¿Qué edad tenías cuando te enteraste de que lo que te contaron en el cole (con suerte) de que los romanos les copiaron los dioses a los griegos era mentira?
Así es, tal como lo lees. Los romanos no copiaron la mitología griega y cambiaron los nombres a los dioses.
Ale, todo dicho, fin del hil…
No, venga, ahora en serio. Vente conmigo, que es un tema muy interesante.
Empecemos por el concepto de “mitología”. Suponiendo que podemos mencionar este término en singular, la mitología griega está compuesta de una serie de historias, relativas a las vivencias de diferentes divinidades y otros seres, narradas por los poetas griegos.
Estas historias mitológicas, por supuesto, llegaron a ser conocidas en la antigua Roma (aunque bien avanzada ya su historia). Pero entonces, ¿los romanos tuvieron una mitología propia en sus orígenes o, como se ha llegado a decir, no tuvieron mitos propios?
Lo cierto es que los romanos sí tenían su propia mitología. Si te paras a pensar, la conoces perfectamente. Se trata de lo que conocemos como mitología cívica, un conjunto de historias relacionadas con los orígenes de la propia ciudad de Roma.
Como dijo Varrón en sus Antigüedades humanas y divinas, primero son las ciudades y después aquellas instituyeron.
Por este motivo los romanos tenían un gran interés en los mitos creadores de la Ciudad, pero no tanto en los ajenos.
Los estudiosos romanos como Cicerón o el mismo Varrón ya distinguían entre tres formas diferentes de entender la religiosidad. La teología mítica —propia de los poetas—, la natural —cultivada por los filósofos— y la cívica, vivida, en su opinión, por los romanos piadosos.
Estupendo Néstor, nos has contado (una mínima base de) los fundamentos religiosos de la antigua Roma.
Pero sigo pensando que los romanos copiaron sus dioses a los griegos: Zeus = Júpiter, Ares = Marte, Hermes = Mercurio… etc.
Vamos allá. Efectivamente existen similitudes entre las divinidades griegas y romanas, pero también podríamos establecer estas similitudes con las etruscas. Tin = Júpiter, Laran = Marte, Turmś = Mercurio.
Pero entonces, ¿les copiaron los dioses a los griegos o a los etruscos? 🤷🏻♂️
A ninguno de los dos. Por supuesto, hay casos de dioses exportados directamente de Grecia a Roma como Apolo o Asclepio y de otros que fueron de Roma a Etruria como Minerva (la Mnerva etrusca). Pero eso no pasa en la mayoría de casos.
Es lógico que las culturas del pasado asociaran poderes divinos a elementos como el Sol, los truenos o el día.
Por eso encontramos divinidades asociadas a estos en todos estos pueblos. Lo interesante es ver que se desarrollaron cuando todavía no existía contacto entre ellos.
Grecia y Roma no tuvieron una relación directa importante hasta los s. IV - III a. C. Fue entonces cuando autores como Livio Andrónico comenzaron a traducir al latín las obras cumbre de la literatura griega como la Odisea o la Ilíada.
Y ahí se encontraron con un problema…
El romano de a pie no sabía quienes eran los dioses que ayudaban o perjudicaban a los héroes de la épica griega, por lo que fue necesario realizar un proceso de comparación y asignación de paralelos.
Lo que los romanos llamarían una INTERPRETATIO.
Nosotros podríamos llamarle “localización”, que difiere de una traducción literal en que se adapta el discurso para que el otro lo entienda mejor.
P.E.: nosotros decimos que algo suena a chino cuando no lo entendemos pero en inglés les suena a griego (sounds greek to me)
¿Lo ves? Las frases no dicen exactamente lo mismo pero nos podemos entender. Pues algo parecido pasa con los dioses.
Cojamos los ejemplos que di antes. Zeus es el soberano supremo de los dioses. ¿Quién lo es en Roma? Júpiter. Pues podemos decir que son equivalentes.
O casi…
¿Recuerdas lo que te conté sobre la teología mítica? A los romanos piadosos eso no les iba mucho. Los dioses estaban ahí para ayudarles y daban igual esas historietas que eran puro divertimento de ficción.
Así que NO, los ““ligues”” de Zeus no tienen nada que ver con Júpiter.
Marte y Ares comparten que ambos eran dioses que representaban la guerra. Pero Marte tenía también una clara relación con el campo y los cultivos, algo fundamental en el padre de un pueblo agrícola como el romano. Un atributo que no tenía el griego Ares.
Hermes por su parte, además de representar la rapidez y ser mensajero, también conducía las almas de los difuntos (psicopompos) al inframundo griego. Mercurio no hacía eso último. Aunque, con el paso de los siglos, por influencia del dios griego, acabara asumiendo ese papel.
En resumen, los romanos pensaban que existían numerosos poderes divinos (numina) repartidos por el mundo. A los que descubrían les daban nombre y a aquellos que descubrían otros los aceptaban (aunque no siempre del mismo modo que a los suyos, pero eso es otro tema).
Los dioses griegos, los etruscos, los romanos y tantos otros convivieron durante muchos siglos. Los mortales, para entenderse entre ellos, los relacionaron y asociaron, pero no hicieron un corta pega.
Así que, la próxima vez que alguien te diga que los romanos copiaron los dioses a los griegos, recuérdale que no es más que otro de los #BulosHistóricos de la antigua Roma y envíale este #HiloRomano.
Si te ha gustado, recuerda que los dioses te agradecen un RT en el primer tuit del hilo.
Y, si te ha encantado, lo que he resumido aquí y mucho más lo encontrarás en mi nuevo libro “¡Que los dioses nos ayuden! Religiones, ritos y supersticiones de la antigua Roma”.
Bene valē!
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Hoy viajamos uno de los espacios más desconocidos enterrados por el Vesubio en el año 79. Se trata de una villa residencial opulentísima situada al otro lado de los montes Lactarios que cierran el golfo de Nápoles.
Sígueme en este #HiloRomano para descubrir la villa de Positano.
Hablamos de una villa situada en la costa amalfitana, en el precioso –y famoso– pueblo pesquero de Positano. Se trata de una lujosa propiedad de recreo que podría haber pertenecido a un rico liberto del emperador Claudio: Posides, de quien derivaría el nombre del pueblo.
Bajo la iglesia de Santa Maria Assunta, enterrados a nueve metros de profundidad, se hallaron los restos intactos de uno de los comedores de la villa. Pero, ¿cómo es posible esto si Positano está al otro lado de los grandes montes contra los que se chocó la erupción del año 79?
El 28 de octubre del año 312 se libró sobre el río Tíber la batalla entre los emperadores Constantino y Majencio. Una historia de poder, religión y lucha por la legitimidad en la que nada es lo que parece.
Sígueme en este #HiloRomano para descubrir la batalla del Puente Milvio.
Empecemos por presenta a los personajes. Constantino, conocido por la tradición cristiana como El Grande, era el hijo de Constancio Cloro, uno de los cuatro miembros originales de la tetrarquía.
Majencio por su parte, era también hijo de otro de los tetrarcas, Maximino, apodado hercúleo. De hecho, el padre había ostentado el cargo de Augustus, mientras que Constancio Cloro había sido su Caesar (subiendo después a la posición superior tras la abdicación de Maximino)
El sistema tetrárquico pretendía eliminar la corrupción dinástica o la compra del trono imperial generando un sistema de gobierno meritocrático en el que solo los más aptos llegaran al poder.
Maximino y Diocleciano, de hecho, en el año 305, pusieron a prueba el sistema abdicando
Al hablar de la destrucción de Pompeya, muchas veces nos ciega la maravilla arqueológica y olvidamos lo más importante, las personas que murieron en la tragedia.
En este tercer #HiloRomano sobre la erupción del Vesubio en el año 79 contaremos sus historias personales y privadas.
Desde que comenzaron las excavaciones de Pompeya en el siglo XVIII se han hallado cerca de 1200 cuerpos de aquellos que no pudieron o no quisieron salir de la ciudad a pesar del peligro.
Junto al esqueleto de una mujer muerta en la playa de Herculano fue hallada la llave de su casa, a la que creía que podría volver cuando aquella pesadilla acabara.
Muebles de madera carbonizados, casas con sus tejados intactos y hasta un teatro excavado bajo los escombros volcánicos a 26 metros de profundidad.
En este #HiloRomano dedicado a Herculano descubrirás algunas de las maravillas más desconocidas que el Vesubio enterró en el año 79
Los restos enterrados a gran profundidad de Herculano fueron descubiertas en 1738 gracias a un pozo que había en la zona y que iba a servir para abastecer al Palacio de Portici del joven rey Carlos VII de Nápoles y las dos Sicilias por aquel entonces, el futuro Carlos III.
El llamado pozo Elboeuf, excavado para extraer agua en el pueblo de Resina, dio justo con la escena del teatro de Herculano, que posteriormente se excavó mediante galerías a partir del siglo XVIII y que todavía hoy sigue bajo tierra.
Hoy te quiero contar cómo un solo hombre consiguió engañar y conducir a su muerte a más de 15.000 romanos.
Un episodio tan grave que hizo que el emperador de Roma se golpeara la cabeza contra las puertas y hasta influyó en el surgimiento del nazismo. #HiloRomano
Este episodio tuvo lugar a comienzos de septiembre del año 9 d. C. Las fuentes no nos dan la fecha exacta pero seguramente tuvo lugar entre los días 9 y 10 de septiembre. Y no sucedió en Roma o cerca de ella, sino en Germania, cerca de la frontera del Imperio romano.
Como quizá ya has intuido, hoy hablamos de la batalla del bosque de Teutoburgo, un desastre que tuvo como protagonistas al general Publio Quintilio Varo, al mando de las legiones XVII, XVIII y XIX y Arminio, el germano que consiguió destruirlos a todos ellos.
Hoy os quiero hablar sobre una de las estructuras más importantes que conservamos de la antigua Roma: la Curia iulia, el lugar de reunión del Senado romano durante todo el Imperio.
Hoy en el año 29 a. C. fue inaugurada, así que vamos a conmemorarlo con un #HiloRomano
La dedicación de la Curia contó con una procesión presidida por una gran estatua dorada de la Victoria (de unos 8 metros) traída desde Tarento que conmemoraba las victorias de Octaviano (el futuro Augusto) en las batallas de Actium y Alejandría contra Cleopatra y Marco Antonio.
La Victoria de Tarento fue colocada al fondo de la Curia, presidiendo el espacio. Desgraciadamente no ha llegado hasta nosotros, pero sabemos cómo era gracias a representaciones en monedas y en pequeñas reproducciones de bronce como la de la imagen (hallada en Pompeya)