En el día de ayer a la madre de una conocida, ingresada por Covid en el hospital Calixto García, el enfermero que debía ponerle el Rosefín se guardó el bulbo en el bolsillo y se disponía a inyectarle agua.
La paciente aún con oxigeno estaba alerta y se dio cuenta de la situación y protestó. El hijo que la acompañaba dio parte a la policía, mientras las demás enfermeras trataron de negar el hecho delictivo y lo defendieron.
Vale señalar que el antibiótico, en este caso Rosefín, había sido comprado por la familia en la calle, por lo que tuvieron que solicitar autorización a la dirección del hospital para aplicarlo, la cual demoró tres horas.
Además de constituir un hecho delictivo por parte de un profesional de la salud, ha atentado directamente contra la vida, en este caso de una enferma. A saber a cuántas personas más habrá dañado.
La causa: décadas de miseria, agudizada ahora durante una pandemia por culpa de un régimen al que no le interesa el pueblo y cuyos gobernantes insisten en perpetuarse en el poder.
Es crítica la situación material, sanitaria y moral en #Cuba. Cuánto más vamos a soportar? Unámonos para salir de la catástrofe. #AbajoLaDictadura #SOSCuba.
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