“My body, my choice. Mi cuerpo, mi elección” es el lema argumentado en nombre de la sacrosanta Libertad por los representantes republicanos que gobiernan Texas para negarse a implementar el mandato de llevar mascarillas o de vacunarse contra el Covid en su estado. 👇
Un lema que no les cuadra a los mismos legisladores cuando se trata del cuerpo de una mujer. Anoche entró en vigor en Texas una ley que prohibe interrumpir el embarazo después de la sexta semana de gestación; cuando la mayoría de las mujeres aún ni saben que están embarazadas.👇
La medida, tan retrógrada que ni siquiera contempla excepciones para los casos de violación o incesto, viene acompañada de una cláusula destinada a intimidar a los profesionales que proporcionen sus servicios para practicar un aborto. Se llama a la población a denunciar👇
sin necesidad de pruebas, a cualquier persona que haya ayudado de la manera que sea a una mujer que intente interrumpir su embarazo. Bajo esta legislación, por ejemplo, al conductor de Uber que la haya trasladado a su cita en la clínica le pueden multar con 10.000 dólares. 👇
O sea, siguiendo el camino abierto por Trump, sus señorías tejanas dan alas y carta blanca a los grupos violentos antiabortistas. No se proponen implementar la ley, sino empoderar a los matones para que ellos se hagan cargo. Tristemente, la medida no sorprende en un estado👇
Texas, que ha decidido abandonar la democracia para regresar a la leyenda del lejano oeste (masculino y blanco); aprobando una ley que permite llevar armas en público prácticamente a cualquiera, sin necesidad de licencia, entrenamiento o registro de huellas digitales👇
y otra que limita drásticamente la posibilidad de voto a hispanos y afroamericanos. Lo que resulta tremendamente preocupante es que el Tribunal Supremo, alertado de urgencia por la inconstitucionalidad de esta ley anti aborto, guarde un silencio que se antoja cómplice. 👇
Lo que vivimos es el resultado de décadas de campañas generosamente financiadas por ideólogos de ultra derecha para colocar jueces anti aborto en los tribunales de EEUU; incluidos los dos últimos nominados por Trump para la corte suprema: Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett.👇
Si el Tribunal Supremo no anula esta ley de Texas, lo cual no tiene ninguna pinta, estará mandando un mensaje de carta blanca muy peligroso a otros 20 estados gobernados por republicanos ultraconservadores, desde Carolina del Norte a Indiana, deseosos de seguir los mismos pasos👇
Por supuesto, la medida afectará especialmente a las mujeres más desfavorecidas que no tendrán los medios (o la posibilidad en el caso de malos tratos) para desplazarse cientos de kilómetros hasta la clínica de otro estado. Y, por supuesto, la prohibición no va a frenar el 👇
deseo o la necesidad de practicar la interrupción de un embarazo; abriendo de nuevo la puerta oscura a prácticas clandestinas y de alto riesgo para la salud de las embarazadas. Ahora, eso sí, “My body, my choice” para negar el covid; enfermedad que lleva 56.000 muertos en Texas.
BREIQUIN NIUS. CONFIRMADO. El Tribunal Supremo de EEUU declina anular la nueva ley del aborto que entró ayer en vigencia en Texas y respeta las severas restricciones impuestas a la interrupción del embarazo en ese estado. Tremendamente preocupante.
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