Acabada la Segunda Guerra Mundial y sin “necesidad” de invertir dinero en investigación militar, parte de la investigación se centra en encontrar nuevos fármacos.
Todos hemos oído hablar de Prozac o Valium, pero antes que ellos se empleaba otro medicamento, vamos con el…🧵
Frank Berger es un médico checo que trabaja para el Laboratorio Británico Wallace.Estaba buscando alguna sustancia que fuese útil frente a bacterias resistentes a penicilina, llegando a un compuesto conocido como Mefenesina.
Mefenesina como tal se conocía ya desde 1908, utilidad como antibiótico no tenía ninguna, pero en los ratones de laboratorio causaba una especie de parálisis con relajación muscular y somnolencia, efectos que además eran reversibles.
Berger, junto al químico W. Bradley, comenzaron a probar en humanos en 1946 a dosis bajas.
Los pacientes estaban menos tensos pero los efectos no duraban apenas.
En 1947, modificando la estructura de Mefenesina llegó a Meprobamato.
Conservando los efectos relajantes de Mefenesina, sus efectos eran más prolongados. Se comercializó con el nombre de Miltown, en honor a una zona residencial cercana.
Miltown se convirtió en el fármaco más vendido en la historia de Estados Unidos.
Se vendía como tranquilizante que no afectaba ni la capacidad intelectual ni la coordinación.
Miltown apareció en la revista Time, con el sobrenombre de píldoras de la mente.
Miltown se receto muchísimo a mujeres estadounidenses, la publicidad se dirigía a embarazadas incluso.
Miltown fue la primera droga psiquiátrica que tuvo impacto cultural en Estados Unidos, sentían que tras trabajar duro merecían algo que les ayudara a superar el día a día.
Con el tiempo se vio que existía un riesgo elevado de producir dependencia.
Además se empezaron a observar sobredosis letales, solo o mezclado con alcohol, y fue adquiriendo un segundo plano con la aparición de Valium en 1963, benzodiacepina con mayor perfil de seguridad y mucho más económica.
FIN.
Como no todo el mundo tiene que estar familiarizado con lo que puede adquirir o no sin receta, aquí viene un repaso…
Lo más importante a tener en cuenta es la simbología que aparece en el cartonaje de los medicamentos.
Todos los medicamentos que precisan de prescripción médica tienen junto a un código numérico un círculo.
Según el tipo de medicamento que sea, ese círculo será hueco, negro completamente o mitad y mitad.
En las fotos se ve un ejemplo de cada uno.
Además de ese círculo, en el cartonaje llevan la leyenda “medicamento sujeto a prescripción médica” .
En resumen, si acudes y pide algún medicamento que lleve lo anterior expuesto, no podrás adquirirlo sin la correspondiente receta.
En una época en la que no existían los antibióticos, los enfermos sifilíticos tenían como secuela la pérdida de la nariz…pero siempre hay personas pioneras intentando mejorar la vida y calidad de los demás.
Aquí es donde interviene el padre de la cirugía plástica. 🧵
Gaspare Tagliacozzi ( 1545-1599) fue un médico italiano que desarrolló una técnica llamada “colgajo de antebrazo”.
Esto no era otra cosa que una reconstrucción nasal, que consistía en tomar un colgajo de piel del antebrazo y adherirlo a la nariz mutilada.
Se tenía que mantener así hasta su total adhesión.
En la intervención había un sastre, que fabricaba un arnés a medida que hacía las veces de cabestrillo para inmovilizar el brazo. A las 2-3 semanas, se seccionaba y se separaba el brazo de la nariz ya reconstruida…
¿Qué relación puede existir entre el cuento de Alicia en el País de las Maravillas y la intoxicación por Mercurio?
Todos conocemos a ese extraño personaje de comportamiento impredecible que es el sombrerero loco ( Mad Hatter), con su raro concepto del tiempo.
Pues bien, los sombrereros ingleses durante los S. XVIII y S.XIX, era común que tuvieran una enfermedad conocida como Hydrargyrismo, que no era otra cosa que un envenenamiento por Mercurio provocada por la inhalación de sus vapores.
Los sombreros de aquella época se hacían con dos tipos de piel, de Castor o de Conejo, la de conejo era la más barata.
La piel de conejo se hacía un proceso llamado carroting, que consistía en usar nitrato de Mercurio y darle un tono mate a la piel.
Tras convertir la piel…
Existe una leyenda, urbana o no, sobre la fundación de la Universidad de Stanford.
Según esta leyenda, Leland Stanford y su mujer, perdieron a su hijo en un accidente. El hijo había estudiado en Harvard durante un año completo, y adoraba su vida allí y la universidad.
Por eso, sus padres, que eran de aspecto humilde y de trato también humilde, querían dejar un recuerdo imperecedero en la Universidad para siempre.
Se acercaron a ver al Rector de la Universidad, y su secretaria después de mirarlos por encima del hombro debido a su aspecto…
los hizo esperar horas.
Al ver que no se marchan, no le quedo otra, que ponerles en contacto con el Rector.
Tras escuchar a los padres, el Rector les dice “ Señora, si cada vez que un estudiante falleciera, pusiéramos una estatua, el campus se convertiría en un cementerio.
Años 70, y una pareja como tantas otras, en busca de ampliar familia. A pesar de intentarlo como sino hubiera mañana, no estaban teniendo suerte, como tantas parejas buscaron ayuda profesional, dieron con un ginecólogo, Christopher Steptoe, dispuesto a ayudarlos…
Christoper Steptoe trabajaba con colaboración con Robert G. Edwards.
Edwards era un científico de reputación internacional con conocimientos en genética, inmunología y embriología.
Su campo de trabajo era el problema de fertilidad en humanos, que tantos sinsabores causa.
Había hecho experimentos con embriones de ratones, y pensaba que sería posible hacerlo con un ovocito humano y luego implantarlo en el útero.
Al no ser médico, no tenía grandes oportunidades de obtener óvulos humanos.
Leyó un artículo de Steptoe sobre “laparoscopia y ovulación”
Hasta que se empezó a usar el predictor, en el siglo pasado, era habitual utilizar ranas en los test de embarazo, este test de la rana, que era bastante fiable (95%) se lo debemos al doctor Lancelot Hogben…
En 1937, Hogben junto con el genetista Francis Eley Crew importaron 1500 ranas Xenopus desde Sudáfrica al Reino Unido.
A los dos años, ya sabían cómo criarlas en el laboratorio, está rana, conocida como de uñas africana era el espécimen perfecto.
Después de hacer “perrerias” a las pobres ranas, dio con un método que se utilizaría en todas las clínicas del mundo.
La técnica consistía en inyectar bajo la piel de una rana hembra la muestra de orina de la mujer.