La confusión de «libertad» con «libertinaje» ha hecho muchísimo daño a nuestra sociedad. Esa «libertad para hacer lo que te de la gana» es, en realidad, una perdida del sentido y el propósito de uno, la anulación de la disciplina y orden, la libertad para esclavizarse uno mismo.
«Tu moral es liberticida, al menos soy libre» –Exclamó el hombre de casi treinta años que aún vive con sus padres, no sale de su habitación ni socializa con nadie al grado de desarrollar una leve misantropía, come en exceso cualquier chatarra que pille y es adicto al p0rno.
Su salud, tanto física como mental, van empeorando, con cero interés en formarse, cultivarse y encontrar un sentido propio, todo los estímulos los recibe de estar abstraído en videojuegos y la masturbaci0n. No trabaja, no estudia, su vida es triste y carente de propósito.
Ojo, no hablo de trabajo asalariado ni educación obligatoria, sino de cualquier trabajo o estudio llevado por su cuenta, haber encontrado el sentido de sí y dedicarse a eso que te gusta. Hacer «lo que te de la gana» no es encontrar sentido ni lo que te gusta, es escapismo.
¿Qué tan ab0rregad0 tienes que ser para que el único motivo que te levantes a protestar son motivos tan superfluos y banales como que X megacorporación le ha censurado las t3t4s a tu personaje favorito de tu videojuego favorito para contentar a un grupo político en particular?
Eso no es ser libre, no es libertad, es libertinaje: es degradarse a uno mismo al punto de convertirse en esclavo de sus instintos más primitivos, del aislacionismo escapista y del consumismo (Auto-esclavitud).
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