#Hoy en el año 100 a. C. nació en Roma uno de los mayores líderes militares de la historia mundial: Cayo Julio César. Aquí va un pequeño #HiloRomano con algunos datos sobre él.
Existen muchas representaciones póstumas e idealizadas de César. El único busto conocido que le representa con seguridad todavía en vida es el hallado en Tusculum, aunque en 2007 apareció en Arlés otro que fue identificado como César, no sin polémica o dudas por parte de muchos.
Julio César pertenecía a la Gens Iulia, cuyo linaje descendía teóricamente de Iulo, hijo del mismísimo Eneas. Fue el propio César quien estableció públicamente esta relación en su discurso durante el funeral de su tía Iulia Maior.
Julio César no nació por cesárea. La cesárea se empleaba en la antigüedad solo como una forma de tratar de salvar al bebé si la madre moría en el parto. No se tiene constancia de ninguna cesárea en la que la madre sobreviviera hasta comienzos de la Edad Moderna. #BulosHistóricos
Teniendo en cuenta que Aurelia, su madre, estaba viva muchos años después del nacimiento de César, es imposible que existiera una cesarea. Quien sí podría haber nacido de esta forma es un antepasado de la familia, pues el cognomen caesar procede de "caedo", cortar.
Cayo Julio César fue el único hijo varón surgido del matrimonio entre pretor Cayo Julio César (Gens Iulia) y su mujer Aurelia (Gens Aurelia). Fue educado en un ambiente femenino por su tía Iulia Maior que le inculcó los valores populares de su marido, el general Cayo Mario.
En el 84 a. C. César fue nombrado Flamen Dialis pero, tras la victoria de Sila, al ser el sobrino de Mario huyó y estuvo a punto de morir. Aunque técnicamente fue nombrado para el cargo, nunca lo llegó a ejercer. El puesto de sacerdote de Júpiter quedó vacante hasta el 14 a. C.
César fue el primer romano que se atrevió a colocar su cara en una moneda, lo cual estaba totalmente prohibido en Roma. Hasta entonces las monedas solo habían representado personajes divinos o antepasados ya fallecidos.
Este gesto no fue bien visto por algunos senadores...
César era epiléptico y podía sufrir crisis en cualquier momento. En varias ocasiones las fuentes se hacen eco de ellas. Se cuenta que una de las más graves ocurrió durante la batalla de Tapso.
Lo más seguro es que César naciera en el año 100 a. C., aunque para algunos autores pudo haber hecho en el 101 ó 102 a. C. Es increíble ver que, a pesar de tratarse de uno de los personajes más importantes de la historia universal, se mantienen en duda datos como este.
También se han planteado dudas sobre el día de su natalicio. Las fuentes más claras y directas, como Macrobio o incluso los Fasti Amiternini (un calendario tallado en mármol) marcan el día 12 de julio con claridad.
Sin embargo, Dión Casio parece discrepar de esta idea, aunque sin terminar de dejarlo claro. Según se deduce de su texto, se podría pensar que su nacimiento habría tenido lugar el 13 de julio.
Posteriormente, (especialmente tras su muerte) la celebración habría sido adelantada para evitar que coincidiera con los ludi Apollinares. Los libros sibilinos habían prohibido cualquier otra veneración en ese día que no fuera a Apolo.
Por otro lado, en época de César, ludi Apollinares duraban varios días (entre el 6 y el 13), por lo que mover la celebración de César al día 12 tampoco habría sido lícito si se pretendía respetar la profecía. De ahí que se planteen dudas en todo este asunto.
En el año 44 a. C., tras el asesinato de César, Marco Antonio propuso cambiar el nombre del mes Quintilis por el de Iulius en honor de Julio César. Desde entonces y hasta nuestros días, seguimos llamando "julio" al mes en el que nació.
Iacta Alea Est. La suerte está echada. Atribuida a Cayo Julio César.
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Hoy viajamos uno de los espacios más desconocidos enterrados por el Vesubio en el año 79. Se trata de una villa residencial opulentísima situada al otro lado de los montes Lactarios que cierran el golfo de Nápoles.
Sígueme en este #HiloRomano para descubrir la villa de Positano.
Hablamos de una villa situada en la costa amalfitana, en el precioso –y famoso– pueblo pesquero de Positano. Se trata de una lujosa propiedad de recreo que podría haber pertenecido a un rico liberto del emperador Claudio: Posides, de quien derivaría el nombre del pueblo.
Bajo la iglesia de Santa Maria Assunta, enterrados a nueve metros de profundidad, se hallaron los restos intactos de uno de los comedores de la villa. Pero, ¿cómo es posible esto si Positano está al otro lado de los grandes montes contra los que se chocó la erupción del año 79?
El 28 de octubre del año 312 se libró sobre el río Tíber la batalla entre los emperadores Constantino y Majencio. Una historia de poder, religión y lucha por la legitimidad en la que nada es lo que parece.
Sígueme en este #HiloRomano para descubrir la batalla del Puente Milvio.
Empecemos por presenta a los personajes. Constantino, conocido por la tradición cristiana como El Grande, era el hijo de Constancio Cloro, uno de los cuatro miembros originales de la tetrarquía.
Majencio por su parte, era también hijo de otro de los tetrarcas, Maximino, apodado hercúleo. De hecho, el padre había ostentado el cargo de Augustus, mientras que Constancio Cloro había sido su Caesar (subiendo después a la posición superior tras la abdicación de Maximino)
El sistema tetrárquico pretendía eliminar la corrupción dinástica o la compra del trono imperial generando un sistema de gobierno meritocrático en el que solo los más aptos llegaran al poder.
Maximino y Diocleciano, de hecho, en el año 305, pusieron a prueba el sistema abdicando
Al hablar de la destrucción de Pompeya, muchas veces nos ciega la maravilla arqueológica y olvidamos lo más importante, las personas que murieron en la tragedia.
En este tercer #HiloRomano sobre la erupción del Vesubio en el año 79 contaremos sus historias personales y privadas.
Desde que comenzaron las excavaciones de Pompeya en el siglo XVIII se han hallado cerca de 1200 cuerpos de aquellos que no pudieron o no quisieron salir de la ciudad a pesar del peligro.
Junto al esqueleto de una mujer muerta en la playa de Herculano fue hallada la llave de su casa, a la que creía que podría volver cuando aquella pesadilla acabara.
Muebles de madera carbonizados, casas con sus tejados intactos y hasta un teatro excavado bajo los escombros volcánicos a 26 metros de profundidad.
En este #HiloRomano dedicado a Herculano descubrirás algunas de las maravillas más desconocidas que el Vesubio enterró en el año 79
Los restos enterrados a gran profundidad de Herculano fueron descubiertas en 1738 gracias a un pozo que había en la zona y que iba a servir para abastecer al Palacio de Portici del joven rey Carlos VII de Nápoles y las dos Sicilias por aquel entonces, el futuro Carlos III.
El llamado pozo Elboeuf, excavado para extraer agua en el pueblo de Resina, dio justo con la escena del teatro de Herculano, que posteriormente se excavó mediante galerías a partir del siglo XVIII y que todavía hoy sigue bajo tierra.
Hoy te quiero contar cómo un solo hombre consiguió engañar y conducir a su muerte a más de 15.000 romanos.
Un episodio tan grave que hizo que el emperador de Roma se golpeara la cabeza contra las puertas y hasta influyó en el surgimiento del nazismo. #HiloRomano
Este episodio tuvo lugar a comienzos de septiembre del año 9 d. C. Las fuentes no nos dan la fecha exacta pero seguramente tuvo lugar entre los días 9 y 10 de septiembre. Y no sucedió en Roma o cerca de ella, sino en Germania, cerca de la frontera del Imperio romano.
Como quizá ya has intuido, hoy hablamos de la batalla del bosque de Teutoburgo, un desastre que tuvo como protagonistas al general Publio Quintilio Varo, al mando de las legiones XVII, XVIII y XIX y Arminio, el germano que consiguió destruirlos a todos ellos.
Hoy os quiero hablar sobre una de las estructuras más importantes que conservamos de la antigua Roma: la Curia iulia, el lugar de reunión del Senado romano durante todo el Imperio.
Hoy en el año 29 a. C. fue inaugurada, así que vamos a conmemorarlo con un #HiloRomano
La dedicación de la Curia contó con una procesión presidida por una gran estatua dorada de la Victoria (de unos 8 metros) traída desde Tarento que conmemoraba las victorias de Octaviano (el futuro Augusto) en las batallas de Actium y Alejandría contra Cleopatra y Marco Antonio.
La Victoria de Tarento fue colocada al fondo de la Curia, presidiendo el espacio. Desgraciadamente no ha llegado hasta nosotros, pero sabemos cómo era gracias a representaciones en monedas y en pequeñas reproducciones de bronce como la de la imagen (hallada en Pompeya)