No sé si sabéis que OREO ha construido un búnker en el Ártico donde guarda su receta secreta (y unas cuantas galletas construidas al vacío) por si hay un apocalipsis y la humanidad necesita volver a mojar las galletas en leche.
(Sí, está al lado de la Bóveda de Semillas de Svalbard y es más una broma que otra cosa.
Y sí, todo esto lo contaré en un episodio futuro de #LaBrasaTorrijos).
Por cierto, quedan solo tres episodios de #LaBrasaTorrijos antes del parón de Semana Santa, que este año va a ser un parón de dos semanas porque un servidor necesita descansar.
Corrección: quedan DOS episodios de #LaBrasaTorrijos antes del parón, que ya no sé ni en qué día vivo.
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(El episodio de hoy comienza con un pequeño acertijo que resolveremos al final).
Imaginad que en medio de la selva de Borneo hay un enorme volquete lleno hasta arriba de oro. Nadie sabe cómo ha llegado hasta allí pero es descomunal y sabéis exactamente donde está.
El problema es que en esa zona de la selva es imposible que atterice un helicóptero de carga y el único camino de acceso es demasiado estrecho y demasiado peligroso, y además está plagado de bandidos.
Bajo Disney World hay una red de túneles para que los actores no se crucen con el público. No son subterráneos: todo el parque se construyó A 5 m. DE ALTURA.
Por eso es un sitio tan falso.
En algún momento de 1956, mientras paseaba por el área de Tomorrowland de la recién inaugurada Disneylandia, Walter Elias Disney se topó con una visión aterradora, con algo que su mente no aceptaba, con un ser imposible.
Houtouwan se fundó hace ya tres siglos, y hasta principios de los 90, era un pueblo como otros tantos en el archipiélago de Shengsi, al este de Shanghái.
Aquí se ve lo cerca que estaba (y está) de la gran ciudad.
La Fucking Condición Humana es, a mi juicio, el buque insignia de @Extraordinario. En cada episodio tejen una ruta chulísima que nos lleva de un lado a otro de la existencia.
Tienen un talento narrativo de la hostia.
En este episodio, por ejemplo, nos cuentan cuándo y por qué se colocaron los primeros cordones rojos en las las puertas de las discotecas. Y no es *solo* es por pijerío; es una cuestión antropológica que aparece incluso en tribus nativas americanas: