Este es el rostro de una de las peores tragedias en la historia de Boyacá: el envenenamiento masivo de Chiquinquirá. El 25 de noviembre de 1967, 78 personas, en su mayoría niños y niñas, murieron tras consumir pan contaminado.
La tragedia se desató cuando una botella de un potente plaguicida se derramó accidentalmente sobre varios bultos de harina mientras eran transportados desde Bogotá. La harina tenía como destino una de las panaderías más populares del pueblo.
Apenas unas horas después del desayuno, las primeras víctimas comenzaron a manifestar síntomas de envenenamiento: desmayos, problemas respiratorios y dolores generalizados. Pronto el hospital, que apenas contaba con tres médicos, se vio superado por la situación.
Aunque oficialmente se habló de 78 muertes, la gente del pueblo habló de más de 300. La tragedia fue tal que la Gobernación asumió los costos funerarios. “No tuvimos nada que celebrar ese diciembre”, recuerda uno de los sobrevivientes cuando le preguntaron por la Navidad del 67.
Tanto el conductor que transportó la harina como el dueño de la panadería fueron apresados, pero pronto fueron liberados. El panadero que hizo el pan estuvo entre las víctimas mortales. El niño de la fotografía, Carlos A. Romero, sobrevivió, aunque perdió a una de sus hermanas.
Cinco años después de la tragedia, @DanielSamperPi escribió una crónica sobre los hechos. Encontró que todavía se vendía el plaguicida que había ocasionado el envenenamiento. Uno de los vendedores se excusó diciendo: "Se vende como pan". lanuevaprensa.com.co/component/k2/e…
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Uno de los hechos más absurdos de la historia de la tauromaquia en Colombia ocurrió en Cartagena el 18 de diciembre de 1966. Ese día se presentó en la Plaza de Toros de la Serrezuela el torero español Manuel Luis Ríos, más conocido como "El Pinturero".
El espectáculo del "Pinturero" consistía en llegar en paracaídas a las arenas de la plaza de toros. Se lanzaría desde una pequeña avioneta que volaría sobre los cielos de la ciudad amurallada.
A las 4 pm de ese día los asistentes de la plaza estaban expectantes. Pero "El Pinturero" jamás tocó la arena. Los asistentes observaron al "Pinturero" surcar los cielos camino hacia el mar. Un pescador rescató su cuerpo todavía enredado en su propio paracaídas.
Si alguna vez se consumieron seres humanos en Haití, fue durante la era de las plantaciones. Para la historiadora Aline Helg, las plantaciones establecidas por los franceses en Haití a finales del s. XVIII eran sistemas antropofágicos.
Las plantaciones eran la unidad productiva más rentable durante la era colonial. A finales del s. XVIII, las plantaciones en Haití producían la mitad del azúcar que se consumía en el mundo. La producción se basaba en el uso masivo de mano de obra esclavizada.
La vida era frágil en las plantaciones. La mitad de las personas esclavizadas que trabajaban en una plantación morían en el curso de los primeros 8 años de su llegada a causa de la desnutrición, el maltrato y las extenuantes jornadas de trabajo.
Para la investigadora caribeña Kamala Kempadoo, el turismo sexual en el Caribe tiene raíces históricas que se remontan a los tiempos de la esclavitud. Ambas instituciones se basan en la racialización y explotación del cuerpo de las mujeres caribeñas.
Durante la esclavitud, se consideraba que el cuerpo de las mujeres negras, esclavizadas o no, estaba a disposición del hombre blanco. La perpetuación de estructuras de desigualdad de clase y raza después de la abolición de la esclavitud facilitó el incremento de la prostitución.
Durante el siglo XIX, los gobiernos coloniales en el Caribe no prohibieron la prostitución. Solo la regularon a través de medidas higienistas y de control social. Durante el siglo siguiente, se convirtió en una de las prácticas fundamentales de la nueva industria turística.
Durante el primer siglo de la república, tanto liberales como conservadores construyeron representaciones negativas y esencialistas sobre indígenas y personas negras. Sus pensamientos se alinearon con nociones de civilización/barbarie y racismo científico.
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Francisco José de Caldas, uno de los líderes de la independencia, dijo que el hombre negro era: "lascivo hasta la brutalidad", "ocioso", "pasa sus días en el seno de la pereza y de la ignorancia. Vengativo, cruel, celoso con sus compatriotas".
El presidente Santiago Pérez, tras visitar Chocó en 1853, comentó que allí solo pudo ver: "la salvaje estupidez de la raza negra, su insolencia bozal, su espantosa desidia, su escandaloso cinismo".
En 1922, Miguel Jiménez López, el ministro de gobierno del presidente conservador Pedro Nel Ospina, decía estar preocupado por la posibilidad de que personas negras emigraran a Colombia y pedía vetar su ingreso. Sus palabras motivaron la creación de la ley 114 de 1922.
En aras de velar por el "mejoramiento étnico" del país, la ley le pedía a las autoridades migratorias impedir el ingreso "de elementos que por sus condiciones étnicas, orgánicas o sociales sean inconvenientes para la nacionalidad y para el mejor desarrollo de la raza."
Antonio Rivadeneira, médico de sanidad e higiene del puerto de Cartagena, se basó en lo proferido para bloquear el ingreso de un grupo de inmigrantes jamaiquinos provenientes de Panamá en 1923. "Los negros serán rechazados aun cuando llenen todas las condiciones exigidas", dijo.
Hasta hace poco, Guyana era, para muchos, un país desconocido. En medio del conflicto limítrofe que hoy sostiene con Venezuela se hace necesario que conozcamos un poco más sobre este enigmático país. A continuación, 10 datos claves sobre Guyana, su historia y su cultura:
1. Su nombre oficial es República Cooperativa de Guyana. Su nombre, que proviene de la lengua de uno de los grupos indígenas que habitaba el territorio antes de la llegada de los europeos, significa "tierra de muchos ríos". El país, de hecho, goza de una gran riqueza hídrica.
2. Guyana también goza de una gran riqueza étnica y cultural. El grupo étnico más númeroso son los indo-guyaneses (39.8% de la población). Son descendientes de los miles de trabajadores indios que fueron reclutados por los ingleses después de la abolición de la trata esclavista.