Para empezar debemos saber que los probióticos son microorganismos vivos. La misma palabra lo dice PRO (a favor) BIO (vida).
Para que un probiótico sea bueno para la salud necesita cumplir con estas características:
1. Tener evidencia científica detrás (SIEMPRE).
2. Estar vivo y sobrevivir durante la etapa de fabricación (cuando se añade a un alimento) y durante la digestión (sobrevivir al pH)
3. Consumirse en una cantidad efectiva.
4. Deben ser inocuos, o sea, no deben tener efectos adversos.
5. Si los encontramos combinados en un suplemento dietético, debe existir evidencia científica sobre su sinergia.
Los probióticos más usados pertenecen a estos géneros:
Lactobacillus, bifidobacterium, Saccharomyces.
En Estados Unidos están regulados por la FDA y en Europa por la EFSA.
El intestino tiene dos tipos de bacterias, las buenas y las malas. A esto se le llama MICROBIOTA.
A nosotros nos interesa tener una microbiota saludable, o sea, tener más bacterias buenas que malas.
Los probióticos (bacterias buenas) y la nutrición están de moda últimamente porque se han encontrado muchas ventajas.
Entre estas, la influencia positiva sobre el sistema inmunológico y la microbiota.
Algunos probióticos siguen en estudio pero en general, los probióticos ayudan gracias a la formación de ácidos grasos de cadena media en el intestino, a la inhibición de algunas proteínas y a la producción de sustancias favorables para el sistema inmune.
Un ejemplo es el Lactobacillus Acidophilus.
Se ha visto que este bacilo promueve la inhibición in Vitro de una proteína llamada NPC1L1.
Esta proteína está implicada en la absorción intestinal de colesterol.
Al no haber tanta proteína, no se absorbe tanto colesterol.
Y es así como L. acidophilus presenta actividad hipocolesteromiante.
O sea, la suplementación con lactobacillus Acidophilus es buena idea para pacientes con colesterol alto.
Los probióticos se encuentran en la leche, el yogurt, el kefir y todos los productos fermentados.
También en suplementos dietéticos en forma de ampolletas, sobres o cápsulas.
Y en LA LECHE MATERNA.
Hay muchos probióticos y todos sirven para cosas diferentes.
En general sus usos son:
intolerancia a la lactosa, colesterol alto, obesidad, intestino irritable, uso de antibióticos, infecciones por otras bacterias, intolerancia al gluten, ateroesclerosis, antitumoral, etc.
Mi recomendaciones son 2:
1. Usar un suplemento de probióticos nunca va a hacer daño, al contrario, ayudará a la microbiota. Así que, adelante.
2. Si tienen un problema particular por resolver, acérquense a un médico que sepa para qué sirve cada uno.
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