Thread by @abrazo_grupal

¿Por qué las historias de hombres blancos heterocis se consideran “universales”, pero toooodas las demás son “demasiado específicas”?

Platiquemos de esto. 🧵

El fin de semana Disney+ lanzó la película #TurningRed de Pixar, que cuenta la historia de una adolescente china-canadiense obsesionada con una boyband y con los chicos, que un día despierta transformada en un panda rojo gigantesco (…)

Es una lindísima reflexión sobre los cambios fisiológicos y psicológicos que ocurren en la adolescencia, la incomodidad que es inherente a ser pubertx, la sobreexigencia que impera en las familias contemporáneas, todo esto narrado desde la perspectiva de una mujer racializada.

Si bien el consenso de la crítica respecto a Turning Red ha sido avasalladoramente positivo, algunOs críticOs y usuariOs de las redes sociales han hecho comentarios negativos (…)

diciendo que la película es “solo para gente muy específica”, “demasiado incómoda” por hablar de temas como la menstruación o,“parece que está hecha para lxs amigxs y familiares cercanxs de Domee Shi [la directora]. Eso está bien, pero es un poco limitante en su alcance”.

Es difícil imaginar que lo que hoy se dice de Turning Red se diría sobre una historia protagonizada, escrita y dirigida por hombres blancos.

Por ejemplo: Belfast, nominada al Oscar este año, es lo que el director (blanco, europeo) Kenneth Branagh llama su filme más personal hasta ahora. Una historia basada en sus recuerdos de la infancia en el conflicto norirlandés en 1969. Específico, ¿no?

Sin embargo, no ha habido una respuesta generalizada de las audiencias reprochando que el tema se sienta lejano a nuestras realidades o hecho para lxs familiares de Branagh. ¿Por qué las historias de los hombres blancos heterocis son universales y todas las demás son de nicho?

Apenas hace unos días el actor Sam Elliott se enojaba de que la película, también nominada al Oscar, The power of the dog, no siguiera la fórmula del western tradicional.

Entre sus quejas estaban que hay muchas alusiones a la homosexualidad y que la directora es una mujer neozelandesa y, en sus palabras, “¿qué diablos sabe esta mujer de allí abajo, de Nueva Zelanda, sobre el oeste americano?”.

Creo que el discurso es el mismo: ¿cómo se atreven a contar historias que no están centradas en y contadas desde la masculinidad hegemónica, la blanquitud y/o la heterosexualidad? ¡¿qué no saben que esas son las historias universales?!

En su libro Falso espejo, la escritora Jia Tolentino habla de este dilema de las historias masculinas como reflejo de la “condición humana”, mientras que las historias femeninas se consideran confinadas en una especie de subgénero que solo interesa y atañe a las mujeres.

Apunta después que al ser ella una mujer racializada: “Yo podría verme en Jo March, pero las Jo March del mundo rara vez, si alguna, podrían verse en mí. (...)”

“(…) Si a las mujeres no se les permitía ser vistas como emblemáticas de la condición humana, yo ni siquiera podría ser vista como emblemática de la condición femenina.”

¿Por qué las historias de hombres blancos heterocis tendrían que ser inspiradoras e interesantes para toda la humanidad y toooodas las demás solamente consumidas y abrazadas por grupos pequeños de personas?

¿Por qué la historia de un equipo de fútbol, unos astronautas o unos soldados sería más universal que la de una casa en la escena ballroom o un equipo de mujeres beisbolistas?

Mientras nuestros héroes sean puros hombres blancos heterocis, y las historias que consumamos en medios populares solamente se cuenten desde esas mismas identidades, (…)

seguiremos perpetuando la forma de pensar que tenemos como cultura en la que a quienes están en situaciones de mayor privilegio les es imposible identificarse o entender a quienes se encuentran en situaciones distintas.

Consumamos y celebremos historias y creadorxs diversxs, porque son reflejo de un mundo en el que la diferencia nos enriquece y nutre a todes, todas y todos.

Hilo escrito por @luisrd