e inmarcesible.
Y a lo mejor no es arquitectura. A lo mejor el Super- Kamiokande no es más que un mecanismo de extrema precisión y ni falta que le hace ser nada más.
Pero yo envidio a quien pueda estar bajo esa luz dorada, rodeado de las burbujas que nos pueden explicar el sentido del Universo.
Ya que algunos lo habéis preguntado, voy a intentar explicar a grandes rasgos cómo funciona el Super-K. Es decir, cómo es capaz de detectar una particula que viaja casi a la velocidad de la luz y que no tiene nada.
Estas características tan peculiares hacen que los neutrinos sean EXTREMADAMENTE DIFÍCILES de detectar.
Así que la manera de detectarlos es mediante la radiación de Cherenkov que emiten al entrar en contacto con un núcleo de agua.
Este es probablemente el último documento que se imprimió en las Torres Gemelas: el recibo de dos imanes de nevera comprados en la tienda del vestíbulo de la Torre Norte.
Se vendieron 9 MINUTOS DESPUÉS de que el primer avión impactase contra esa misma Torre Norte, 90 plantas más arriba.
La compradora fue Joanne Lipman, editora en el Wall Street Journal y, según su relato, desde el vestíbulo no se sintió ni se oyó el impacto. Solo escuchó gritos de los viandantes del exterior que, tratándose de Nueva York, podría ser cualquier accidente.
Al poco, sonaron las alarmas y los guardas de seguridad comenzaron a evacuar el vestíbulo. El proceso no fue especialmente caótico porque, en un primer momento, pensó que se trataría de cualquier aviso o incluso un simulacro ordinario.
Por cierto, Lipman formó parte del equipo del WSJ que elaboró el reportaje sobre los ataques publicado al día siguiente y que recibió el premio Pultizer.
El ticket está expuesto en el museo memorial del 11-S, junto al hueco que dejaron las Torres, y la principal razón por la que se conserva en un razonable buen estado es porque es de impresora matricial (se ven perfectamente los puntitos), y no de impresión térmica como los de ahora.
Este texto es un resumen de la introducción de "Haz fotos ahora", el décimo relato de La Pirámide del Fin del Mundo.
Con él cierro el capítulo llamado "Guerra", donde cuento que, a veces, el peor artefacto creado por el ser humano nos deja historias bellísimas.
En 1530, el papa Clemente VII coronó a este señor como Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
Este señor que llevaba siendo Rey de Castilla, Aragón y el resto de señoríos hispánicos desde 1516 bajo el nombre de Carlos I y que lo era de Alemania desde 1520 como Carlos V.