Thread by @MelaniaMely

Tras la reciente y lamentable muerte de Verónica Forqué, quiero contar la historia de mi #depresión. Una historia que solamente conocemos mis médicos y yo y que nunca he contado a nadie por miedo y vergüenza. Ni mis hijos la saben, seguramente se enterarán ahora si leen esto.

Si esta historia ayuda aunque sea a una persona, me doy por satisfecha. Puedo documentarla porque conservo partes médicos y el diario que llevaba en ese año.
Todo empezó el 2-2-1998. Yo estaba casada y tenía tres niños de 12, 5 y 3 años. Esa noche empecé a hacer la cena,

una tortilla de patatas (nunca lo olvidaré) mientras mis hijos veían la tele en el salón. De repente, me vi cogiendo un cuchillo y yendo al salón a hacerles daño a mis hijos. Me empezaron a temblar las piernas y un sudor frío recorrió mi cuerpo.

Llamé a mi madre que vivía en el piso de arriba y me dejé caer en una silla. Solo atinaba a decirle llorando que me encontraba muy mal, que acabara ella la cena. Vino mi marido y nos fuimos a urgencias. Me dijeron que era un ataque de ansiedad y me mandaron Diazepán y a casa.

Al día siguiente fui al médico de cabecera y le conté todo y le pedí que me mandara a un psicólogo o psiquiatra. ¿Su solución? Orfidal y pasados unos días veríamos si me derivaba al especialista. Yo no me quedé tranquila, mis pensamientos eran demasiado horrorosos.

Llamé al Ayuntamiento de Murcia y pedí ayuda. Me mandaron a la Concejalía de Bienestar Social Sanidad y Familia y tuve suerte de encontrar a alguien que me escuchó. Con ese informe mi médico me mandó al psiquiatra y empezó mi tratamiento.

Hay dos tipos de depresión: #depresiónendógena y #depresiónexógena. La primera se debe a que tu cerebro no produce los elementos bioquímicos necesarios (será necesaria medicación), y la segunda es debida a factores externos.
psicologia-online.com/diferencias-en…

Empecé la medicación pero no mejoraba. Las noches eran horribles, seguía teniendo pensamientos terroríficos y el miedo a causar daño a mis seres queridos era insoportable. Gente cercana me decía que no entendían cómo podía estar así, que valorara todo lo que tenía.

Que pusiera de mi parte para salir de esa situación. Es lo PEOR que puedes decir a una persona deprimida pero eso solamente lo sabe alguien que ya ha pasado por esa situación. Una tarde sentí la imperiosa necesidad de acabar con mi vida de una vez por todas.

Pensaba que sería lo mejor. Que mis hijos eran pequeños y con el tiempo olvidarían. Que mi marido era joven y reharía su vida. Que mis padres dejarían de sufrir por verme así. Y en un segundo de lucidez, llamé al #teléfonodelaesperanza. Me dieron cita y empezó mi salvación.

Tuve la suerte de dar con una psicóloga maravillosa de la que, por desgracia, no recuerdo el nombre, pero entre las sesiones y la medicación que reajustaron un par de veces, conseguí salir de ese pozo. Nota que escribí al empezar todo.

Después de más de 20 años de ese día, sigo con la medicación muy reducida pero no puedo dejarla del todo porque mi cerebro la necesita para funcionar. Tengo días mejores y peores, como todo el mundo, pero no he vuelto a tener pensamientos dañinos contra mí ni contra nadie.

Es importantísima la atención inmediata ante síntomas de depresión. No se puede esperar 5 o 6 meses o más para una cita con un psicólogo o psiquiatra. Los profesionales están para atendernos y cuidarnos pero el Estado debe poner los medios para ello.

Y es igual de importante que ante cualquier síntoma que sintamos pidamos ayuda. A tu familia, a tus amigos, a tu médico, a quien tengas más cerca. PIDE AYUDA, habla, cuenta lo que sientes, por experiencia sé que es muy difícil salir de una depresión tú solo.

#Teléfonodelaesperanza #Murcia: 968 34 34 00.

En casi todas las ciudades españolas hay uno.

#Noestássolo #Prevencióndelsuicidio #VisibilizaciónALaSaludMental