Hace unas semanas se publicó un estudio de la Faculty of Human, Social, and Political Science de Cambrige sobre la influencia de las redes sociales en la salud mental.
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Sobre una muestra de 9500 jóvenes entre 16 y 30 años, el 89% afirmaba necesitar taxativamente el compartir sus vacaciones en las redes. El 78% reconocía que no volvía a ver esas fotos y vídeos pasados un año.
En mayo de 2015, Google creaba Google Photos que recoge 9 de cada 10 fotos tomadas con dispositivos Android en todo el planeta. 230000 fotos son almacenadas cada décima de segundo en los discos duros de Sillicon Valley.
Larry Page afirmó en 2019 que solo 1 de cada 10 fotos son vistos más de dos veces, pasado un año de ser tomadas. En Google, lo llaman LOM ("the limbo of memories").
Un espacio de miles de millones de gigas que permanece muerto, olvidado. Pedazos de vida que solo nos importaron durante unos instantes.
El mismo estudio de Cambridge afirmaba que el 83% de los jóvenes sentía cierta ansiedad al ver las stories y las fotos de amigos o de gente a la que seguía. El 68% afirmaba estar más atento a poder compartir sus experiencias que a disfrutar de la experiencia.
Compartir momentos que en realidad son olvidados al cabo de un tiempo. Instantes que solo importan por el impacto que causan en los demás, no por el que causan en el que los vive.
Es la despersonalización absoluta de la experiencia. Convertir cada salida, cada cena, cada viaje, en un spot publicitario. Enseñar solo lo mejor (o lo que se cree que es mejor) de cada vivencia, ocultando todo lo que creen que sobra.
Y lo que es peor, aferrarse a una serie de patrones de imitación que homogenizan hasta la náusea la forma de entender lo que es bello, lo que es excitante, lo que merece la pena.
La vida está alejándose más que nunca de la realidad, para convertirse en una retransmisión. Las personas se convierten en actores. Actores de una obra que solo importa si tiene espectadores. Espectadores que ni tan siquiera conocen o conocerán.
Es la banalización más absoluta de la realidad.
Es la felicidad más triste de la historia de la humanidad.
Para el que quiera seguir profundizando en las consecuencias conductuales de las redes, vaya por delante este otro hilo al calor del Black Lives Matter.
Por cierto, el creador de Black Mirror es Charlie Brooker. Sorry por la errata
A raíz del hilo que he colgado hoy quiero hacer varias reflexiones en función a algunas respuestas que se han repetido con demasiada frecuencia.
Sigo debajo:
1) Esto no va de asumir consecuencias personales, sino de asumir las consecuencias colectivas de haber dado manga ancha a un sistema consumista que ya dirige la vida más íntima de las nuevas generaciones.
Lo digo porque hay gente que no deja de hablar de lo que ellos hacen.
2) Es un problema cultural, político, educativo y transgeneracional. El post es una crítica a una sociedad cada vez más individualista que prima el yo sobre el nosotros y creo que hay mucha gente que lo ha entendido completamente a la inversa.
En relación a la muerte de la niña en Canarias, abro hilo que ya con el Pececito quería hacer y que creo que es tremendamente necesario. Disculpad la turra, pero es que hay algo que me reconcome por dentro y que necesito exponer y creo que lo mejor es empezar con esta imagen👇👇
Lillian Hellman, guionista de una de las mejores películas que se han rodado sobre violencia social, "La jauría humana", escribía:
"La jauría humana" es una historia de degradación moral, magníficamente radiografiada a través de los personajes de un pequeño pueblo de Texas en plena fiebre de un tórrido sábado noche durante los años 60.
Año 2035:
"Los empresarios tildan de "ideologizada" y "ajena a la realidad" la guerra del gobierno en defensa de las vacaciones de los trabajadores: "Genera pánico a contratar"
Año 2040:
"Los empresarios tildan de "ideologizada" y "ajena a la realidad" la guerra del gobierno en defensa de la contratación de personas humanas: "Los robots son más baratos".
Año 2050:
"Los empresarios tildan de "ideologizada" y "ajena a la realidad" la guerra del gobierno en defensa de la existencia de un gobierno: "Las empresas podemos dirigir el mundo".
Que vete tú a saber: a lo mejor que una señora diga que el fascismo es el lado bueno de la historia y gane unas elecciones, debería hacernos pensar en las grandes carencias educacionales de la Modélica Transición. ¿NO SÉ, EH?
A lo mejor que una persona pase a votar en un lapso de 4-6 años de Podemos a VOX implica que Podemos se preocupó más de señalar objetivos que de asentar unos criterios ideológicos. Que la política también es educar, NO SE YO, EH?
Y tal vez se puede tener un discurso limpio, sensato, maravilloso y mediático y ser un trepa que lo único que quieres es aspirar al poder y convertir una trayectoria política en una vendetta desideologizada, eh Errejón?
Hace 2 años, motivado por una charla vomitiva de Albert Espinosa en El Hormiguero, comencé un proyecto en Instagram llamado @librosdeantiayuda.
W. Allen dijo: "La alegría autoimpuesta es lo más cerca que podemos estar de la muerte en vida". Este es mi homenaje a esa filosofía
¿No te coge las llamadas? ¿300 WhatsApps y sigue sin responder? Recupera la tranquilidad de una forma sencilla y rápida.
¿Ni uno solo de tus sueños se ha hecho realidad? Llegó la hora de aceptar que eres un fracasado, aunque si te digo la verdad, a nadie le importa.
Quiero que me acompañéis en este viaje extraordinario. Un tenebroso periplo por los oscuros designios de una de las mayores sectas que existe en este país. LA AMANCIOLOGÍA.
Abro hilo, aunque advierto que no es apto para almas muy sensibles.
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Hace unas semanas, un amigo en Facebook, compartió, con la única intención de cachondearse, una captura de un grupo llamado TODOS CON AMANCIO ORTEGA. Al principio pensé que el grupo era una coña, así que decidí mandar una petición para poder entrar.
Cual fue mi sorpresa que, al ser aceptado, sin rito alguno de iniciación, pude comprobar, por mis propios ojos, que la página, lejos de ser un grupo para poner a parir a Amancio y las grandes multinacionales como Inditex, era realmente UNA SECTA. Sí, amigos, una SECTA.