La ilustradora Sarah Lee Bowdich (1791-1856) pasaba horas a la orilla del río, esperando ese instante en que los peces pican el anzuelo, para registrar sus verdaderos colores, que se desvanecen rápidamente después de la muerte.
Su historia empieza en África donde se quedó sola...
...tras la muerte de su marido, compañero de expedición.
Ambos habían viajado a África Occidental en dos ocasiones. Sarah Bowdich habría sido la primera mujer en estudiar e identificar varios especímenes de plantas en el África tropical.
Img: Misión Bowdich, Asante (Ghana) BL.
Su primera expedición fue entre 1816 y 1818. Tras regresar a Europa, visitaron al naturalista Georges Cuvier (1769–1832), que les permitió trabajar en sus colecciones y preparar un nuevo viaje de exploración a Gambia, en 1824. También tenían contacto con Alexander von Humboldt.
A los pocos meses de comenzar su segunda expedición al país africano, su marido enfermó y murió. Quedando viuda y con tres hijos que cuidar, Bowdich regresó. Cuvier fue su colaborador y mentor, ofreciéndole acceso a colecciones y recursos difícilmente accesibles a mujeres.
Tras su regreso a Londres, continuó sus trabajos de observación y publicó numerosos libros sobre historia natural. Entre esas publicaciones se encuentra un trabajo sobre taxidermia, trabajos iniciados junto a su esposo en sus viajes a África y una biografía de Cuvier.
Su libro más conocido fue "The Fresh-water fishes of Great Britain" (1828). Bowdich trabajó dibujando y pintando a mano y del natural, cada lámina individualmente, "del pez vivo inmediatamente después de salir del agua".
A diferencia de otras obras sobre anatomía de los peces, las pinturas de Sarah Bowdich son realistas y muy precisas, permitiendo ver el brillo de las escamas y la translucidez de las aletas.
La edición se limitó a 50 copias. A día de hoy es una de las más buscadas por los coleccionistas. En 2002, una de estas copias se vendió en la casa de subastas Christies por 31.070 GBP. christies.com/en/lot/lot-393…
📷Imagen de la botánica Elinor Frances Vallentin (1873-1924) pintando en su cuaderno.
Nació y vivió gran parte de su vida en una de las áreas más remotas de las Islas Malvinas. Se formó en botánica en Kew (Londres). A su regreso a Malvinas comenzó a estudiar la flora local...
y a pintar las plantas del natural. Le gustaba ilustrarlas vivas.
Al fin, se decidió a mostrar la flora de su tierra natal. Creó una colección de más de quinientos ejemplares de flores y plantas. En 1912, terminó su gran proyecto: un tratado sobre la flora de Malvinas, pero...
quedó embarazada de su primer hijo, que nació en 1913, postponiendo sus planes de publicación.
Sus dibujos habían sido exhibidos frente a la Sociedad Linneana de Londres, obteniendo el aplauso general. Desafortunadamente, su salud empeoró y no fue capaz de terminar su proyecto.
Decía el físico Richard Feynman que la ciencia permitía apreciar la belleza de la flor de una forma que va mucho más allá de la estética. Una dimensión que se adentra en lo invisible.
Hilo con tres formas de ver una flor: la Saxifraga blanca de la botánica Blanca Catalán de Ocón.
1. Mata de saxifraga blanca entre vegetació (1988). Arxiu Fotogràfic Centre Excursionista de Catalunya. Joaquim Isant i Ferrer.
Pocas veces vemos esta planta en su hábitat original. Así la pudo encontrar Blanca Catalán de Ocón, al descubrirla, en 1878, entre valles turolenses.
“Quien haya logrado escapar a las tormentas de la vida, que se interne conmigo en los bosques (...) A ellos habla el coro del mundo. Solo en las montañas está la libertad. Allí donde no llega el aliento de las tumbas y el hombre no contamina el mundo con sus miserias”. (Humboldt)
Elizabeth Blackwell (c.1700-1758) es una de las primeras ilustradoras botánicas que completó su propio herbario (lo escribió, grabó y pintó).
"A curious herbal" (1737-39) tenía el propósito de financiar las deudas un marido encarcelado.
👉Va drama-hilo botánico de viernes.
El marido era un tipo un poco turbio. Ejercía como médico sin formación ni licencia. Le pillaron y ambos tuvieron que huir a Londres. Se establecieron allí y crearon una imprenta, de nuevo, sin los permisos reglamentarios.
Multa, impago y directo a la cárcel.
Su marido, en la prisión de deudores, seguiría encerrado hasta que pagara todo lo que debía.
Ella se quedó sola y con un hijo al que mantener. Decidió aprovechar la imprenta. Debía publicar algo que le asegurase un éxito comercial. El interés por la botánica era creciente.
Hoy hablamos de un trozo de tela, pero no es un trozo de tela cualquiera. Es un fragmento de un vestido diseñado por una artista botánica: Mary Delany (1700-1788). Este retal se consideró tan valioso, que su familia lo hizo enmarcar para conservarlo como una obra de arte.
Los collages botánicos de Mary Delany, consistían en diminutos fragmentos de papel coloreados a mano sobre un fondo negro, como comenté aquí:
Pero la correspondencia de Mary Delany, nos confirma que también estaba interesada en el diseño de moda a través de elementos florales. Las plantas y flores, que ella misma estudiaba y reproducía, tenían un valor científico y artístico. Delany convierte la botánica en diseño.
Ellen Hutchins (1785–1815) fue la primera mujer botánica de Irlanda. Empezó a recolectar plantas tras una enfermedad, por recomendación médica. En aquella época se decía que las ciencias naturales eran buenas para la salud: proporcionaban ejercicio al aire libre y paz mental. 👇
Su médico, el Dr. Whitley Stokes, que también era botánico y más majo que las pesetas, permitió que Hutchins usara sus libros y le presentó a otros colegas botánicos. Tras su recuperación, nunca abandonó la investigación. Se centró en descubrir nuevas especies de musgos y algas.
Hutchins también fue una talentosa ilustradora botánica. Limitada por su frágil salud y compromisos familiares, logró identificar y catalogar más de 1.000 especies de plantas. Contribuyó con registros e ilustraciones a las obras de los principales botánicos de la época.
"La Guerra de las Dos Rosas", ilustrada por la artista Jane Elizabeth Giraud (1810-1868).
Esta es una historia donde el arte se encuentra con Juego de Tronos, Shakespeare, Alicia en el País de las Maravillas y la ilustración botánica.
¿Te la cuento?
La guerra de las dos rosas fue una guerra civil que enfrentó a los Lancaster contra los York por el control del trono inglés a finales del siglo XV. Las dos familias inspiraron los argumentos de George R. R. Martin en "Canción de hielo y fuego": Lannister y Stark.
Alicia en el país de las maravillas pintaba las rosas como símbolo de lealtad a la reina roja.
La rosa blanca era el símbolo de la Casa de York, mientras que la rosa roja era el emblema de la Casa de Lancaster. 🌹