Ah, el Prater. El pulmón de Viena. Uno de los parques más famosos del mundo, con sus árboles, su récord de maratón y su noria desde donde Harry Lime nos comparaba a todos con hormigas.
El Prater es un lugar lleno de historia. Y de historias.
Una de estas historias, quizá la más bizarra se esconde detrás de una de las vías principales que atraviesan el parque. Debajo de unos árboles y detrás de una alambrada de espino.
Es una esfera de madera.
Delante de la esfera está la placa que indica la dirección: "2., Antifaschismusplatz".
Plaza del antifascismo, distrito segundo de Viena.
Pero claro, en realidad no hay ningún edificio más en esa Antifaschismusplatz, y ni siquiera es una plaza.
Y esta historia ni siquiera empezó en Viena.
Una mañana de 1971, el artista Edwin Lipburger y su hijo Nikolaus salieron a un prado que tenían a las afueras del pueblo de Katzelsdorf, en la Baja Austria, y comenzaron a excavar un agujero y colocaron un grueso pilar de madera en el centro.
La idea era construir un taller para pintar y hacer sus cosas de artista pero, aparentemente, no le valía con una cabaña como la de Jackson Pollock y Lee Krasner en Long Island, no.
Lipburger era un artista de verdad y quiso hacer un taller verdaderamente artístico: una bola.
Efectivamente, el taller de Lipburger era una esfera de 7.68 m. de diámetro construida sin apoyo exterior. Solo un gran pilar central hasta la mitad, que sujetaba el forjado, y una serie de cuadernas para conformar la esfera.
Como era un artista, le puso nombre: SPHAERA 2000
Una vez terminada la estructura, incluyendo un puente levadizo para el acceso y varias ventanas radiales, Lipburger forró el exterior de la esfera con chapas de zinc para protegerla de la intemperie y se dispuso a, bueno, a pintar y a hacer el arte.
En realidad, lo de hacer edificios con formas, ejem, pelotudas, no es una cosa exclusivamente de artistas. Bernard Judge ya había construido su Dome House en Los Ángeles en 1962...
...Matti Suuronen había diseñado las casas Futuro en el 70...
...y en el 84, en la localidad holandesa de Den Bosch, se construiría un barrio entero de casas-bola: Bolwoningen.
Pero había una diferencia con la esfera austriaca del Lipburger. Todos estos edificios tenían licencia de obra, en cambio, la SPHAERA 2000 se había construido bastante a la mecagüen.
El caso es que, al poco de terminarla, se presentaron por allí un par de técnicos municipales que le dijeron a Lipburger que a ver, los papeles. A lo que el tipo les dijo que él era un artista y el arte no conoce de licencias y soy un ser libre y solo me juzga la posteridad.
Los técnicos debían de ser de los de "eso lo hace mi hijo de 4 años" porque lo del arte se la sudaba bastante y no solo le dijeron que aquí hay que pagar, sino que, además, en Austria no estaban permitidas las construcciones esféricas y que tenía que tirar su chalet-bola.
—¿Cómo, que en Austria no se pueden hacer edificios esféricos? Pues sabéis lo que digo, que me voy de Austria!
Pero no se fue a otro país con la bola de marras. Decidió que la esfera SERÍA OTRO PÁIS.
Lo llamó Kugelmugel (algo así como "Montebola")
No, en serio, junto a varios colegas plantaron unos cuantos carteles (al loro al bañador fardahuevos de la época) y se declararon, primero como el décimo estado de Austria y después, directamente, como República Independiente.
En realidad, todo no era más que una performance artística de Lipburger. Y de hecho, para demostrar que todo era un poco de coña, llegó a construir una garita aduanera y un paso fronterizo de pega.
Salvo que, de pega-de pega tampoco lo era, porque cuando los de Hacienda fueron a casa de Lipburger a decirle que qué pasaba con los impuestos del 72 y el 73, el artista dijo que él no era austriaco, era ciudadano de la República de Kugelmugel y allí no había impuestos.
Hombre, a ver, usted no es un artista, usted es un jeta y o paga o le haremos pagar. Pero el tío dijo que pasando de impuestos y pasando de Austria, que eran unos fascistas.
Y estuvo sin pagar 8 años, ojo.
En el 79, al gobierno austriaco se le hincharon definitivamente las, ejem, esferas, y le condenaron a medio año de cárcel. Pero no por no pagar, sino porque Lipburger había puesto señales en la carretera muy parecidos a los oficiales y confundían a los conductores.
En serio.
En vista de que para allá fueron guardias armados y perros y toda la pesca en su busca, Lipburger dijo que vale, que todo era una bromi, que pagaríaJA JA, QUÉ VÁ!
El menda era un artista de verdad y era un martir de su arte y de la República de Kugelmugel.
Y FUE AL TRULLO.
Y se montaron campañas y protestas pidiendo su liberación que salieron en todos los periódicos.
Y, como un efecto Streissand a lo centroeuropeo, Kugelmugel se ganó un buen montón de fans y de gente que pedía la ciudadanía.
Tras pasar 10 semanas en prisión, y en vista de que la cosa se estaba yendo de madre, el canciller Kirchschläger le indultó.
Pero el indulto tenía una condición: Lipburger debía ceder el control y la propiedad de Kugelmugel al estado.
Se ve que lo de la performance artística no compensaba tanto a Lipburger como para querer pasar más tiempo entre rejas, así que dijo que sí, que vale, pa vosotros la perra gorda, pero que por favor, le dejasen seguir usando la esfera como instalación artística.
Y Austria accedió. Y en 1980 transportaron Kugelmugel al Prater de Viena, donde dejaron a Lipburger y a su hijo que siguiesen la performance.
Y en qué ha consistido la performance? Pues en que alrededor de Kugelmugel hay una alambrada de espino y una garita aduanera y, como despecho, la dirección oficial de la bola no es el Prater sino, ya sabéis, 2., Antifaschismusplatz.
Es más, se siguen considerando República con su bandera y sus súbditos.
Bandera que por cierto, es la inversa de la austriaca con un escudo bastante autoexplicativo: Lipburger amordazado.
Y también tienen embajada "oficial" en Austria y consulado de cultura, suya sede compartida, haciendo honor a lo ebrio de todo este asunto, es un bar.
Edwin Lipbuger murió en 2015, pero su legado no solo continuó en su hijo Nikolaus sino en unos cuantos de los 600 ciudadanos con los que cuenta el país que se inventó
A día de hoy, Kugelmugel es una pequeña sala de exposiciones en el Prater, que se puede visitar.
No sé si este era el destino que soñó Lipburger para su creación, pero es uno (otro) de los numerosísimos atractivos turísticos de Viena. Y quizá su historia más extraña.
La historia de un país con forma de bola que mide menos de 25m2.
Un país que cabe dentro de una casa.
Y con estas cuatro imágenes que resumen muy bien el hilo de hoy, vamos a irnos despidiendo de los Lipburger, del Prater, de las casas-bola, de la República de Kugelmugel y de #LaBrasaTorrijos de esta semana.
Si os ha gustado, hacedme RT al hilo, FAVs, follows o invitadme a una piscina de bolas (guiño)!
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Las imágenes del capítulo de hoy son de:
Douglas Sprott, MiGowa, Sebastian Bartoschek, kugelmugel [at] at, wien [at] info, Peter Gugerell, Martin Abegglen, Thomas Ledl, Kuratorium Kugelmugel, Rosa Menkman, dierk schaefer, Gili Merin y Google.
#LaBrasaTorrijos se escribe en directo todos los jueves desde el soleado barrio de Villaverde.
(Fin del HILO 🇦🇹🔮💸🖼️)
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Como muchas buenas historias, esta comienza con algo inesperado.
En este caso, un meme. (Y sí, el meme tiene marca de agua porque si no, no sería meme ni nada).
Una ciudad donde el horizonte se recorta con las trazas exactas de un acueducto romano, la catedral se impone como su torre clavada en el cielo (y en el tiempo), y el alcázar vigila el paisaje con ese aire entre heráldico y legendario.
En 1943, los nazis bombardearon Bari. No sabían que el bombardeo salvaría cientos de millones de vidas y cambiaría la medicina para siempre.
Porque esas bombas propiciaron UN AVANCE CRUCIAL EN LA LUCHA CONTRA EL CÁNCER.
Cuando a mediados de diciembre de 1943, el Teniente Coronel Stewart Francis Alexander llegó al hospital de San Paolo de Bari, se encontró con un panorama dantesco: decenas de hombres se amontonaban en las camas llenos de quemaduras, con dificultades respiratorias y medio ciegos.
En 1980, tras una carrera estelar en la MLB, el primera base Gary Thomasson protagonizó uno de los fichajes más sonados de la historia del béisbol: se fue a Japón.
El 5 de diciembre de 1952, una niebla densa y oscura se levantó sobre Londres. Demasiado oscura. Demasiado densa.
Cuando se fue 5 días después, había matado a 4.000 personas PERO SALVARÍA DECENAS DE MILES DE VIDAS.
En #LaBrasaTorrijos, el Gran Smog que cambió Inglaterra.
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Cuando el señor Wilson Patrick Daley quiso coger el bus desde su casa en Waterloo para ir a su trabajo en la City, se encontró con la parada llena de londinenses indignados: la BBC acababa de anunciar que los autobuses dejaban de circular hoy por culpa de la niebla.
Es cierto que había una niebla espesa pero nada que asustase a la gente de Londres. Otro día de "sopa de guisantes".
Seguramente se la llevaría la lluvia por la tarde.