Thread by @tamairycabrera

#CuentosIntensivos

La escondida

Cómo el tema de maltrato y abusos al personal de salud está en la palestra de esta red zoocial les voy a contar una experiencia que tuve cuando era una muchachita.

Para aquella época yo tenía 19 años, estaba recién graduada,

Haciéndole caso a mi mamá fui a parar de cabeza en un hospital muy famoso de CCS porque según ella "ese es un hospital TIpo IV, pagan bien y vas a aprender un montón" para aquella época yo no sabía nada de UCI, era una jojotica. Lo que sabía era lo aprendido en la universidad

Antes, para trabajar en una institución pública primero debías hacer 15 días de pasantía no remunerada, después suplencias y si al hospital le daba la gana, después de mil años finalmente te daban tu cargo en el hospital.

En ese momento, ya había hecho las pasantías

Y estaba casi pegada al teléfono esperando alguna suplencia, el tan ansiado momento había llegado, me dieron una suplencia en el área de cirugía cardiovascular en el turno nocturno.

Mi mamá siempre me advertía de los peligros nocturnos del hospital y de sus zonas aledañas

Cuando me tocaba guardia, siempre me iba temprano para llegar con la luz del día al hospital, me sentaba en el cafetin a esperar que fueran las 6pm para ir a cambiarme. Las enfermeras del turno no dormían en las habitaciones destinadas para enfermería, éstas quedaban

Varios pisos más arriba y nadie se iba a ir de madrugada por las escaleras. Dicho por ellas mismas "será para que nos violen en las escaleras" así que dormíamos en el servicio en alguna habitación desocupada.

Todas las noches, al recibir la guardia echábamos llave a las puertas

Del servicio. Familiares y pacientes contaban que en las noches la delincuencia se alborotaba y los malandros iban piso por piso buscando a quienes robar. Les estoy hablando de hace 20 años.

En el servicio de cardiovascular se atendían pacientes con enfermedades

Del corazón y las más temidas: los post operatorios de cirugía cardiovascular, en especial a los malandros que les reconstruían las venas o arterias producto de heridas por arma blanca o de fuego.

Esa noche, teníamos la sala full. Había un paciente que era malandro y en una riña le cayeron a machetazos en un brazo. Todo el personal sabía que ese paciente era peligroso, de paso el tipo era un sádico con las enfermeras. El paciente estaba esposado y tenía un policía al lado

Estaba solo en la habitación, nadie quería estar cerca de él por las barbaridades que les decía a las mujeres. El tipo, por mala vaina, se le infiltró la vía y había que cambiarla para pasar el tratamiento. Ninguna de nosotras quería hacerlo. Llamamos a un masculino

Para que nos acompañara. El colega no pudo ir y al final fuimos las dos únicas enfermeras del turno a ponerle la vía.

El tipo era asquerosisimo por esa boca, nos decía cualquier cantidad de vulgaridades, creo que hasta una erección tuvo

Le pusimos la vía, montamos el tratamiento y salimos de ahí corriendo. La familia de ese paciente era problemática, de esas que arman escándalos por todo, la madre era Malandrisima y nos amenazaba con matarnos si no hacíamos lo que ellos querían.

Una noche, después de hacer todo lo propio, nos sentamos en el estar de enfermería. El paciente seguía ahí, el policía nos había dicho que iba a fumar a planta y nosotras nos quedamos ahí solas con los pacientes, al cabo de unos minutos entraron al servicio dos tipos armados.

Vi esa vaina y me cagué horrible, tanto que me metí debajo del estar y no salí hasta que el silencio se hiciera presente, los tipos recorrieron las habitaciones, cuarto por cuarto buscando al tipo. Le preguntaron a la otra enfermera y ella le dijo que no estaba ahí

Yo estaba abajo, en el piso temblando al borde del llanto. Por vainas de la vida, no entraron al cuarto en dónde estaba el delincuente. Los carajos se fueron y mientras se iban decían: "aquí no ha pasado nada, no han visto nada" salieron del servicio y se perdieron en el hospital

Las dos estábamos heladas y muy asustadas, minutos después llegó el policía, cerramos el servicio y preparamos un té. Nos quedamos mudas, no hablamos nada en toda la noche. Esa noche no dormí, pensaba que los delincuentes se iban a devolver.

El turno se me hizo eterno, estaba ansiosa porque amaneciera, en lo que salió el sol, entregué y salí corriendo de esa mierda sin mirar para atrás. Más nunca regresé. Le agarré un miedo tan arrecho a ese hospital que años después cuando Intensipapá comenzó a trabajar ahí

No dormía pensando en que lo iban a joder/robar o alguna vaina. Una noche apuñalaron a un anestesiólogo saliendo de quirófano y yo estaba como loca llamándolo porque él estaba de guardia allá.

Yo a ese hospital le hice la cruz, por muy arrecho que fuera académicamente hablando