🎙 #Ahora La semana pasada, una bala de la PolicĂa de la Ciudad se atravesĂł en la vida de Lucas González y nos dejĂł el corazĂłn hecho pedazos. Hoy, abrazamos a su mamá Cinthia y la acompañamos en su grito de justicia: ¡basta de gatillo fácil! ✊🏾
“Estamos destruidos, cada dĂa que pasa se siente más la ausencia de Lucas. Yo, como mamá, me levanto porque tengo dos hijos, sino no podrĂa, es lo que me da fuerzas porque estoy muerta en vida", Cinthia LĂłpez, mamá de Lucas González.
"Quiero justicia, pero mi vida ya no va a ser la misma: perder un hijo es lo peor que te puede pasar en la vida. Me pongo en el lugar de esas madres que no pueden tener justicia y la verdad me mata", Cinthia López, mamá de Lucas González.
"La doctora me dijo que Lucas era muy sano y los Ăłrganos se podĂan salvar. Dije que sĂ, y me puse a pensar que a mi hijo no lo tengo más, pero hay otras familias que están esperando un Ăłrgano: me dijeron que Lucas salvĂł 3 vidas. Me hace pensar que lo tengo acá", Cinthia LĂłpez.
"Lo Ăşnico que quiero es que los policĂas involucrados vayan a la cárcel. Lograron plantar un arma, podrĂan haber matado a los 4 chicos: quiero perpetua para todos”, Cinthia LĂłpez, mamá de Lucas González.
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En el barrio Fiske Menuco, en RĂo Negro, logramos levantar nuestra defensa contra el hambre: el espacio para el merendero “Sueños Revolucionarios” y las ollas populares donde cocinamos para más de 300 personas.
Con los ovarios y los barbijos bien puestos, cocinamos para familias de hasta ¡12 integrantes! En cada esquina resuena el mismo eco: vecinas pidiendo para nueve personas, cuando son 11 en la casa y los adultos dejan de comer para que los más chicos llenen su panza.
SĂłlo faltan dĂas para que el invierno entre a patadas dentro de nuestras casas, aunque ya se sienten las ráfagas heladas cuando prendemos el fuego en los anafes. Usamos por lo menos 15 garrafas por mes sĂłlo para cocinar, cuando cada una cuesta 800 pesos, ¡son 12 mil pesos de gas!
"TenĂamos siete pozos de los cuales sacábamos un poco de agua para usar cada dĂa, pero con el paso del tiempo se fueron secando y quedamos sin la Ăşnica fuente que habĂa para toda la comunidad", Alfredo GĂłmez, vecino de Colonia Chazal, Tucumán.
"Desde el 2009, por consecuencia del avance de San Pablo Country & Golf, poco a poco vaciaron las napas al desviar los cauces de agua. Hoy, en medio de una pandemia donde el agua es la mayor defensa para no morir, no tenemos acceso al agua potable", Alfredo GĂłmez.
Para estudiar en la presencialidad tenemos muchas dificultades estructurales, porque el @gcba se empeña en recortar el presupuesto de infraestructura escolar. ¡Ajustaron el 70% cuando más se lo necesita!
Nosotras no podemos parar. No es posible, porque más de 70 mil cocineras comunitarias en el paĂs sostienen 10 mil comedores dĂa a dĂa. Nosotras ponemos el cuerpo constantemente para que diez millones de personas no se queden sin comer.
SĂłlo en La Poderosa hay 1700 cocineras en la primera lĂnea de fuego, sin salarios ni vacunas, que preparan el plato de comida para más de 40 mil vecinos de nuestras asambleas.
"Siento mucha preocupación porque hay gente que necesita ese plato de comida; gracias a la organización, pudimos resolver que otras personas se ocupen, porque cada vez son más familias con hambre", Victoria Navarro, del comedor y merendero "Arrinconados Poderosos". Tucumán.