Ayer vimos los estertores del centralismo mexicano, tal y como lo conocimos los últimos 60 años.
Si el centralismo sobrevive al desgaste actual, será ya sobre otras bases, menos civilizadas, más coercitivas.
Justo eso se está decidiendo AHORITA.
Si el centralismo sobrevive al desgaste actual, será ya sobre otras bases, menos civilizadas, más coercitivas.
Justo eso se está decidiendo AHORITA.
Por eso ayer vimos, en cdmx, a políticos de todos los colores validando al régimen: gobernadores azules tomándose foto con la regenta; senadores de "el grupo plural" (sus mamadas) otorgando interlocución al vocero del Grupo Puebla.
Porque están acordando lo que vendrá.
Porque están acordando lo que vendrá.
Y lo que están acordando esos personajes es, primero, la preservación del sistema; luego, su propia relevancia y eventual trascendencia dentro de él; después, los mecanismos para asegurar ambas cosas; y AL FINAL, la forma de validar todo eso desde la sociedad.
Y esa sociedad está haciendo MUY POCO por incidir en ese proceso, que de por sí la considera como último tema.
Así visto, lo que viene pinta MAL.
Y aunque filosóficamente esa consecuencia es idónea, pragmáticamente está de la verga.
El que tenga ojos, que vea.
Así visto, lo que viene pinta MAL.
Y aunque filosóficamente esa consecuencia es idónea, pragmáticamente está de la verga.
El que tenga ojos, que vea.
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