Escribí sobre NFTs y parece que gustó. Hoy, todo el mundo espera que hable del metaverso. Pues no, otro día será. Hoy quería ahondar en lo que dije, y hablar sobre el ocio, sobre cómo las tecnologías cambian el mundo, para bien o para mal. Dentro hilo.
Lo digo porque el hilo me quedó muy cañero, como si yo odiase los NFTs, y qué va! Como con casi todas las tecnologías, el problema es el uso, no la tecnología en sí, que tiene un potencial brutal. Pongo un ejemplo: el GPS (Sistema de Posicionamiento Global)
El GPS nos permite calcular rutas en coche. Saber dónde están nuestros hijos. Qué restaurantes tengo cerca. Joder, nos permite perseguir Pokemons imaginarios! Genial, no? Bien, si les cuento que se diseñó para guiar misiles balísticos en caso de guerra USA-URSS, cómo se quedan?
Lo que pasa es que con los años se vio que su uso civil tenía un potencial brutal. Pero aún hoy el GPS es propiedad del Ministerio de Defensa de los USA. Entonces, es bueno o malo? Pues depende de su uso. Y lo mismo pasa con casi todas las tecnologías.
Decía un buen amigo mío que las tecnologías son como un cuchillo. Qué objeto más útil. O más peligroso. Según se use. Yo me dedico a crear videojuegos. Pero me interesa el impacto social de la tecnología. Cómo los nuevos inventos cambian la sociedad.
Pensemos en los teléfonos móviles e internet. Gracias a ellos, tenemos toda la información de la historia de la humanidad en nuestros dedos. Podemos comunicarnos en cualquier momento con cualquier persona de la tierra, de mil formas.
Pero es obvio que han cambiado la sociedad de muchas otras formas, no todas ellas buenas. Desde nuevos delitos, a nuevas enfermedades mentales, a nuevas conductas sexuales. Es lo que tiene la tecnología: cambia el mundo, nosotros elegimos si bien o mal.
Si miramos el balance de la tecnificación de la humanidad en los últimos 30.000 años, es claramente positivo. Primero: gracias a muy diversas técnicas (ropa, calefacción, sanidad) hemos pasado de una esperanza de vida de unos 30 años a unos 80. No está nada mal!
Pero voy más allá: la tecnología nos permite no sólo vivir más tiempo, sino mejor. Seguramente un hombre prehistórico no se movía más de unos pocos kilómetros de su lugar de nacimiento en toda su vida. Su experiencia vital era muy limitada.
Nosotros tenemos el arte (gracias a tecnologías como la pintura o la imprenta). Podemos viajar (gracias a los medios de transporte). Podemos comunicarnos a distancia (gracias a las telecomunicaciones). Tenemos ocio. Joder, nuestro mundo es, gracias a la tecnología, cojonudo.
De hecho, vivimos en el mejor mundo de la historia: somos una raza que progresa, mejora. A diferencia de un perro, que vive hoy parecido a hace 10.000 años, nosotros hemos modificado el mundo para vivir mejor. Qué pasa? Que, al hacerlo, generamos tensiones.
Al haber creado medios de transporte, hemos generado contaminación. Al haber creado ciudades, hemos generado el escenario para que un virus se propague. Pero eso no quiere decir que vayamos atrás: quiere decir que tenemos baches en nuestro avance.
Todos, en mayor o menor grado, somos creadores de esas técnicas que sostienen el mundo moderno. Si usted esquía es porque alguien fabrica esquíes. Si usted va en bus es porque alguien lo conduce. Somos todos hormiguitas creando un nuevo mundo cada día.
Yo? Yo me dedico a crear ocio. Yo divierto a la gente. Y cuidado! Eso es importantísimo. Siempre que alguien les diga que hay que limitar el ocio, desconfíen. No, no quieren un mundo en el que esté mal visto tomar el sol en una playa, tirar piedras a un río…
… escuchar música o jugar al Fortnite. Cuidado con los que criminalizan el ocio. Por ese camino acabamos en una sociedad sin tiempo libre. Señores: bailar, jugar al Fortnite, hacer la siesta, follar o pasear al perro NO SIRVEN PARA NADA. Y bien que está.
Lean sobre el impacto de la falta de ocio en la salud mental. Quieren acabar mal de la cabeza? no tengan ocio. Verán qué bien se les queda el cerebro. Todos, desde un bebé a un abuelo, necesitamos ocio. Y claro, como todos los ámbitos de la vida, se ha tecnificado.
El hombre prehistórico tenía ocio: podía jugar al pilla pilla o a tirar piedras a un río. Pero si usted ve un partido de fútbol es porque alguien fabrica pelotas, ropa, un estadio, y las cámaras que lo transmiten. Si va en bici alguien ha construido esa bici y esa carretera.
En el mundo moderno, la mayoría de formas de ocio requieren que alguien trabaje fabricando ese ocio. Los libros los hace alguien. Y las series. Y los tours turísticos. Y las camas donde hacer la siesta. Y, obviamente, los videojuegos los hace alguien. Yo 😉
Y aquí viene el problema con los NFTs (o cualquier otro invento parecido): que el ocio, para ser ocio, debe tener una componente de disfrute puro, de pérdida de tiempo gratificante (para los que saben de qué hablo, de Flow States y dopamina segregada).
Y eso, a veces, choca con según qué inventos. Pongo un ejemplo: correr es ocio. Pero claro, si voy cada día al gym y me meto 2 horas, eso es cada vez menos ocio y cada vez más una tarea. El ocio es algo frágil, requiere unas condiciones que a veces, nuestros…
… inventos, destruyen. Del mismo modo, bailar es ocio, pero si soy bailarín profesional 8h en una discoteca al día es un trabajo. Ven por donde voy? Que es sencillo, a base de utilitarismo, cargarse aquello que hace que el ocio sea satisfactorio y espontáneo, sea ocio.
Un videojuego es un producto. Pero no se engañen: yo me dedico a esto porque me encanta que la gente me dé un rato de sus vidas y llenarlo de momentos memorables. Y mi industria, en su mayoría, piensa igual. Que la rutina de la vida, y sobre todo con covid…
… es sosa. Y si por las noches, te puedo convertir en un cazatesoros, en un fontanero que salva a la princesa, o en un piloto de Fórmula 1, pues mola. Esa era la idea de la Playstation original: que, con ella, todos vivíamos una doble vida. Brillante.
Obviamente, yo gano dinero haciendo esto. Como un abogado. Un profesor. O un carpintero. El conflicto de intereses viene de cuando, sabiendo que podemos hacer más felices a las personas a través de ocio, inventamos fórmulas para ganar más dinero.
Pongo un ejemplo: un cantante (yo que sé, Taylor Swift) hace un concierto. Cobra entradas a 50€. Pero, sabiendo que hay gente que la adora, ofrece pases VIP a 150€. La guía la voluntad de crear una forma de ocio superior, o es sencillamente avaricia?
Seguramente hay de las dos. Igual Taylor Swift realmente piensa que la experiencia de verla cerca hará más felices a sus fans. Y en cambio otro cantante piensa: voy a ganar pasta rápido. Eso es lo que sucede con los NFTs: qué es vocación creativa, y qué codicia.
En mi industria hay muchísima gente creativa pensando cosas flipantes para hacer que usted se lo pase como nunca gracias a los NFTs, los metaversos y demás. Saben cuál es mi problema con los NFTs? Que la gente que oigo hablar de ellos últimamente no es esa.
No, no oigo gente con ideas flipantes de juegos con NFTs. Oigo gente de negocios con dientes largos viendo una oportunidad de “monetizar audiencias”. Y no mola. Gente que ni es de la industria, ni les interesa su ocio como me interesa a mí y a muchos como yo.
Yo me dedico a esto porque me para gente por la calle y me dice “tío, marcaste mi infancia, aún recuerdo los Invizimals”. No para crear ruedas de hámster cada vez más efectivas donde encierro jugadores para convencerles de que gasten.RT aqui mismo, gracias
https://twitter.com/DaniNovarama/status/1485900361932152832?s=20
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