Qué es el metaverso? Es un paraíso virtual, donde hacer realidad tus fantasías? O una jaula virtual, con la apariencia atractiva de parque temático, diseñada para venderte quincalla virtual, y vender sus datos personales a anunciantes sin escrúpulos? Vamos a verlo! Dentro hilo!
Antes de empezar, una disculpa: *mucha* gente me ha contactado sobre el hilo del otro día sobre NFTs. Entrevistas. Artículos. Libros. Empresas. Citas románticas. Si no les he contestado aún, es porque sinceramente no puedo colaborar: tengo muy poco tiempo disponible. Gracias!
Más allá de las definiciones superficiales que he puesto al comienzo (pero, no se engañen: un poco de las dos hay), hoy quiero explicar mejor de dónde viene esto del metaverso, por qué ahora, qué mola, y qué no mola de esta nueva idea. Venga, vamos allá.
La palabra “metaverso” sale de la novela de ciencia ficción Snow Crash, de Neal Stephenson, de 1992. En ella, un chaval tiene una vida ordinaria como repartidor de pizzas. Pero tiene una vida de fantasía en un mundo virtual, el “metaverso”, donde finge ser un príncipe samurai.
El metaverso es llevar al extremo la evasión de la realidad que hay detrás de todos los videojuegos. A todos nos fatiga la rutina de nuestra vida, y nos gustaría “escapar de nosotros mismos” de vez en cuando. Hace 50 años la gente escapaba yendo al cine. Y hace 100, al teatro.
Llevamos siglos escapando de la realidad leyendo novelas. Admitámoslo: nos encanta vivir otras vidas, y por un rato, ser otros. Lo que hace los videojuegos ideales para esto es la idea de identidad. Si usted ve Star Wars, *Luke* es el héroe. E intentamos “identificarnos” con él.
En cambio, en un videjuego, o en un metaverso, al ser interactivo, ya no necesito a Luke: el héroe soy yo, y la ilusión, por tanto, más creíble. Visto así, el metaverso es una idea genial: es sanísimo tener un entorno virtual donde ponernos un disfraz y fingir ser otro.
De hecho, ni siquiera es una idea nueva. Les suena Second Life? podías hacer amigos, comprar ropa, hacerte casas, asistir a eventos, todo desde tu pantalla. Aún funciona, y eso que su boom fue hacia 2010, cuando tenía un millón de usuarios, ahí es nada. secondlife.com
A los que sean de consola, recordarán Playstation Home, una idea similar: un entorno donde pasar el rato, hablar con gente, hacer mini-juegos en red, tener una casa… Aquí tienen un vídeo:
Fíjense que, en todos estos casos, el focus NO es la actividad: es el lugar como contenedor de actividades. Cuando usted juega a Call of Duty, el foco es la actividad (ir a la guerra). Y lo mismo con Zelda (ser un aventurero). En un metaverso, el lugar es el objetivo.
El lugar es un contenedor de entretenimiento, algo así como un Disneylandia virtual o un centro comercial en el que siempre están sucediendo cosas, y por eso quieres ir: a ver qué pasa hoy. Que si hay tiendas, o cines, o atracciones. El metaverso es donde sucede la diversión.
Vale, suena bien. Pero… por qué ahora? Si en 2010 todo esto ya existía, por qué se pone de moda ahora? Bien, decía Alejandro Dumas que no hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su momento. Y eso es lo que pasa: que ahora esto está maduro.
Desde 2010 han cambiado varias cosas. Primero, en 2010 no teníamos la tecnología que tenemos hoy. Un ejemplo: en Second Life, en su mejor momento, tenías unos cientos de miles de personas conectadas. En Fortnite, en pico, ha llegado a haber 78 millones de jugadores, a la vez.
Segundo: en 2010 no teníamos ni idea de cómo vender a esos consumidores. Second Life y similares no eran más que escaparates experimentales. Tras 12 años, tenemos todo el conocimiento acumulado de “free to play”: sabemos qué hacer para que la gente gaste.
Y tercero y más importante: en 2010 no teníamos ni idea de qué era una red social, y de cómo monetizarla. Hoy tenemos a gente como Facebook que puede predecir cuántas horas llevas sin comer, cuándo lo dejarás con tu novia y cuántos mocos tienes en la nariz.
Porque no, los que están detrás del metaverso hoy NO son creadores de videojuegos o experiencias: si fuese así, yo estaría emocionado. Los que están detrás son gente como Facebook, que cree que ha encontrado la forma de reinventarse y seguir ganando pasta. Y eso es lo que no mola
Recuerden esto: si un producto es gratis, el producto eres tú. Qué vende un canal de TV? Audiencia. Cuando tú ves pongamos el Hormiguero, el coste de producción del programa es el “peaje” que tiene que pagar Antena 3 para poderte mostrarte anuncios, que es como gana dinero.
Por eso la TV segmenta audiencias por canales y horas, por eso ciertos anuncios van en ciertos canales a ciertas horas. Pues aquí lo mismo: el metaverso es un contenedor de audiencia, nosotros. A los que se va a monetizar o bien ofreciéndoles productos o explotando sus datos.
Fíjense: el año pasado, la gente no fue a Fortnite a sólo a pegarse tiros: fueron para ver el concierto virtual de Ariana Grande. Fueron para ver el lanzamiento de la última skin (disfraz) que había lanzado el youtuber de moda. Insisto: es un lugar. Vean:
Con lo cual, por qué ahora? Porque ahora, a diferencia de 2010, han diseñado un un modelo de negocio. En 2010 el metaverso era poco más que el sueño húmedo de algunos pioneros que esperaban, con medios rudimentarios, reproducir la experiencia de una novela de ciencia ficción.
Hoy, el metaverso tiene una definición, y esa definición huele a dinero: crear lugares de reunión virtuales, con estructura de red social, donde mediante actividades atraigas una audiencia, que monetizas a base de venderle contenido o publicidad personalizada.
Y sé que suena horrible. Pero no tendría por qué serlo. El problema, como con los NFTs, es quién está liderando esto. Un ejemplo: a mí me flipa la historia militar. Imaginen un metaverso donde vivir mi fantasía, con otra gente que comparta mi afición. Yo estaría encantado.
Pero es que eso ya existe: son los juegos multijugador masivos, llámese Call of Duty o lo que sea. Los jugadores YA TENEMOS metaversos “temáticos”. Quieren un metaverso alucinante? miren Star Citizen, un juego que lleva años petándolo: robertsspaceindustries.com
Permite a sus seguidores participar en una saga espacial. Resultado? $420 millones facturados. Quieres una nave? La compras. Quieres un traje espacial? Lo compras. Y a vivir aventuras. Insisto: hay mucho dinero en dejar que la gente viva sus fantasías, y mucha gente dispuesta.
En mi industria, existen docenas de productos similares, cada uno para su audiencia. Les va la fantasía medieval? Tienen World of Warcraft. La ciencia ficción? Destiny. La guerra? Battlefield, o Call of Duty. Los metaversos temáticos ya existen. No necesitamos ayuda, gracias
Entonces, insisto: si esto ya existe, por qué ahora? Pues porque, como con los NFTs, está entrando en el sector gente de dudosa credibilidad creativa, gente a la que les importa tres pitos la calidad del entretenimiento, que ha descubierto el sector, y quieren hincarle el diente.
Aquí llega Zuckerberg, de Facebook (ahora META, lobos con piel de cordero) intentando vendernos su “metaverso”. Zuckerberg creando mundos de fantasía? Hay, qué risa! Facebook lo que quiere es, como siempre, tus datos para vendérselos a anunciantes!
Entonces, cuál es el objetivo? crear mundos de fantasía cada vez más creíbles, donde la gente viva unas experiencias acojonantes, y digan “alucino con el ocio que me ofrece el mundo moderno”? O crear jaulas sin que los usuarios se den cuenta, para monetizarlos?
Soy un friki de lo militar. Recuerdo ir al cine a ver Salvar al Soldado Ryan, pensé “joder, qué pasada el cine, que me permite vivir ésto”: No recuerdo los euros que me costó la entrada: ni me importó. ESO hace la tecnología: nos hace vivir experiencias memorables.
La pregunta no es metaverso sí, metaverso no: es para qué lo creamos. El focus es el disfrute, o la monetización. Porque yo salí alucinado del cine. Y no me imagino disfrutando algo diseñado por el señor Zuckerberg. Si les gustó, RT aquí abajo, gracias.
Como yo me dedico a analizarlo todo, y encima soy profundamente Eurofan, EVIDENTEMENTE quiero dar una opinión sobre las eliminatorias, y dar un par de recomendaciones desde el punto de vista del diseño de todo el asunto. Seré breve. Dentro hilo!
Primero: BIEN por haber montado un certamen abierto. Ven? La de veces que me he quejado de que en España parece que nos de miedo la meritocracia. Demasiada gente está en lugares "a dedo". Aquí pudimos ver una selección musical variada, y elegir qué opina cada cual.
Además, ven qué bien nos va cuando no enviamos robotitos salidos de un concurso de la tele? Como verán, las 4 favoritas son artistas de los de verdad, no una promo descarada de la última fotocopia de la fotocopia de David Bisbal o Chenoa. BIEN por la música.
NFTs. Lean la noticia y descojónense:
Apariencia: "Julian Lennon vende objetos de su padre".
Realidad: no vende OBJETOS, vende el "dato que dice que tienes ese objeto". Que no posees, porque no subasta el objeto.
Están destruyendo la credibilidad... variety.com/2022/digital/n…
... de esta tecnología. Si sirve para algo (que está por ver), desde luego no es para esto. Vean el texto que me pasan, muy en la misma línea. Los NFTs se están convirtiendo en el engañabobos del año. Pero creo que hay más: evasión fiscal. Les cuento...
a) Rico tiene un bien
b) Rico paga un huevo en impuestos
c) Rico no quiere pagar impuestos
d) Rico crea NFT del bien (que le ha costado 0, lo tiene por herencia)
e) Rico "dona" los beneficios del NFT a una fundación (suya, of course)
f) Se desgrava la donación en sus impuestos..
Escribí sobre NFTs y parece que gustó. Hoy, todo el mundo espera que hable del metaverso. Pues no, otro día será. Hoy quería ahondar en lo que dije, y hablar sobre el ocio, sobre cómo las tecnologías cambian el mundo, para bien o para mal. Dentro hilo.
Lo digo porque el hilo me quedó muy cañero, como si yo odiase los NFTs, y qué va! Como con casi todas las tecnologías, el problema es el uso, no la tecnología en sí, que tiene un potencial brutal. Pongo un ejemplo: el GPS (Sistema de Posicionamiento Global)
El GPS nos permite calcular rutas en coche. Saber dónde están nuestros hijos. Qué restaurantes tengo cerca. Joder, nos permite perseguir Pokemons imaginarios! Genial, no? Bien, si les cuento que se diseñó para guiar misiles balísticos en caso de guerra USA-URSS, cómo se quedan?
Me piden que hable sobre NFTs. Me lo ponen fácil: eso es de mi curro. Así que “juego en casa”. No hablo mucho de videojuegos, porque… no sé, ya me paso el día haciéndolos. Pero como parece que hay interés, pues vamos ello. Si les gusta, RT, gracias. Dentro hilo!
NFT, en inglés, "token no fungible". Básicamente, es un objeto virtual cuya propiedad está validada contra la blockchain. Simplificando mucho y por no aburrir: se sabe cuántos hay, y quién los tiene. Y, teóricamente, su propietario puede estar seguro de que no se los van a robar.
Si usted no se dedica a jueguicos, me dirá: a mí qué cojones me importa? Normal. En mi industria nos dedicamos a inventar capulladas cada vez más sofisticadas. Pero es que el problema es que hay gente que les encanta eso. Muchos. Millones. Ni se lo imaginan.
Uno mensajes privados que recibo con frecuencia es gente que pide recomendaciones de libros sobre ciencias. No soy un experto, pero me he tomado la molestia de prepararles una lista de algunos de mis libros de divulgación científica favoritos. Espero que les guste. Dentro hilo.
Los que pongo los he leído todos, y creo que son buenos y amenos. Están casi todos en español (salvo algunos que no existen y valen mucho la pena). Tranquilos, les ahorro los durillos y los peñazos: todos estos son ligeros. Pongo enlace a Amazon por si les interesan. Vamos allá:
Empezamos con uno cortito y muy divertido: las aventuras de un antropólogo inglés que se fue a vivir con una tribu africana. Te descojonas, es muy entretenido: amazon.es/gp/product/843…
Este es mi homenaje a nuestros médicos y sanitarios. Ojalá pudiese darles las recompensas que merecen, pero yo sólo hago hilos ingeniosos. Así que sirva esto para dar ánimo ante las semanas que vienen. Si les gusta, RT/Follow, y pásenselo a amigos del sector. Dentro hilo.
Colonia, Alemania. Agosto. 10 de la noche. Yo, en una feria de videojuegos. Me llama mi mujer desde Barcelona. „Dani, puedes venir? esto pinta fatal“. Avisé a mi equipo en Sony: „me largo, emergencia“. Nadie preguntó nada, consiguieron un vuelo. Qué cracks.
Volé Colonia-Berlin, Berlín-Barcelona. Lo sé, la ruta no tiene sentido. Pero sólo había esa. Aterricé a las 9 de la mañana. Misma ropa. Reventao. Móvil. „Corre“. Taxi que vuela. Hospital Clínic. UCI. Por suerte, llegué justo a tiempo. Fue rápido y plácido.