CABA: parejas de policías cada 200 metros. Por qué? "Detectamos bandas de ladrones de autos en la zona". Curioso: justo en tiempos de elecciones. El votante medio de esta ciudad está conforme con ver más policías. El relato de la inseguridad lleva impreso una cuestión de clase.
El culpable siempre es el pobre o el que está fuera del sistema. "En la otra cuadra hay una casa tomada con dos tipos que largaron de la cárcel", me dice el verdulero. Un buen tipo que adopta el discurso dominante. No sabe si es verdad el cuento pero lo repite. Sigo caminando.
Este barrio está repleto de militares retirados, en actividad, prefectos y no pocos agentes de seguridad. Algunos como dije son jubilados. La pandemia activó todos los resortes del miedo y la discriminación. Los pibes siguen revolviendo los volquetes con un palo. Van y vienen.
No sé en qué punto fijo del destino el otro se convirtió en un enemigo. Un muchacho con evidentes problemas está sentado en la vereda y me dice al pasar:"Buenas tardes, no tenés algo para darme, pa?". Otro se asoma a un bar y pide con desesperación que le compren pañuelos.
Esta descomposición del tejido social no es nueva. El macrismo aumentó la pobreza y la indigencia. Fue la pandemia inicial que anticipó la pandemia del virus del Covid. El mundo en crisis y el resurgir de las derechas y ultraderechas en Europa y América Latina. Inquietante.
En los canales de deportes, los periodistas piden que haya público en los estadios de fútbol. Llenan horas y horas sobre River, Boca, Messi y el PSG. Si Pochettino hizo mal o bien en sacar al 10. La banalizacion de la realidad está en los contenidos de los medios dominantes.
ESPN transmite desde la zona Norte del Gran Buenos Aires. La redacción de La Nación está en Vicente López. Esos periodistas hace mucho que no viajan en el 60, el 21 o el 86. La mayoría de ellos (varones) cobra casi como un fiscal para comentar cómo rueda la pelota en el césped.
Entonces, conmueve mucho más contar que Ruggeri compró 6 caballos recuperados que habían sido maltratados que la situación acuciante de millones de argentinos bajo la línea de la pobreza y una deuda de 100 mil millones de dólares que dejó Macri. Una de plantas y animales country.
En la novela que estoy leyendo uno de los protagonistas es un vocero de la censura francesa durante la invasión nazi. Se trata de un ser que miente las 24 horas hasta que un episodio entre cuervos que devoran una paloma en la calle lo hace decidir escaparse de Francia ocupada.
La paloma herida en el cordón es Francia sometida a los nazis. El vocero no puede seguir manteniendo la farsa de su programa radial para lavar el cerebro de sus oyentes. Los alemanes logran que Bélgica se rinda y luego bombardean dos fábricas francesas y matan a 200 obreros.
Antes que lleguen los tanques alemanes, medio París huye o resiste. Claro que estoy hablando de una ficción que forma parte de la historia de la humanidad en un mundo fatal e inexplicable. Tan raro como los cercos eléctricos en las paredes de las casas de los barrios ricos.
20:20 horas. La pantalla muestra al flamante ministro Aníbal Fernández. Lo rodean cronistas en estado de estrés. Anibal da las respuestas que puede en una era de incertidumbre. No es poco. La seguridad depende del control civil de las fuerzas policiales. Todo un contrato social.
El nuevo ministro de Educación habla de "normalidad creciente" y se debe a la campaña de vacunación que promovió el Estado que Macri, Vidal, López Murphy y Milei buscan depredar en nombre del mercado. El desafío es por el pan y la vida. La imagen de la paloma y los cuervos.
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