Por ser hoy Cristo Rey os traigo esta obra de Balthasar Permoser un escultor barroco nacido en Salzsburgo.
Se llama el Triunfo de la Cruz
Se puede dividir en tres partes.
En el fondo encontramos el abismo del olvido representado por la tierra que se abre y las rocas que caen.
La izquierda, la Lujuria representada como una figura femenina sosteniendo un escorpión (símbolo de la traición).
A la derecha, Satanás también emite un grito de derrota y sostiene un grillete, símbolo de su caída y su papel de esclavizador. (no tengo fotos M grandes, lo siento)
Las dos figuras infantiles que se acarician representan amores impuros y de ahí su ubicación a la entrada del abismal Infierno.
El amor desordenado, (Lujuria), las desviaciones del amor (amor propio y vanagloria por ejemplo) y el rechazo total al amor (Satanás) son arrojados al Infierno que es el lugar de la ausencia total del amor.
Porque el verdadero amor, el Amor con mayúsculas ha vencido.
El nivel medio es un globo oscuro que representa el mundo, montado a horcajadas por una figura esquelética tallada en marfil de la Muerte y una serpiente (pecado) que se retuerce.
La muerte lleva un pergamino que dice:
"Fide Cruci Cuncta Hoc pen det Victoria Signo. Hoc Mundus, Demon, Mors, Caro victa jacent." (Confianza en la cruz. Toda la victoria depende de este signo. A través de él, el mundo, el diablo, la muerte y la carne son derrotados)
Hay una segunda inscripción que dice:"In hoc Signo Victoria et Salus". (En este signo está la victoria y la salvación.)
El nivel superior es una Cruz glorificada con pequeñas figuras de putti que adornan los rayos de gloria que estallan rodeando un delicado Cristo de marfil.
Toda esta obra es una representación del triunfo de Cristo sobre el mundo, el diablo, la muerte, la carne y el pecado. También es la meditación personal de Permoser sobre la esperanza frente a la lucha humana con la corrupción espiritual y la muerte y decadencia corporales.
El Amor es más fuerte que todo eso. En la Cruz brilla la Luz de la gloria que disipa las tinieblas para ver claramente a la Verdad triunfar sobre el engaño.
El engaño, el falso amor y la muerte han sido derrotados y el Amor, la Verdad y la Vida reinan para siempre. #CristoRey
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La Beata Isabel Canon Mora escribe en su Diario: "el 2de noviembre de 1822 recordé que comenzaba el octavario por los fieles difuntos y oré al Señor con fervor por ellos. Le dije:
Dame la llave de esta horrible cárcel, como otras veces te has dignado darme, porque siento un gran deseo de sacar del purgatorio a aquellas almas santas.
Os suplico esta gracia por los méritos infinitos de vuestra pasión y muerte..,
Señor me dijo: Preséntate a aquella cárcel y dales la consoladora noticia de que pronto estarán conmigo en el paraíso. En aquel momento, aparecieron tres ángeles, que me acompañaron a la cárcel del purgatorio...
Antes de que se acabe la fiesta de Cristo Rey os doy cuatro ideas rápidas para preparar un rincón en casa.
(para los amantes de la liturgia doméstica 😉)
Empezamos con un esto: Un Cristo entronizado, una Biblia, una vela, etc.
Suficiente para ayudar a crear un clima de oración
Si tenéis un busto bonito, bastará con poner unas velas alrededor en un lugar central de la casa.
Un rincón con Iconos para espacios pequeños. El detalle de la palma es muy bueno, recuerda a la entrada en Jerusalén.
La Vble. Ana Catalina Emmerick siendo niña, fue conducida por su ángel al purgatorio.
"Ví allí muchas almas que sufrían vivos dolores y que me suplicaban orara por ellas. Parecía un profundo abismo...
Allí vi hombres silenciosos y tristes en cuyo rostro se conocía, sin embargo, que en su corazón se alegraban como si pensaran en la misericordia de Dios.
Conocí que aquellas pobres almas padecían interiormente grandes penas.
Cuando oraba con fervor por las benditas ánimas oía muchas veces al oído voces que me decían: Gracias, gracias...
Siendo mayor iba a misa a Koesfeld. Para orar mejor por las ánimas benditas tomaba un camino solitario.
"Durante el transcurso del día, recuerda tan a menudo como sea posible que estás en la presencia de Dios. Considera lo que Dios hace y lo que estás haciendo. Verás Sus ojos dirigidos hacia ti y fijos constantemente en ti con un amor incomparable.
Dile: 'Oh Dios, ¿por qué no te miro siempre, como tú siempre me miras a mí? ¿Por qué piensas tan a menudo en mí, oh Señor, y por qué pienso tan pocas veces en ti?"
Estaba leyendo esta frase de San Francisco de Sales.
Elevar la vista buscando la mirada de Dios debería ser una respuesta a la impresión de sentirse uno mirado.
Cuando vas por la calle a veces tienes la impresión de que alguien te está mirando, lo mismo pasa en el interior, en una reunión con gente.