Thread by @TheValkyriesVig

#TheNorthman nos presenta a su protagonista como un berserker/úlfhéðnar. En la película podemos verle ataviado con las pieles de animales y semidesnudo, o practicando rituales chamánicos con una misteriosa figura con «cornamenta». ¿Quién es? ¿Existieron realmente? ¡Dentro 🧵!

Según la literatura nórdica medieval los berserker fueron guerreros que lucharon bajo un «trance furioso». Y esto es, precisamente, lo que vemos en la peli. Aunque este tipo de guerrero transmutado en animal es común en muchísimas sociedades a lo largo de la historia.

En Escandinavia estos guerreros terminaron asociados a Odín, el dios de la guerra, pero también de la magia y el chamanismo. En #TheNorthman podemos ver estas prácticas chamánicas de origen ancestral que llevaban a cabo agrupaciones masculinas llamadas «männerbünde».

Estas prácticas ya las mencionaba Tácito en su obra «Germania» y la figura del guerrero oso/lobo/jabalí es rastreable en Escandinavia desde, por lo menos, la Era de Vendel, entre el 550 y el 750 aproximadamente. Es decir, periodo previkingo.

De este son las placas de Torslunda, moldes para hacer yelmos de «lujo» en los que tenemos la imagen de un dios danzante con cornamenta y varas, probablemente Odín, y su séquito de «úlfhéðnar». ¿Se parece o no a la película? Brutal la recreación 🤯

Como hemos dicho, este tipo de guerrero es muy conocido en la literatura nórdica, como berserker, guerreros que lucharon bajo un «trance furioso» y que, ahora sí, vamos a conocer en detalle. ¿Os apetece? Pues se viene #turravikinga para que podáis comprender mejor la película.

Este trance furioso o furia berserker se conoce como berserkergang, traducido por ‘furor o frenesí berserk’ o ‘el movimiento del berserker’. Lo encontramos descrito en la literatura nórdica medieval, por ejemplo, nos habla de ello Snorri Sturlurson (que nos interesa para después)

Esta furia berserker consistía en acciones que, estando cuerdos, parecían imposibles para los hombres. El trance comenzaba con temblores en el cuerpo y rechinar de dientes, la cara se hinchaba y cambiaba de color, se producían mareos, gran rabia y aullaban como animales salvajes.

También mordían los extremos de sus escudos y atacaban cualquier cosa que se interpusiera en su camino, amigo y enemigo sin distinción. Cuando el trance pasaba, se producía un embotamiento de la mente y un debilitamiento general que podía durar hasta varios días.

Esta figurilla es una de las piezas del Ajedrez de Lewis que, aunque se hallaron en la isla de Lewis (Escocia) en el s. XIX, están realizadas en marfil de morsa, se cree, en la Escandinavia del siglo XII. ¿Un berserker? Pues probablemente.

¿Y cómo se llegaba a esta situación de trance y locura? Pues hay varias teorías, ninguna de ellas plenamente aceptada. La primera, las drogas. Se cree que este tipo de estado podía inducirse voluntariamente consumiendo ciertas sustancias. También lo vemos en la peli.

Por ejemplo, los hongos alucinógenos conocidos como amanita muscaria. También la cerveza, que a su componente alcohólico se le podía sumar la contaminación por cornezuelo del centeno (a grandes rasgos, el precursor del LSD). El pan también podía estar contaminado.

Otra sustancia podía ser el beleño negro o hyoscyamus niger. Los análisis de los síntomas de la ingesta de esta planta venenosa demostraron que eran muy similares a los episodios descritos en la literatura nórdica medieval, más que la amanita o el alcohol contaminado.

No obstante, aunque no es improbable que los guerreros se drogasen para inducirse trances (ya lo hacían otros personajes del mundo nórdico como las völvas/völur, asociadas al chamanismo y la adivinación), en la comunidad científica no hay consenso en esta teoría.

Otras teorías sugieren enfermedades mentales, histeria autoinducida, epilepsia o algún tipo de enfermedad genética para explicar la existencia de este tipo de comportamientos. Todo ello probablemente iniciado o potenciado antes de la batalla con algún tipo de ritual o sustancia.

¿Con cuál nos quedamos? Actualmente destaca la hipótesis la de histeria autoinducida. Iniciada antes del comienzo de la batalla a través de algún tipo de ritual, llamado effektnummer, que incluía acciones como morder escudos o aullar como animales. ¿Os suena en la peli? Ajá.

En los últimos años han aparecido teorías muy interesantes como las de Jonathan Shay y el estrés postraumático. Estas teorías comparan la conexión que existe entre la furia explícita de los berserker en las fuentes y la hiperactivación del trastorno de estrés postraumático.

Lo estudió en los veteranos de guerra (Vietnam) y concluía que, si un soldado sobrevivía al estado de locura, en algunos se producía la muerte emocional y la vulnerabilidad hacia la ira explosiva. Todos ellos marcadores habituales del estrés postraumático.

Pero, vamos a ver, ¿qué era un berserker? En nórdico antiguo, berserk, el plural berserkir, proviene de bjørn/berr (oso) y serkr (capa/sayo), lo que significaría algo así como «camisa de oso» es decir, aquel que lleva una capa o camisa hecha de piel de oso.

¿Problema? Lo que encontramos generalmente en las Sagas son historias que nos hablan de guerreros desnudos, en pelotica. ¿Por qué? Pues por lo que parece una cagadita de traducción.

En el siglo XIII, Snorri Sturluson (causa y a la vez solución de muchos de nuestros problemas) interpretó este término no como bear (oso) sino como bare (desnudo). Y aquí tenemos el mito. Snorri habló de guerreros que luchaban desnudos, tal vez con algún tipo de piel de oso.

Pero, ojo, que con los osos no se acaba la fiesta. Los vikingos conocían al menos otros dos tipos de guerrero que transmutaba en animal, todos animales asociados con el mundo de la guerra: osos, lobos y jabalíes.

En esta placa de Torslunda (Suecia) se puede ver un hombre con dos osos. Es del periodo de Vendel (s. VI y VII) y eran una especie de molde para crear placas que decoraban objetos como armas, por ejemplo, yelmos.

Así tendríamos a los úlfhéðnar (singular úlfheðinn) o guerreros/hombres lobo, que aparecen tanto en iconografía como en Sagas como la Saga, donde se dice que vestían pieles de lobo cuando entraban en batalla. Los úlfhéðnar a veces han sido descritos como los guerreros de Odín.

Se asocia a Odín porque tanto en la Edda poética como en la Edda prosaica (ambas fuentes del siglo XIII), aparecen dos lobos llamados Geri (voraz) y Freki (codicioso) al servicio o acompañantes de este dios. Algunas representaciones arqueológicas así parecen indicarlo también.

En esta otra placa de Torlsunda lo que podemos ver es al que es Odín seguido de un personaje con atuendo de lobo.

Y también tendríamos a los svinfylking, los guerreros/hombres jabalí. Los animales menos conocidos como totémicos, pero tan importantes en el mundo nórdico por su relación con los dioses Vanes. Aquí Freya con su jabalí Hildisvíni, por Lorenz Frolic (s. XIX).

Una vez más, una placa de Torslunda. En esta podemos ver guerreros en marcha portando lanzas con un yelmo tocado con la figura de un jabalí. Decidme si no molan todo. O más.

Se dice que los guereos jabalí lucharon al frente de un tipo de formación llamada svinfylking (cabeza de jabalí) en forma de cuña. Tal vez recibían su nombre por esto y no por ningún tipo de atuendo. Dos de los mejores guerreros a su vez formaban el ‘rani’ (el hocico).

No creáis que esto de los guerreros transmutados en ciertos animales es cosa de vikingos. Lo que pasa es que gracias a la literatura nórdica estos se han hecho igual más famosos que otros. Los encontramos en multitud de sociedades desde la Prehistoria hasta el mundo germánico.

Por ejemplo, ¡la Columna de Trajano! ¿Qué tiene que ver esto con los berserker? Pues directamente no, pero indirectamente esta obra de arte que narra la conquista romana de la Dacia (s. II) tiene una cosa muy interesante. Veamos.

En la escena 36 vemos personajes vistiendo pieles de oso o de lobo a modo de capucha o gorro, descalzos y con el pecho descubierto. Los historiadores y arqueólogos hoy en día los asocian con los germanos. THIS.

Al margen de en esta columna tendremos que esperar al año 872 en la batalla de Hafrsfjord, donde el poeta Þorbjörn Hornklofi nos describe en su obra como estos dos tipos de guerreros lucharon juntos bajo las órdenes del ejército de Harald I de Noruega, Harald Hermosa Cabellera.

800 años después, aparecieron los úlfhéðnar (guerreros que llevaban capucha de lobo) y berserker (guerreros que llevaban camisas de oso; más adelante cualquier tipo de guerrero furioso). El poema de Hornklofi nos muestra la existencia (ficticia o no) de estos 2tipos de guerreros.

Se dice que reyes como Harald Hermosa Cabellera utilizaron berserker como cuerpos de élite cercanos a ellos. Es posible que todo lo relacionado con los berserker fuese una especie de ritual de estos cuerpos o que utilizasen este nombre para infundir miedo o como algo disuasorio.

Reales o no, lo cierto es que las leyes nórdicas terminaron por prohibir a los berserker (y similares). En el año 1015 el jarl Eiríkr Hákonarson de Noruega los desterró o proscribió a los berserker. Baneados.

También se hizo en el código de leyes islandés Grágás (uno de los manuscritos escandinavos más antiguos) donde se sentenciaba a los guerreros berserker al destierro. Hacia el siglo XII las bandas organizadas de berserker habían desaparecido.

Mito o realidad, drogados, enfermos, iracundos o locos de atar, lo cierto es que los berserker son una de las figuras de la mitología nórdica que más han trascendido hasta nuestros días. Pero hay que tratarlas con sumo cuidado.

Si queréis saber mucho más sobre los berserkers (antecedentes históricos, ejemplos e información ampliadísima de este hilo) os dejo este artículo del blog donde, además, podéis consultar todas las fuentes usadas

thevalkyriesvigil.com/berserker-ulfh…

Y si os ha gustado el hilo, os agradeceré muchísimo que lo comentéis, le deis algún like y lo compartáis. ¡Hasta el próximo! #TheNorthman