Thread by @Raestaenlaaldea

Esta historia tiene tantas lecturas, es tan de copla, de romance antiguo, de telenovela, que no sé por dónde empezar. La boda de Vicky Martín Berrocal y Manuel Díaz El Cordobés: revistavanityfair.es/articulos/el-c…

"Cuando nos conocimos, yo era el Ceniciento y ella la princesa", había dicho Manuel poco antes de la boda. La diferencia de clase bien marcada, el chico que venía de la pobreza y "la heredera más hermosa de Andalucía". Como en una telenovela, pero al revés.

Porque, igual que en las mejores telenovelas, Manuel era hijo no reconocido de un millonario que negaba su existencia y la palabra de su madre. Y luego está el tema de que la propia Vicky también había sido parte de una familia oculta, un secreto, un pecado.

Vicky era hija del poderoso e influyente José Luis Martín Berrocal, que echó el resto organizando una boda por todo lo alto. Sin embargo, durante años, ese vínculo fue secreto. Hace un año ella contó en el programa de Bertín la historia de sus padres, una copla pura.

"Mi padre tuvo dos mujeres a la vez", soltó Vicky en Bertín's. Contaba que Berrocal llegó a Huelva en los 60 para ocuparse de sus negocios. La chica más guapa de la ciudad era entonces una joven llamada Victoria. “Los hombres se paraban a verla pasar cuando iba al trabajo".

“No se casaron nunca. Mi padre tuvo dos mujeres a la vez. Una señora en Madrid, a la que conoció, tuvo hijos con ella… Llegó un día en el que dejó a su otra mujer y se quedó con mi madre, y hasta el final”. “Qué artista…”, comentaba Bertín.

"Era una locura lo que yo le quería. Nunca le dije vamos a casarnos; él no se quería casar. A la gente hay que aceptarla como es, no intentar cambiarla”, contaba la propia Victoria en el programa. Y explicaba que al principio no sabía que él tenía otra mujer y una hija en Madrid.

Cuando se lo contaron, rompió con él. Él no la dejó marchar; la seguía cuando ella salía del trabajo, perseguía el autobús en el que ella iba con el coche y la interceptaba por la calle, poniéndole el brazo delante y evitando que siguiese su camino. Hoy no lo llamaríamos amor.

Al final Victoria volvió con Berrocal, que mantenía todo lo que quería sin tener que renunciar a nada. “Yo no quiero que dejes a tu mujer y a tu niña, pero este es un carro en el que vamos a estar dos familias”, le dijo ella. “Yo no me voy a bajar, la que quiera que se baje”.

Así hasta que al final dejó a su familia de Madrid para quedarse con la de Huelva. Aquí damos un salto al pasado gracias a @pilareyre que nos contó en su día que todo esto ya se sabía, pero lo habíamos olvidado. Ojo a este reportaje sin desperdicio:

https://twitter.com/pilareyre/status/1320030073379082240?t=XSaz7im-jOJxnvYYO2HLlA&s=19

Ya a principios de los 80 Martín Berrocal fue entrevistado con Marisa, su mujer de Madrid, pero les chivaron que tenía otra mujer en Huelva y para allá que se fueron. Victoria no quería salir en prensa pero habló con ellos, y lo que les contó es FUEGO🔥.

Se conocieron cuando Victoria tenía 16 y José Luis 30. "Él era el hombre más importante de la provincia. Yo era una cría que nunca había salido de casa. No había hablado con ningún hombre más de dos palabras seguidas. Y me volvió loca".

"Nos fuimos a vivir juntos y aquello, en una ciudad tan pequeña, fue un escándalo. Pero yo he aguantado todo porque lo quiero de una forma que no se puede explicar. Besaría el suelo por donde pisa. Sin Martín, no podría vivir, me moriría y, por eso, no le exijo nada".

"Yo a callar y a quererlo. Y cuando se dé cuenta de que nadie le puede querer como lo quiero yo, se quedará a mi lado para siempre". Contaba que solo trabajaba y se dedicaba a su hija porque él “es muy celoso y yo no tengo ojos para nadie más”.

Una canción de Quintero, León y Quiroga: "La gente dice que soy una infeliz. Quizá sí lo soy. Pero no puedo actuar de otra manera. Martín es el único hombre que he conocido y el único al que querré. En la vida solo se quiere una vez y a mí me ha tocado este hombre. Es mi destino”

Vicky, que adoraba a su padre, cuenta que cuando ella era pequeña aparecía por allí "de higos a brevas" Y la colmaba de regalos. A ella nunca le faltó de nada porque su madre tenía un buen trabajo y su padre, millonario, se encargó de ella y de su hermana.

Según Vicky, cuando ella tenía 9 años y nació su hermana Rocío, su padre dejó a su mujer de Madrid y se fue con ellas a Huelva ya para siempre. La hija mayor de Berrocal, Marisa, dice que es todo un cuento de "sisí emperatriz". En fin, LÍOS.

Vicky estudió en un internado en Suiza, luego en una Universidad privada en Madrid, y empezó a ayudar a su padre con las fincas, la ganadería y sus múltiples negocios. Ya no estaba en la sombra, al revés que el hijo ilegítimo más famoso de España: Manuel Díaz.

Ahora es difícil entender, si no se ha vivido (lo digo yo, aquí, la jóvena), la fama estratosférica de Manuel Benítez El cordobés. De analfabeto a millonario, estrella pop mundial, símbolo de España para Larry Collins y Dominique Lapierre en "... O llevarás luto por mí".

El título del libro venía de lo que le había dicho Manuel a su hermana Angelita, la que le crió tras la muerte de sus padres, cuando quiso ser torero: "O te compro un piso o te vestiré de luto". Al final le compró un piso. Get rich or die tryin'.

Y claro, las fans eran legión. En una ocasión se metieron tantas en el ascensor de su hotel, que se precipitó al vacío. Fue la peor lesión de su carrera. A él las mujeres le encantaban también, claro.

La otra protagonista en la sombra de esta historia es María Dolores Díaz. Hija de campesinos andaluces que para huir de la miseria emigraron primero a Cataluña y luego a Madrid, con 15 años entró a servir en una pasa pudiente de la calle de Alcalá. Allí conoció al Cordobés.

Guapa, rubia y de ojos verdes, Manuel Benítez le tiraba los tejos cada vez que visitaba la casa, y "todos le reían las gracias". Cuando María Dolores dejó la casa para trabajar de camarera en un bar, él la siguió y no paró hasta seducirla y llevarla a su piso de Doctor Esquerdo.

Se hicieron amantes y él "le consiguió un puesto de peluquera en la calle de la Montera, debía de ser la única de todo el gremio que tenía un chófer esperándola a la salida”. Pero ella no le amaba; él era muy garrulo, montabs números y siempre estaba rodeado de otras mujeres.

Una de ellas era la francesa Martina. En una ocasión, de mal humor tras una mala corrida, Manuel azuzó a María Dolores (a la que llamaba Marijose) para que se pegase con Martina “como a un gallo de pelea”. Ella se negó. Martina se convertiría años después en la esposa del torero.

"Marijose" se quedó embarazada y Manuel se hizo el tonto. Ella acabó volviendo a casa de sus padres, y cuando su padre se dio cuenta de que su hija había sido deshonrada, le dio una paliza con el cable de la plancha que casi tiene un aborto. Una película de terror.

Hubo varias idas y vueltas. En una ocasión, él se presentó ante la casa de sus padres con su Jaguar amarillo cuando ella aún estaba embarazada. Ella le dijo, pero a dónde vamos a ir, mira cómo estoy. Él no supo contestar, y se marchó.

Cuando el niño, Manolito, tenía 15 meses y vivía con su abuela, él fue a buscarla de nuevo y la instaló en el Hotel Wellington. Pero Manuel se fue de gira a América, y ella se quedó sola. Hasta que en bar del hotel conoció a un delineante llamado José Oñate, del que se enamoró.

José Oñate y "Marijose" Tuvieron 5 hijos en 5 años. En el barrio, todo el mundo sabía que Manolo era hijo de quién era. Vivían bien, hasta que en una escena como sacada de Love Actually, ella encontró un ticket de la joyería del Corte Inglés... Y en San Valentín no recibió nada.

Tras confirmar que Oñate le estaba siendo infiel, Marijose le dejó. Aquí la cosa se pone complicada porque se repartieron a los hijos y a uno no volvió a verle más. Intentó inútilmente buscar la ayuda del Cordobés. El pequeño Manuel era un calco de su padre, y quería ser torero.

Marijose trabajó de lo que pudo, y Manuel Díaz recuerda pasar privaciones, humillaciones y dejar pisos en mitad de la noche por no poder pagar el alquiler. Iba creciendo en él la idea de ser torero "para vengar a mi madre" y sacar a su familia de la precariedad.

En una ocasión, cuando el niño tenía 11 años y su madre llevaba un restaurante, se presentó allí Manuel Benítez. Se emborrachó, invitó a todos,“metía mano en la comida y asustaba a las chicas. "¡Marijose tiene perros en la barriga!", gritaba. "¡Me dejó y se fue a vivir con otro!”

En fin, una historia más compleja de lo que parece y jevi. Todo el mundo daba por hecho que era cierto, y cuando empezó a despuntar como torero, la prensa se rindió a la historia de Manuel Díaz. Su reivindicación parecía legítima, caía bien y despertaba la simpatía del público.

No sólo del público, también de muchos toreros, como Paquirri, que le protegió y hasta le brindó el último toro de su vida, en la plaza de Pozoblanco. Manuel contaría que se creó la imagen de un padre con retazos de distintos hombres que sí estaban en su vida, Paquirri incluido.

Y otra de edad figuras paternas vicarias fue, sí, José Luis Martín Berrocal, el padre de Vicky. Le conoció siendo ya un torero conocido. En una ocasión él le pidió que le dedicara un toro a su hija, que tenía entonces 19 años. "Joder, qué buena está", pensó Manuel al verla.

Manuel y Vicky iniciaron una relación secreta para casi todos menos para el padre de ella, que fue su cómplice y apoyo. Cuando anunciaron que tras cuatro años iban a casarse, público y prensa se relamieron de gusto con aquella historia.

Vicky pasó a ser famosa y habitual del Hola, encantado con esa belleza julioromeresca. Además, los padres de los novios eran amigos íntimos, y Berrocal intentó, sin conseguirlo, reunir a padre e hijo para la boda o en un encuentro privado.

La ceremonia fue cubierta por revistas y le dedicaron un kilométrico Extra Rosa. Todo era muy emocionante y como muy de copla. Aquí, con las ilustres secundarias. Más sobre el final del amor, la prueba de ADN, las relaciones de Vicky y etc, en el laaargo artículo del primer tweet

Menudo parejón que eran, la verdad. El torero capaz de caer bien incluso a muchos antitaurinos y la belleza de Julio Romero de Torres que no se quedó en posar y pasó a ser diseñadora.