Estados Unidos produce tres vacunas contra el covid-19 propias (Moderna, Pfizer-BioNTech y Janssen) y ha acaparado miles de millones de dosis.
México ha tenido que adquirir en el exterior todas las vacunas que ha aplicado.
La diferencia entre las economías, la infraestructura y la capacidad financiera de ambos gobiernos es abismal.
Sin embargo, en porcentaje de población vacunada con esquema completo, la diferencia entre un país y otro es de apenas tres puntos porcentuales.
¿Qué explica esa nimia diferencia en los porcentajes de totalmente vacunados?
Tal vez los enfoques de los respectivos programas de vacunación:
- individual allá, colectivo aquí;
- comercial allá, social aquí;
- mayor impacto allá de los choros antivacunas.
Llama la atención también la mayor diferencia (10 puntos porcentuales) entre los vacunados con una sola dosis (76% en EU, 66% en MX) y los vacunados con esquema completo.
¿Será que en general la población mexicana es más disciplinada que la estadunidense?
¿Será que en MX se realizó un mejor seguimiento de quienes recibieron su 1era dosis?
¿Será que allá mucha gente se espantó con la reacción de la 1era vacuna y renunció a completar su esquema?
No afirmo nada ni pretendo exaltaciones patrioteras. Sólo me formulo preguntas.
F I N
Posdata: de lo que no tengo duda es que con Peña o con Calderón, a estas alturas iríamos en el 15 o 20% de la población vacunada y ya se habrían clavado un montonal de dinero
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Hilo para @Viri_Rios:
Lo primero es rotundamente cierto; lo segundo, no siempre. No necesariamente hay correlación entre el éxito y los genes y/o el entorno familiar. Tus "nunca" y tus "siempre" no sirven para entender la realidad ni dan pie para analizar el "juniorismo" en 🇲🇽.
El junior también puede tener "sueldo de abogado" (lo que no dice nada, porque hay abogados de todos los precios) porque estudió abogacía. #KEIPartners no se fundó tan de repente, sino 3 o 4 años antes de la difamación loretiana. Fue su página web lo que se estableció hace poco.
No, el éxito no necesariamente es genético ni consecuencia inevitable de entornos familiares. Algunos contraejemplos: ni Romero Deschamps ni Zedillo ni ni Calderón ni Elba Esther (aunque jure lo contrario para ocultar sus hurtos) fueron hijos de ricos y/o famosos.
Pues lo que iba a decir en ese space "NoTodosSomosLoret" era, en síntesis, que la banda del periodismo debe dejar de verse el ombligo gremial e involucrarse en los procesos de construcción de la paz...
... y en vez de exigir la atención de la sociedad, ver a la sociedad y entenderse como parte de un colectivo que la rebasa y sin cuyo concurso no podrá evitarse, en el corto plazo, más asesinatos de informadores.
Dicho de otro modo, es iluso pensar que se puede erradica la violencia homicida contra los periodistas si no se erradica la violencia homicida a secas que afecta
–lo reitero– a ciudadanas y ciudadanos independientemente de sus respectivos oficios, incluidos, sí, delincuentes...
Para su grato solaz y moral esparcimiento, les dejo aquí el relato completo de esta tarde en un hilo condensado de 5 pantallazos:
Y no me distraigo ni se me olvida: #LaReformaElectricaVa #FueraLorenzoCordovaDelINE
–En todo caso, no digamos una palabra a nadie –terció Filiberto–; imagínense, si el asunto se llega a saber: todo mundo va a querer meterse por ese umbral, o lo que sea, para cambiar la historia.
"Tacubaya se va a llenar de espías gringos y soviéticos", agregó.
–¿Más? –ironizó Héctor, en alusión al hecho de que la representación de la URSS tenía su asiento en esa zona de la ciudad, y a que se encontraba cercada por enjambres de agentes de la CIA.
–Pues no hagamos nada –dije, aterrado por el cariz que empezaba a tomar el asunto. Ellos pusieron esa cara de quien piensa para sus adentros: “mientras menos burros, más olotes”; intercambiaron miradas cómplices y me dieron palmaditas en los hombros. Yo decidí no buscarlos más.
Ocurrió a finales de los años setenta del siglo pasado, poco antes de una enésima ampliación del Periférico, por el tiempo en que los restos del barrio El Chorrito, en Tacubaya, empezaban a olvidar ese nombre.
Todo empezó con un chavo que se llamaba Luis Enrique, que vivía por ese rumbo, estudiaba Filosofía y era una persona sin atributos memorables.
Lo raro fue su muerte:
Una tarde se dispuso a cruzar una calle, vio en ambas direcciones para cerciorarse de que no vinieran vehículos, empezó a caminar con normalidad y de pronto, cuando había pasado el primer tercio del asfalto,
Miente Max Kaiser: el @INEMexico no probó nada. Como lo estableció la resolución del @TEPJF_informa, no pudo demostrar una relación directa o indirecta de @PartidoMorenaMx con el fideicomiso "Por los demás". Lo inexistente es, por definición, indemostrable.
¿Por qué urdieron esa acusación estúpida @lorenzocordovav, @CiroMurayamaINE & Co.?
-Porque estaban ardidísimos con el triunfo de @lopezobrador_: en 2018 no pudieron cocinar un fraude como los de 2006 y 2012.
-¿Nuestra respuesta? Mostrar a la opinión pública toda la documentación.
Lo que sí olvida Max Kaiser es que a él, como subsecretario de la Función Pública de @FelipeCalderon, le pasaron por las narices la refinería de Tula (también inexistente), la Estela de Luz, los "detectores moleculares" y muchos otros robos a la nación.
Pero "no se enteró".