Estaba claro que hablando de #FluzoTraiciones, teníamos que empezar con la de Julio César. Pero ojo, que en esta historia hay más traiciones de las que, a priori, puede parecer.
¿A quién no le va a gustar un Imperio romano del siglo primero después de Cristo?
La venganza de Augusto fue tremenda.
Qué maravilla es ver Judit y Holofernes de Artemisia Gentileschi de la mano de @sararubayo
Hoy es un día Endoitio exitio nefas. Este tipo de días estaba dividido en tres partes. Tanto la mañana como la tarde eran tratadas como dies nefasti y el mediodía, una vez hechos los sacrificios pertinentes, era fasti.
La mañana de los días Endoitio exitio nefas estaba dedicada a los dioses. Una vez realizados los sacrificios, el mediodía se convertía en un día “laborable” -fasti-. Finalmente, la tarde se debía dedicar, de nuevo a los dioses -nefasti-.
Los días Endoitio exitio nefas como hoy eran muy raros en el calendario. En los calendarios, estos días aparecían con la abreviatura EN. Tan solo ocho días en todo el año estaban marcados como tal.
Hoy, 15 de febrero, se celebraban en la antigua Roma las lupercalia, una de las fiestas más interesantes, antiguas y extrañas del calendario romano.
Pero, en lugar de hablar yo, te invito a abrir una ventana al pasado para vivirlas con sus verdaderos protagonistas. #HiloRomano🧵
Lo que estás a punto de leer es un compendio de las diferentes fuentes que trataron la fiesta de las lupercalia en Roma, entre ellos: Dion Casio, Plutarco, Apiano, Varrón y algunos otros.
Todos lo que se cuenta es histórico. Sólo el personaje principal y narrador son ficticios.
Para esta historia he rescatado del olvido una fuente imaginaria, muchos años perdida y ahora recuperada: las Historiae de Publius Octavius Aequimanus. Este personaje ficticio nos ayudará a descubrir los detalles de las lupercalia a través de sus propios pensamientos.
Mucho antes de las aplicaciones de citas, Ovidio escribió el manual definitivo para romanos y romanas enamorados en tres libros: Amores, Ars amatoria -el arte de amar- y Remedia amoris -remedios contra el amor-. Acompáñame en este hilo para descubrir algunos de sus consejos.
Aviso: NO intentes utilizar los consejos de un autor romano que escribió sus obras entre finales del siglo I a. C. y principios del I d. C. Este hilo no es un manual de ligoteo, es una recopilación de consejos que Ovidio daba a sus contemporáneos...Aunque alguno puede ser vigente
En el Circo, siéntate al lado de tu amada, si nadie te lo impide; acerca tu costado al suyo todo lo que puedas, sin miedo, puesto que, aunque tú no quieras, la estrechez de los asientos y la cantidad de gente del lugar obligará a juntarse y rozarás a la joven.
¿Qué hace Elon Musk en este video?
¿Es un saludo nazi? ¿Es un superhéroe de Marvel que nos va a llevar a las estrellas?
No tengo ni idea.
Lo que seguro que NO está haciendo es el SALUDO ROMANO. Porque el saludo romano NO EXISTE 👇🧵
Lo has visto en el cine, lo has visto en las series y hasta en el mundo real.
Este gesto no es un saludo romano. Los romanos nunca se saludaban así. Vamos a descubrir el origen del problema.
En 1914 Gabriele D'Annunzio lo utilizó por primera vez en una película: Cabiria. Un peplum de romanos ambientado en la Segunda Guerra Púnica, del que él era guionista.
Hoy en el año 86 a. C. murió por una enfermedad Cayo Mario, experimentado general y jefe del partido de los populares.
¿Quieres saber más sobre él? Te lo cuento.
Cayo Mario fue elegido cónsul siete veces. También reorganizó el ejército romano profesionalizándolo y aplicando un régimen de alistamiento por 25 años.
Mario reorganizó la estructura básica de la legión en contubernia —grupo de ocho hombres—, diez contubernia formaban una centuria —ochenta soldados, excepto en el caso de la primera cohorte, que podía llegar a tener el doble de hombres—.
Este cuadro parece mostrarnos una escena de fiesta, alegría y disfrute. Pero, en realidad, esconde una historia de horror y muerte en la antigua Roma.
¿Quieres saber la historia detrás de "Las rosas de Heliogábalo"? Te la cuento en este #HiloRomano
En 1888 el pintor Lawrence Alma-Tadema creó esta maravilla de cuadro historicista que tiene al emperador Heliogábalo (comienzos del siglo III) como protagonista.
Representa una escena en la que unos invitados del emperador reciben una lluvia de pétalos de rosa mientras celebran un banquete.
Sin embargo la alegría se torna rápidamente en tragedia puesto que, de tantos pétalos que caen sobre ellos, los invitados acaban muriendo asfixiados.