Yo sé que El Pocket tuvo un dueño que lo quiso mucho. Y sinceramente hay veces que me da pena.
No por el Pocket, acá lo queremos lo sufi como para que no le falte cariño y cuidado.
Pero yo, que amo con locura a los perros, los leo. Conozco como actúa un perro callejero y cómo lo hace un perro criado con cariño.
El Pocket no ensucia en casa. A la mañana está desesperado por salir y lo primero que hace es pipí. Sale a los piques cuando le abro, cruza y busca un arbolito. Jamás dentro de casa y se aguanta para ni hacer en la entrada.
El Pocket se sube al auto y va tranquilisimo. Mis perras solo suben al auto para ir al veterinario y las tengo rebotando atrás, bardeando a otros perros por la ventanilla y cayéndose de jeta en cada frenada. El Pocket va sentado adelante mirando por la ventanilla y sin inmutarse.
El Pocket busca dormir en el sillón. Cuando lo veo arriba de uno y le digo que se baje me mira con cara de ufa, che. Y si lo bajo, busca su alfombrita. O se acuesta en medio de la cocina cuando estoy ahí. Y se queda hasta que me voy.
El Pocket pide desayuno. Sale, hace pipí y mientras las otras dos andan galopando como desaforadas por la cuadra, el vuelve y va directo al balde de alimento y salta ahi al lado hasta que le doy. Y después se echa a dormir tranca, al sol.
El Pocket pelea con los perros machos de la cuadra. Ya se agarró con Kongo, con Timo y con Rex. Un perro callejero no pelea, porque sabe que no le conviene. Un perro territorial es el que pelea y para ser territorial tenes que tener territorio.
El Pocket pasea con correa feliz. Las mías salen sin correa y corren como si no hubiera un mañana hasta que las llamo y vuelven. Pero cuando les pongo correa tiran y jamas pasean a mi ritmo porque no saben. El Pocket es un caballero, ni adelante ni atrás, siempre a mi ritmo.
El Pocket no sabe que se llama El Pocket. Pero viene cuando me escucha y busca que le haga mimos, ya se pone panza arriba y duerme despatarrado, un perro callejero tarda más tiempo en tener esa confianza.
El Pocket es ciego de un ojo. Hace mucho perdió la vista, opina el vet. Si aparezco de ese lado ni se entera. Si encima le digo Pocket no se inmuta. Pero cuando me ve, viene corriendo. Siempre me sigue corriendo, un poco rengo pero contento.
Me da pena, les dije al principio. No por él. Por su dueño. Porque alguien lo quiso mucho a este perrito. Yo me pongo en su lugar y se me parte el corazón porque lo tiene que estar extrañando.
Yo seguiré buscándole su dueño. Porque ese dueño tiene que existir. Apareció en el bajo de Victoria, el 28 de abril, después de un tormentón. Sin collar. Si alguien lo conoce, avísenle al dueño que acá lo queremos mucho pero que creo que al Pocket le gustaría volver a su casa 💔
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Se puso muy de moda la tarta vasca. Para mí siempre será la tarta de queso de La Viña, que tenes que comer en el restaurante homónimo, sí o sí, si vas a San Sebastian. Pero acá le dicen tarta vasca, asi que donde fueres haz lo que vieres, díganle así.
Los que están en San Sebastian, vayan a La Viña y cómanse un pedazo, vale la pena.
El resto de los mortales, agarren papel y lápiz que les paso la receta, porque, en serio, vale la pena.
Algunos disclaimers, ustedes saben que amo los pido gancho:
La tarta vasca no es una tarta de esas de confitería llena de toppings y salsas.
No, no.
La tarta vasca es simple, como los vascos. Y cuanto más simple, más rica. Y no lleva nada arriba, no insistan.
Hice unos pancitos con masa de brioche que son una belleza. Y no pueden ser más fáciles de hacer.
Meten en un bowl: 100 cc de leche tibia, 60 g de azúcar y 25g de levadura fresca. A eso le agregan 550g de harina 0000, 2 huevos y 200g de crema de leche.
Así como está, a la amasadora. Si no tienen amasadora, hacen una corona en la mesada con el harina y meten todos los demás ingredientes en el centro y empiezan a integrar toda la masa.
Lo amasan con amor y paciencia hasta que la masa se despega de los bordes o de la mesada.
Y como esta cuenta es bastante multitasking, así como ayer hablé de astronomía, hoy dejo el telescopio un rato, me pongo el delantal de cocina y sale la pregunta de rigor:
Quién quiere la receta de la sopa crema de arvejas?
Ustedes saben que soy bastante tiquismiqui con la comida pero con el paso del tiempo maduré y si bien hay cosas de las que no soy fan, como las berenjenas o los riñoncitos al vino blanco, existen 5 cosas absolutamente random que son un NO tajante.
☠️Leche
☠️Remolachas
☠️Canela
☠️Arvejas
☠️Peras
¿Por qué? se preguntarán los más curiosos de mis lectores.
No sé. Las odio desde que tengo uso de razón y no logré jamás superar ese sentimiento.
Todo este disclaimer viene para que valoren lo que estoy por hacer.
El Sol es una bola de plasma muy caliente. Y los planetas del Sistema Solar orbitan a su alrededor. Si no hubiera Sol, no estaríamos aquí. Si el Sol fuera más grande o más pequeño, tampoco estaríamos aquí.
El Sol tiene el tamaño justo y nosotros estamos a la distancia justa.
El asunto es que el Sol, como toda estrella que se precie de tal, tiene actividad. Los ciclos solares duran aproximadamente 11 años y hay ciclos de mayor actividad y ciclos donde el tipo está más tranquilo.
…
Adivinen en qué momento estamos ahora? 🙄
Vamos con la receta de la pavlova, que hago por primera vez asi que vengan conmigo a ver qué tal sale.
Pero como acá no solo cocinamos, vamos a aprender un poco de dónde viene el postre.
Anna Pávlova era una bailarina rusa de la década del 20, muy conocida.
Por lo visto, anduvo de gira por Australia y Nueva Zelanda allá por 1926 y el chef del hotel donde se hospedaba en Nueva Zelanda decidió sorprenderla con un postre hecho en su honor. Y se puso a hacer merengue y a ponerle frutos rojos y creó esta maravilla que comemos hoy.
La pavlova es un postre hecho, como ya les conté, de merengue. Clara y azúcar. Se combina con algo ácido para contrarrestar el empalague del merengue. Queda de 10 con un curd de limón o con frutos rojos, que le cortan lo dulce.
Voy a hacer un hilo explicando, paso a paso, cómo es el escrutinio porque es cierto que ustedes no tienen por qué saber cómo se hace pero tampoco da para que flasheen fraude ante cada telegrama mal cargado.
Son las 6 de la tarde del día de la elección. Suena el timbre en la escuela y nadie más puede entrar. El presidente de mesa agarra su urna, su padrón, entra al cuarto oscuro seguido por los fiscales. Se vacía el cuarto oscuro de boletas y empieza el laburo.
Primero se cuentan los electores que votaron, según el padrón. Se constata con los padrones de los fiscales, el número suele coincidir.
Si no coincide, el padrón del presidente de mesa es el que tiene valor legal.