📚 Estos cuatro libros, junto a un par de ellos más que no tengo ahora a mano, conversan muy bien entre ellos.
La escritura de la historia, aquello que White llamaba pasado histórico depende cada vez más de internet y los medios tecnológicos. Escribimos en programas informáticos, nos comunicamos mediante correos electrónicos y evaluamos nuestro trabajo a través de diferentes portales web.
Los medios tecnológicos se han convertido en uno de los principales puntales del poder económico mundial, y a la vez también político. Las empresas tecnológicas dominan los valores bursátiles, y estas empresas tienen un origen geográfico muy claro: EEUU y China
Este dominio también es material, ya que buena parte de la infraestructuras que permiten esta tecnológica y estas nuevas comunicaciones son propiedad de estas grandes empresas. Lo material permite y condiciona lo digital, como explica Parikka.
Por lo tanto el pasado histórico esta condicionado por la existencia y accesibilidad a estas redes materiales y tecnológicas, su carencia implicará un ocultamiento de la labor realizada por profesionales del pasado de países sin acceso a ellas, como ya ocurrió en el pasado.
Lo que finalmente provocará que muchos países acaben en una situación sin historia, no porque no exista ni sean consciente de ella sino porque han sido incapaces de insertar sus trabajos y reflexiones en las redes digitales que condicionan hoy en día el trabajo del historiador.
Un fenómeno que desembocará irremediablemente en la elaboración de un pasado histórico parcial, etnocéntrico y restringido, que nos impedirá a todos comprender fenómenos históricos con una perspectiva global.
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En las plataformas sociales, la historia se adapta a la inmediatez: debe ser breve, atractiva y emocional. Este formato cambia la experiencia histórica, pasando del análisis al consumo rápido de imágenes y sensaciones. Un breve hilo al respecto:
En TikTok o Instagram, la historia se adapta a clips breves que buscan conmover, entretener o sorprender. Lo importante no es explicar procesos, sino capturar la atención durante unos segundos.
Así, el tiempo histórico lento, complejo y lleno de matices se pliega al tiempo de la plataforma: acelerado, fragmentario y descontextualizado.
El libro y el álbum de fotos comparten un poder: dan orden al tiempo. Guardan, narran y tejen continuidad entre momentos y generaciones. Hoy, esa memoria se disuelve en flujos de datos instantáneos. Un hilo sobre cómo hemos perdido el peso del tiempo.
J. L. Brea llamó “cultura_ROM” a la que vivíamos con soportes estables: libros, archivos, museos. Eran depósitos de memoria. Lugares donde el tiempo se conservaba, se consultaba, se revivía
Un álbum de fotos no era solo acumulación. Era relato. Las imágenes seguían un sentido: un antes, un durante, un después. La memoria no solo guardaba, narraba, como cantaba Rafael Berrio en "Este álbum"
Todo sucede demasiado rápido y nada deja huella. No es solo una impresión. El orden digital ha transformado cómo vivimos el tiempo y el pasado. Hemos pasado de un tiempo histórico con continuidad a un presente perpetuo que devora memoria y contexto. Un breve hilo al respecto:
Koselleck definió el tiempo histórico como una experiencia subjetiva y socialmente construida del pasado y del futuro, marcada por la separación entre el espacio de experiencia (lo vivido y recordado) y el horizonte de expectativa (lo esperado). Hoy, esta relación está en crisis.
François Hartog llamó a esta crisis “presentismo”: un régimen donde pasado y futuro pierden peso y el presente domina. Lo vemos en cómo circula la información: noticias y contenidos que nacen y mueren en horas. El pasado ya no orienta, el futuro no guía. Solo queda lo inmediato.
La autoridad del historiador en la esfera pública es casi nula, debido a factores como la competencia desigual con contenidos que aprovechan sesgos cognitivos y plataformas que priorizan lo emocional y lo inmediato. Una breve exposición al respecto:
En el siglo XIX, el historiador era una puerta privilegiada de acceso al pasado. Su autoridad provenía de un rigor percibido, de un público que valoraba su conocimiento y de una sociedad volcada hacia el pasado, no en vano al siglo XIX se le conoce como el siglo de la historia
El siglo XX cambió esto. Cine, televisión y divulgación popular compartieron el espacio del pasado. Pero el historiador mantuvo su rol como mediador del conocimiento histórico.
Obra de Pradilla (1877) basada en el historiador Modesto Lafuente y fotograma de Locura de Amor (1909)
Inteligencia artificial: una bibliografía esencial
Este hilo reúne una selección de libros clave para comprender el impacto de la inteligencia artificial, desde introducciones generales hasta análisis críticos, éticos y geopolíticos. Se indican los títulos publicados en español👇
Inteligencia artificial: Guía para seres pensantes, de Melanie Mitchell, en @Capitan_Swing. Obra introductoria que explica el funcionamiento de la IA, sus límites y las exageraciones que rodean al discurso tecnológico. Un punto de partida imprescindible para cualquier lector
Atlas de IA: Poder, política y costes planetarios, de Kate Crawford en @FCEMexico. Analiza el entramado material, laboral y ecológico que sostiene la IA, cuestiona la narrativa que la presenta como inmaterial y autónoma. Un mapa crítico del poder tecnológico.
El artículo "Google Effects on Memory: Cognitive Consequences of Having Information at Our Fingertips" confirmó un cambio en nuestra memoria: aquello que consideramos que puede ser encontrado en la web no merece nuestro esfuerzo por memorizarlo. Esta idea es recurrente en el aula
¿Para qué voy a aprender esto si puedo encontrarlo en Google? El artículo también encontraba indicios de que esta percepción deterioraba nuestro razonamiento y competencias asociadas a la memoria. Con ChatGPT y otras herramientas esta percepción se extiende a todo el conocimiento
ChatGPT ofrece la falsa solución de tener todo, de saber todo, de evitarnos cualquier esfuerzo mental por memorizar y recordar, total. ¿para qué? Y la respuesta a este "para qué" es nada más y nada menos que la supervivencia de la historia, de la memoria y de la cultura humanista