He visto los capítulos de #Sinlímites sobre la Expedición de Fernando de Magallanes y la Primera Circunnavegación de Juan Sebastián Elcano. La serie tiene muchos problemas: hace aburrida una gesta incomparable y está repleta de imprecisiones históricas. Otra oportunidad perdida.
Vaya por delante que habitualmente si una serie me resulta entretenida suelo ser más benevolente con ella, pero el problema es que #Sinlímites es infumable. Y miren que es difícil que alguien como yo llegue a decir eso. Partiendo de eso, ni siquiera la ambientación la mejora.
Para empezar, ya el hecho de presentar a Juan Sebastián Elcano y a tu dotación como "gente sin oficio" llega a decir Magallanes en la serie, borrachos, p*t*ros y otras lindezas muestra el poco interés en tener rigor histórico. La realidad, es que se reclutaron hombres diestros.
De los 239 hombres que embarcaron en las 5 naves: Trinidad, San Antonio, Concepción, Victoria y Santiago, la mayor parte eran marinos experimentados, aventureros y militares, de casi toda Europa. "Gente sin oficio", claro. Elcano había servido militarmente en Argel y en Italia.
Antonio de Pigafetta resulta ser en la serie el personaje cómico, una clase de erudito e intelectual pero con escasos conocimientos náuticos o de la vida en general. Sin embargo, había embarcado como sobresaliente (hombre de armas), y tenía una amplia formación en náutica.
Se sabe que había recibido formación en astronomía, en el uso del astrolabio y la brújula de marear, de hecho, estas cuestiones se deducen de su crónica del viaje. Elcano, que en la serie se le recluta de la cárcel, ¡LA CÁRCEL! por deudas, provenía de una familia acomodada.
Para esa época tenía una nave propia y de hecho había embarcado como maestre (segundo al mando) de la Concepción, capitaneada por Gaspar de Quesada y cuyo piloto sí era Juan López de Carvallo. Es decir, no iba en la Trinidad con Fernando de Magallanes.
Pero conviene hablar precisamente de Magallanes ya que nos lo presentan como principal personaje y con el que debemos empatizar. Magallanes para ese momento era castellano. Lo explica Barbosa: "Pasó a Castilla (...), se desnaturalizó con públicas y solemnes demostraciones".
En contraposición a las buenas obras y determinación de Magallanes están los capitanes españoles "recelosos" de que un portugués se pusiese al mando de la expedición. La realidad es que Magallanes tenía un carácter de tendencia autoritario y poco dado a los consejos.
Juan de Cartagena, veedor general y capitán de la San Antonio, Gaspar de Quesada, de la Concepción, Luis de Mendoza, de la Victoria, y Juan Serrano, de la Santiago, tenían todos experiencia militar y de exploración. Y además, contaban con la confianza de Carlos I y sus ministros.
Sobre los motivos que llevaron a los hombres a revelarse, fue precisamente esta rigidez de Magallanes, que ciertamente compartía el mando con Juan de Cartagena, que como enviado especial y defensor de los intereses del rey, debía ser consultado e informado. Magallanes no lo hacía
Si bien estas cuestiones y algunas otras en las que no entraré ya son bastante bochornosas como para disfrutar la serie. También están las propiamente náuticas que demuestran el nulo interés en ser fieles o querer hacer las cosas bien: Magallanes afianzando las velas.
Ni que decir tiene que Magallanes como "almirante" o capitán general de la expedición nunca se hubiera ni bajado de la toldilla, posiblemente ni salía mucho de su cámara. Quien al final ostentaba el mando útil de la nave era el maestre. Y no, no hacía labores de la marinería.
Respecto al "combate" naval contra la escuadra portuguesa no existió. Pero de haberse producido es absurdo desde el punto de vista náutico realizar viradas de 90º en segundos, mismamente una nao rara vez alcanzaba los 4 nudos. Es decir, la virada era extraordinariamente lenta.
Otra cuestión es el uso parece ser extendido de la artillería en el combate. La nao Victoria, por ejemplo, llevaba 6 falconetes montados en horquillas giratorias y 4 cañones de hierro. Estas piezas eran de calibre pequeño y se usaban para batir a la dotación enemiga no al barco.
Desde luego hubiera resultado imposible destrozar (posiblemente ya alcanzar) el palo mayor de una nao portuguesa de una sola andanada. Además, con tiro parabólico... en un cañón. Sin comentarios. Como referencia, una andanada de un cañón de 36 lb sólo agujerearía un palo mayor.
Esto es lo que he visto en los dos primeros capítulos de #Sinlímites , que ni siquiera es disfrutable desde el punto de vista del entretenimiento y a mí personalmente me costó esfuerzo terminarlos. Está claro, por ciertos comentarios de los actores, que no se busca ningún rigor.
En conclusión, otra oportunidad perdida para divulgar y llevar la historia de España a donde merece estar. Por ello, públicamente me pongo al servicio de guionistas y productores para asesorarles en los puntos de materia naval donde duden. Pero que no hagan cosas como ésta.
Nota: no hago comentarios sobre la vestimenta (horriblemente diseñada, anacrónica e imprecisa) porque espero el hilo de turno con el rigor que acostumbra mi estimada @alquicel .
Nota: obviamente es reBelarse.
Aprovecho para dejarles la relación del equipaje y tripulación de la expedición, por los amigos de @Ruta_Elcano , que tiene todo el rigor: rutaelcano.com/tripulacion
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Tal día como hoy, 22 de junio de 1284, una flotilla aragonesa de 8 galeras de Roger de Lauria atacaba el puerto de Nápoles, la flota francesa del príncipe Carlos de Anjou, de 30 galeras, salía en su persecución segura de su victoria. Pero era una trampa.
El ataque relámpago aragonés sobre el puerto napolitano sólo era una estratagema para hacer salir a la flota francesa. Sin embargo, los orgullosos franceses, seguros de su victoria, no vieron que en su persecución se adentraban mar adentro con su escuadra mal pertrechada.
Había tenido mucha prisa en tratar de cazar a los aragoneses, y por ello, en la flota habían embarcado demasiados soldados, entre ellos muchos grandes caballeros, y pocos remeros, la mayoría de leva. Tras tiempo de persecución, los remeros franceses se fueron cansando.
Tal día como hoy, 21 de junio de 1372, la flota castellana de 22 galeras de Ambrosio Bocanegra se presentaba en La Rochelle. Los ingleses con 36 naos y 14 transportes salieron a su encuentro. Los castellanos capturaron a 400 caballeros y 8.000 soldados ingleses, y 48 naves.
En 1369, el rey Carlos V de Francia reanudó las hostilidades contra Inglaterra en el contexto de la guerra de los Cien Años, rompiendo el Tratado de Brétigny de 1360, que había tejido una frágil paz entre ambos reinos. La decisión de violar la paz no había sido peregrina.
Tras el tratado de Toledo del 20 de noviembre de 1368, Enrique II de Castilla se había comprometido a prestar ayuda naval a Francia con su poderosa armada castellana. Esto permitía abrir una nueva ofensiva con muchas posibilidades de éxito por la vía naval.
Tal día como hoy, 17 de junio de 1629, Fabrique Álvarez de Toledo con la Armada de Sotavento llegaba a San Cristóbal y Nieves para expulsar a los colonos, piratas y corsarios ingleses y franceses. Los esclavos acogieron a los españoles al grito de "Libertad, alegre libertad".
Las islas de San Cristóbal y Nieves habían sido ocupadas en el contexto de la Guerra anglo-española de 1625, y se habían establecido ilegalmente varios asentamientos de colonos ingleses y franceses. Desde allí operaban frecuentemente flotas corsarias y piratas en las Antillas.
Así, desde el virreinato de Nueva España, se había ordenado al almirante Fabrique Álvarez de Toledo, capitán general de la Armada del Mar Océano y a sazón comandante de la Armada de Sotavento, que organizara una escuadra con 20 galeones y 4.000 hombres para la operación.
Tal día como hoy, 16 de junio de 1595, partía de Paita, virreinato del Perú, una expedición en busca de las Islas Salomón. En ella iba Isabel de Barreto, que terminó siendo almirante, gobernadora y adelantada del Mar Océano. Fue la primera mujer almirante de la Historia.
La expedición estaba compuesta por 4 naves y 378 personas, incluidas algunas mujeres, lo que no era ni mucho menos frecuente; 280 eran hombres de mar y guerra o sobresalientes. La flota estaba mandada por Álvaro de Mendaña, marido de Isabel, y 3 de los hermanos de ella.
También iba el portugués Pedro Fernández de Quirós como cronista, quien dejó constancia escrita del recio carácter y disciplina de doña Isabel. En otras cuestiones, cuando recibido el mando por la muerte de su marido, no dudó en ahorcar un marinero que no quiso obedecerla.
Tal día como hoy, 15 de junio de 1732, zarpaba de Alicante la flota de Francisco Cornejo, de 500 buques y con Blas de Lezo como su 2º, transportando los 27.000 soldados del capitán general conde de Montemar. El desembarco que se hizo en Orán fue de los mayores del siglo XVIII.
La campaña de Orán y Mazalquivir fue organizada como una expedición de castigo contra la Regencia de Argel, que se encontraba bajo el paraguas del Imperio Otomano, y había aprovechado la Guerra de Sucesión para hacerse con esas plazas tradicionalmente españolas.
Así, Felipe V había ordenado organizar un gran ejército, de 27.000 hombres entre infantes, artilleros y jinetes, a cuyo mando se confió José Carillo de Albornoz, conde Montemar, el capitán general de los Ejércitos Reales, y que llevaba la friolera de 23 generales.
Tal día como hoy, 14 de junio de 1808, en la Poza de Santa Isabel, Cádiz, los infantes de Marina españoles y las tropas de tierra capturaban la flota francesa del vicealmirante Rosily-Mesros. En total 5 navíos y 1 fragata. La Real Armada pasaba a tener 43 navíos y 25 fragatas.
Al exigir el jefe de escuadra Ruiz de Apodaca la rendición al vicealmirante Rosily-Mesros tras el fuego de las baterías, éste ordenó sustituir los pabellones franceses por españoles: se rendía. En total se hicieron 3.676 prisioneros; 456 cañones, 1.651 quintales de pólvora.
El capitán general Tomás de Morla, que antes de iniciar el combate contra los franceses se había presentado al vicealmirante John Purvis, que bloqueaba con su escuadra Cádiz, para informarle de lo que iba a ocurrir. Al no fiarse de los ingleses, Morla rechazó la ayuda ofrecida.