Recordé una historia:
Una tarde de hace algunos años, había una lluvia tremenda, yo estaba de pie en un semáforo con mi paraguas y llegó una chica hermosísima, que se estaba empapando, el vestido, las zapatillas, el cabello, el bolso, etc.
Una tarde de hace algunos años, había una lluvia tremenda, yo estaba de pie en un semáforo con mi paraguas y llegó una chica hermosísima, que se estaba empapando, el vestido, las zapatillas, el cabello, el bolso, etc.
Nos miramos, me acerqué a ella
le di mi brazo. Se abrazó a mi, compartimos el paraguas y la acompañé a su destino, caminando y platicando durante los 15 minutos más que duró el trayecto, como si nos conociéramos de toda la vida,
le di mi brazo. Se abrazó a mi, compartimos el paraguas y la acompañé a su destino, caminando y platicando durante los 15 minutos más que duró el trayecto, como si nos conociéramos de toda la vida,
Cuando nos despedimos me dio un beso en la mejilla, me abrazó y me dió su teléfono. Salimos un tiempo, hasta que la cambiaron de pais en su trabajo, una ejecutiva muy divertida e inteligente, una gran chica.
La corriente de la lluvia juntó a dos personas, dos seres humanos, que de otra forma, tal vez nunca se habrian conocido. Al ver este video recordé con cariño la historia y me dio un paquetito en el corazón pensar en aquella chica. Regalos que da la vida.
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