Thread by @DaniNovarama

Este es mi homenaje a nuestros médicos y sanitarios. Ojalá pudiese darles las recompensas que merecen, pero yo sólo hago hilos ingeniosos. Así que sirva esto para dar ánimo ante las semanas que vienen. Si les gusta, RT/Follow, y pásenselo a amigos del sector. Dentro hilo.

Colonia, Alemania. Agosto. 10 de la noche. Yo, en una feria de videojuegos. Me llama mi mujer desde Barcelona. „Dani, puedes venir? esto pinta fatal“. Avisé a mi equipo en Sony: „me largo, emergencia“. Nadie preguntó nada, consiguieron un vuelo. Qué cracks.

Volé Colonia-Berlin, Berlín-Barcelona. Lo sé, la ruta no tiene sentido. Pero sólo había esa. Aterricé a las 9 de la mañana. Misma ropa. Reventao. Móvil. „Corre“. Taxi que vuela. Hospital Clínic. UCI. Por suerte, llegué justo a tiempo. Fue rápido y plácido.

Si tienen mi edad, saben de qué hablo. Mi suegro, un tío espectacular, nos dejaba. De aquel día recuerdo mil detalles que son para mí. Pero sí les diré que, enmedio de toda la trepidancia del momento, me llamó mucho la atención el personal del Clínic.

Era *espectacular*. La empatía. La claridad de las explicaciones. La compasión. La calma. Salí de allí con una idea fija en mi cabeza: que sí, que yo puedo creerme muy listo, pero sería absolutamente incapaz de hacer lo que esta gente hace. No tengo esa fuerza interior.

En total, pasé unas doce horas de UCI: llegar, el suceso en sí, y todo lo que hay tras un fallecimiento. Doce horas. Y ya pensé que no sería capaz de aguantar eso. De tener la entrega para, día tras día, enfrentarme a la crudeza de la lucha entre la vida y la muerte.

Pasaron los años. Pasa la vida. Y una vez más, llega la muerte. En este caso, aún más cerca. Muchos de ustedes han perdido un padre, así que no necesitan detalles. Por suerte, una vez más, fue un marcharse tranquilo, plácido, una vida que se apaga poco a poco.

Tres días en la UCI, con mi hermano, haciendo turnos, durmiendo en bancos, hablando con los sanitarios de guardia, gestionando el pasar del tiempo. Recuerdo un tipo bajito, de unos 40-50 años. Hacía el turno de día en lo que diría era la zona de pacientes terminales.

Iba de box en box, de sala en sala. Seguro que sabía que de aquella zona pocos, si alguno, saldrían con vida. Pero era alucinante ver cómo, incluso ante la inminencia de la muerte, iba cuidando a los pacientes, dedicándole a cada uno el rato que tocaba, meticuloso.

Si han pasado por algo parecido, saben que el tiempo se dilata, se hace eterno. No pasa absolutamente nada, en una espera que sólo puede acabar de una forma. Al final, la vida se apaga, se cierra el telón. Nos guardan en una caja, como los juguetes viejos.

Entre estas dos experiencias, habré estado cuatro días en una UCI de terminales. Cuatro. Y no querría pasar ni un segundo más. Es duro. Requiere una mezcla de empatía, compasión, pero también de cabeza fría y capacidad de reacción que claramente no poseo.

Cuatro días que marcan una vida. Bien: métanse esto en la cabeza: nuestros sanitarios, médicos, y personal hospitalario llevan 22 meses haciendo eso CADA DÍA. Si trabajan 5 días a la semana (lo desconozco), son 470 días. Más de cien veces lo que yo he vivido.

Cada mañana se levantan, se meten en la UCI, y luchan contra un virus que se ha llevado por delante millones de personas. Haciéndolo, pagan un precio físico y mental que ni usted ni yo somos capaces ni siquiera de imaginar. Y encima ponen su vida en peligro.

Hablamos de la de médicos que han pillado covid? Y de los que han muerto? Hablamos de estrés post-traumático que esta gente se llevan para el resto de sus vidas? De la cantidad de recuerdos que tienen de sus pacientes, cuando muchos de ellos han muerto?

Así que recuerden esto: ustedes, como yo, han estado algún día en la UCI y salen marcados. Esta gente viven ahí. Así que, el resto de sus vidas, cada vez que se crucen con un médico, un sanitario... van y le dan las gracias. Y les hablan con el respeto que merecen.

Esta gente son nuestras fuerzas armadas. Se han dejado dos años de su vida (y lo que les queda) para que usted y yo estemos vivos. Y están pagando un precio físico y mental descomunal. Lo he dicho otras veces: esta gente son superhéroes sin capa.

Y por cierto, cada vez que un político, sea quien sea, les niegue unos sueldos dignos, unas plazas dignas, o la recompensa que merecen, les quiero ver en la calle, luchando. Porque cuando alguien te salva el culo, no le dejas tirado. Ni permites que se le insulte. Nunca.

Sigo: si usted es de esa franca minoría que se niega a vacunarse sin causa médica, es usted un egoísta, un irresponsable, y un cobarde. Egoísta porque la sociedad sólo avanza si todos nos repartimos los riesgos del progreso. Usted quieren vivir en un mundo sin virus...

... pero no está dispuesto a asumir su pequeña cuota de riesgo. O no es cierto que yo me acabo de meter la tercera dosis, y con eso me expongo a pequeños riesgos de efectos secundarios (miocarditis por ejemplo), pero así contribuyo a hacer una barrera contra el virus?

Sigo: usted es un irresponsable, porque no vacunándose se expone a acabar en la UCI, donde *sabemos* que la estancia de un no-vacunado dobla en duración a la de los vacunados. Y su cama no se podrá usar para otra gente enferma y responsable.

Sigo: usted es un cobarde. Porque, si le sale mal su truquito egoísta e irresponsable, irá cagado de miedo al hospital, para que esos médicos y sanitarios de los que reniega ahora le intenten salvar el culo, exponiéndose ellos, su salud mental y su agotamiento físico.

Así que háganos a todos un favor: si quiere ser un irresponsable y un egoísta, al menos sea valiente. Si pilla covid, diga: „yo vivo y muero según mi credo“. Quédese en casa. Y si le falta aire, pues mala suerte. Y si se muere, mala suerte. Al menos, tendrá mi respeto.

Estoy hasta las narices de mensajes amenazantes de antivacunas y de su falsa superioridad moral: que si mi libertad. Que si mis derechos. Usted no tiene derecho a joderle la vida a los médicos con su imprudencia. Ni a monopolizar recursos sanitarios por su egoísmo.

Si por mí fuese, enfermo no vacunado que entre en una UCI, enfermo al que se le dan paliativos y poco más. Tú anuncia eso por la tele, y verás la cola de „valientes“ para vacunarse. Qué fácil es ser valiente si tienes un médico pringado que te salva el culo.

Señores: esto es una guerra a vida o muerte contra un virus, así que tengamos claros los bandos. Primera: le debemos gratitud de por vida a nuestra comunidad médica. No nos olvidemos de quién nos ha salvado el culo y del precio que están pagando por ello.

Segundo: a los antivacunas, llámenlos por lo que son. Egoístas, irresponsables, cobardes. No permitan que jueguen al victimismo o la superioridad moral. Superioridad mis cojones: qué fácil es disfrutar de la seguridad de una sociedad a la que no contribuyes.

En unos años, cuando esto pase, recordemos a cada cual por lo que hizo. Los sanitarios, salvar nuestras vidas aún arriesgando las suyas. Nosotros, trabajar unidos por un futuro sin virus. Los antivacunas, como la minoría insolidaria que son. RT, gracias. Troll=block.

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