Siempre vuelvo a Alejandro Magno porque fue el hombre más grande que jamás existió y es muy posible que jamás haya otro que se le equipare aunque la humanidad sobreviva muchos milenios en el futuro.
Su proyecto era hacer del mundo una fraternidad: los pueblos conviviendo juntos.
Perdicas, que heredó Macedonia al morir Alejandro, le preparó una gran tumba en la tierra en la que el Gran Rey había nacido.
Pero Ptolomeo -que fue el más hábil de todos los generales de Alejandro- logró robar el cadáver momificado y llevarlo a Alejandría.
Ptolomeo convirtió a Alejandría en un gran parque temático para todos los gustos: los sabios de la Antigüedad iban a la Biblioteca para acceder a lo mejor de todo el saber universal y todos peregrinaban para ver el cadáver del hombre más famoso del mundo; Alejandro.
Casi tres siglos después de muerto, aun el cadáver de Alejandro estaba intacto y se exhibía en su glorioso mausoleo en Alejandría.
Allí fue a verlo Augusto tras su proclamación como emperador romano. Se inclinó a besarlo y le rompió la nariz.
Las momias son muy frágiles.
Los egipcios lo invitaron a Augusto a visitar también las tumbas de los Ptolomeos (cuya última representante había sido Cleopatra -derrotada tiempo antes por Augusto y ya muerta-) y el emperador dijo:
"Vine a ver a un Gran Rey, no a visitar muertos".
El proyecto universal de Alejandro era absurdo en su época. Nadie, absolutamente nadie lo entendía. Y era a la vez fraternal y totalitario: pensaba mestizar a todo el género humano para que todos fuéramos hermanos nacidos de la mezcla de los pueblos.
Quería llevar europeos a Asia y asiáticos a Europa para que los continentes se mezclen y fraternicen espontáneamente. Quería que los distintos pueblos dejen de verse como enemigos y vivan en común creando una cultura humana, sin distinciones nacionales.
Siglos después de Alejandro y siendo heredero de César (quien, luego de derrotar salvajemente a la Galia quiso que se mezclaran galos y romanos; propuso convertir en senadores a los nobles galos), ya Augusto entendía el proyecto de Alejandro.
Además, estaba ahí la Biblioteca.
Nadie sabe si Alejandro le habló alguna vez a Ptolomeo de construir una Biblioteca que reuniera todo el saber de toda la humanidad, pero la Biblioteca de Alejandría (obra nacida de la mente de Ptolomeo) tiene la impronta y la desmesura de Alejandro: reunir todo lo humano.
En la Biblioteca no solo se reunieron todos los libros que el mundo de entonces había producido (en las culturas griegas, egipcias, babilónicas e indias, además de todos los pueblos que ellas dominaban, como los judíos), sino que los tradujeron al griego con traductores expertos.
La Biblioteca de Alejandría quizá fue la mayor empresa en contra de la uniformidad del pensamiento: todos los idiomas conocidos entonces convivían en sus estantes.
Todos los libros, en cualquier idioma, tenían la dignidad suficiente para ser traducidos para que todos los leyeran.
Fue la primera biblioteca conocida que cualquiera que pudiera demostrar un interés genuino o un conocimiento acorde podía consultar.
La única biblioteca anterior comparable fue la de Asurbanipal, pero solo estaba disponible para el rey. Nunca nadie que no fuera él pudo usarla.
Alejandro había tenido a Aristóteles de preceptor. Ptolomeo quería que Aristóteles fuera a Alejandría como preceptor de sus hijos, pero el gran filósofo había muerto unos meses después de Alejandro.
Dos hombres de su Liceo fueron contratados: uno de ellos dirigió la Bibliteca.
El primer bibliotecario, el que inventó el oficio -y lo hizo en la más mítica y portentosa biblioteca que jamás existió- fue Demetrio de Falero.
En HBOmax (y si no son clientes, siempre se encuentra "por ahí", por ejemplo en Stremio) está "Alexander", de Oliver Stone, con Collin Farrell, que -salvo la exageración del rol de Angelina Jolie- recrea muy bien la historia de Alejandro.
Además, es entretenida.
Incluso el film se hace eco de las últimas investigaciones históricas que se inclinan a pensar que más que una infección viral que aniquiló a un cuerpo muy debilitado por las heridas, Alejandro fue envenenado por sus generales -es lo que dice Anthony Hopkins en el film-.
Es una ironía de la historia que la única Ptolomeo que hablaba el lenguaje de los egipcios (y varios otros, hablaba 12 idiomas, entre ellos griego y latín, incluido el arameo -que hablaban los semitas de Palestina y casi nadie conocía-) fue Cleopatra, la última de la dinastía.
Trescientos años gobernando Egipto y los faraones que continuaron al fundador macedonio, el primer Ptolomeo, seguían sin ser educados en la lengua del país que dominaban.
Para un noble griego -extraño al pensamiento de Alejandro- el idioma egipcio era lengua de bárbaros.
Por el contrario, Alejandro dijo en Babilonia -cuando vio la magnificencia de la cultura persa, que le impresionó más que la de los egipcios, que estaban en decadencia- que los verdaderos bárbaros eran los griegos porque no conocían el mundo real y su diversidad asombrosa.
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Hace medio siglo, cuando estaba en el Secundario yo creía que era lindo tener hijos.
Creo que hubiera sido un buen padre.
Pero cuando yo era joven ser gay era lo peor que te podía pasar en el mundo y pensar en tener hijos era un delirio (nadie había pensado en "subrogación").
Adoptar es terriblemente difícil en la Argentina. Y para una persona "no normal" aun hoy es muchísimo más complicado.
Hoy ya soy viejo y hace décadas que ya ni me propongo ser padre. Hoy sería egoísta pensarlo y obligar al niño a ser huérfano dentro de poco.
Una de las últimas representaciones de La Cena en la que todos están sentados en derredor de la mesa y no del mismo lado, como en la de Da Vinci, que impondría la norma.
La última cena, 1495. Obra de Leonardo da Vinci #RayoArte
La última cena (una de las 100 versiones), 1986. Obra de Andy Warhol #RayoArte
Leer los diarios deprime.
Cada idea que lanzan los funcionarios del gobierno o sus legisladores es una apuesta a la decadencia.
Le quieren poner impuestos a las viviendas vacías. Van a frenar la construcción de unidades nuevas -que mueve mil sectores-.
Hace años, cuando el kirchnerismo tomaba medidas que no nos permitían ir al Desarrollo pensaba por qué hacían eso: ellos deben saber que eso es malo a futuro.
Ahora sé que todo lo que hace un político es para permanecer en el poder y ser reelegido.
A la gente le gusta la boludez.
Si hacemos una encuesta sobre leyes de alquileres y proponemos matar a los dueños de las propiedades o expropiarlas, la mayoría votaría que eso está muy bien.
¿Impuestos a las viviendas que no se alquilan? Aplausos.
La pelea en el Frente de Todos es la más absurda de la historia argentina.
Las dos facciones proponen distintas formas de que el país se siga destruyendo. No es una pelea entre un camino de desarrollo y otro de retroceso. Ambos sectores proponen retrocesos distintos.
El albertismo propone un retroceso moderado y basado en algunas pocas y deshilvanadas medidas racionales mezcladas con mil locuras antiinversión para que el FdT no se rompa y puedan llegar más o menos, pero llegar al 2023.
El cristinismo quiere volver a los "años felices" cuando eran otros los que les habían hecho las tareas difíciles
(el menemismo les dejaba el país con buena infraestructura, que se dedicaron a destruir y Duhalde les dejaba la pesificación sin inflación, que demolieron también)
Hay dos sesgos (uno de clase, otro ideológico) que se dan entrelazados y que son muy fuertes en la Argentina.
No sé si en otros países de América latina sucede lo mismo.
Ambos giran en torno a qué tan bien se habla inglés: cuánto logra un argentino parecerse a un norteamericano.
Hasta 1975 todos los argentinos (en especial, los ricos y con mayores posibilidades culturales) iban a la escuela pública -donde no se enseñaba inglés-.
No solo era mejor que la privada (en general, obvio que había excepciones), sino que nadie aun pensaba que lo público era malo.
Eso lo terminó drásticamente la Dictadura destruyendo la escuela pública (en un proceso complejo que merecería un largo hilo, pero no hoy).
A partir de ahí, los ricos y la clase media fueron migrando -al principio, tímidamente, luego en estampida- a la escuela privada en inglés.
Son las idus de marzo (en latín idus era femenino).
En el 44 aC matan a Julio César.
Sale a subasta una moneda de oro acuñada por Brutus entonces para conmemorar el asesinato de Julio César.
Podría venderse por más de 2 millones de dólares.
Hace 2066 años, el hombre más poderoso de Roma -el más poderoso del mundo- está a punto de ser asesinado.
Nadie había llegado tan lejos como César en Roma. Había duplicado el tamaño del territorio que dominaban los romanos y había el logrado el control total de la ciudad.
Han pasado 2066 años desde el asesinato de César en y aun resuenan los ecos de esa acción.
En los días previos César había escuchado los augurios de un arúspice agorero que le había dicho "Cuídate de las idus de marzo".