🧵🧵🧵La presencia del Cártel de Sinaloa en #Topilejo, al sur de CDMX, es una historia que se cuenta desde hace, al menos, 12 años en Tlalpan.
Abro HILO con la #NaciónCriminal de hoy: los pasos del "Ponchis" en la región que ayer parecía zona de guerra en la capital mexicana.
Los vecinos más longevos de Topilejo aún recuerdan cómo el Ejército mexicano entró a su colonia en una mañana de diciembre de 2010.
El objetivo: remover la tierra en una zona donde entraban vehículos sin placas y con hombres armados.
La “guerra contra el narco” declarada por el entonces presidente @FelipeCalderon iba por su cuarto año, pero no era común ver soldados en la capital mexicana.
Desde el todavía D.F. se veía a la milicia muy lejos en lugares recónditos de Michoacán, Chihuahua o Baja California.
Por eso, la presencia de los soldados resultaba extraña en Tlalpan, más aún cuando llegaron desde la 24 Zona Militar en Morelos.
Hasta ellos parecían extrañados por la misión: confirmar si un niño de 14 años había llenado dos fosas clandestinas con tres cadáveres degollados.
Las coordenadas que tenían los militares eran correctas: el niño apodado “Ponchis” era el autor de ese crimen horrible.
De inmediato, se volvió noticia internacional y nos enteramos que él, Édgar J., había sido reclutado forzosamente a los 12 años por el crimen organizado.
El hombre que lo había reclutado a la fuerza era un jefe criminal en Morelos que pertenecía al Cártel de Sinaloa.
Sus víctimas y cómplices lo conocían como “El Negro” Hernández Radilla, un militar desertor que juró lealtad a la familia Guzmán Loera.
Doce años después de ese hallazgo, #Topilejo vuelve a estar asociado al Cártel de Sinaloa: ayer a las 2 de la tarde, un grupo armado atacó a policías que patrullaban esa zona boscosa de Tlalpan.
El jefe de la policía capitalina @OHarfuch detalló en una conferencia de prensa que los pistoleros provenían de Sinaloa, el bastión del cártel que lleva el nombre del estado.
En redes sociales han circulado imágenes de los 14 detenidos que tenían secuestradas a cuatro personas y su arsenal: armas de grueso calibre, granadas y hasta un rifle Barret 50, todo escondido en la casa de seguridad de Topilejo.
Listos para la guerra en CDMX.
Algunos cargaban con placas como las que usa la policía, pero con las iniciales JGL —Joaquín Guzmán Loera— y un ratón en referencia al apodo de Ovidio Guzmán, hijo del “Chapo” y protagonista del infame #Culiacanazo.
Señal de que “Los Chapitos” llevaban meses en CDMX.
Es el último de los horrores de Topilejo, un pequeño lunar en el mapa del país que ha sido albergue de grandes cánceres mexicanos: por sus senderos y sus bosques de pinos maravillosos se han ocultado gente del CJNG, Familia Michoacana, Los Rojos, Los Guerreros y, claro, el CDS.
Desde que “El Ponchis” reconoció que usó Topilejo como su morgue, los vecinos han pedido mayor vigilancia, pero nadie les ha hecho caso: tres presidentes, dos jefes de Gobierno y una jefa, tres jefaturas delegacionales y dos alcaldesas han pasado y todo ha empeorado.
Para muestra, un tuit: horas antes de que Los Chapitos dispararan a la policía de CDMX, @Claudiashein presumía que militares se unían al operativo por el cierre de la L1 del Metro.
¿No hubieran estado mejor aprovechados en zonas rurales de la capital, donde se mueve el crimen?
Hay una lección en el regreso del Cártel de Sinaloa a #Topilejo: abandonar el territorio vulnerable y estratégico es condenar al Estado mexicano a cederlo al crimen organizado.
En 2010, el horror en esa zona era un niño de 14 años y dos fosas clandestinas.
En 2022 son los hijos del “Chapo" Guzmán personificados en 14 pistoleros preparados para la guerra con una Barret 50.
Si seguimos igual, ¿en 10 o 12 años años qué será de Topilejo? ¿Y de la CDMX?
🧵🧵🧵Desde que estalló la guerra en Culiacán el 9 de septiembre, Los Chapitos han reordenado su estrategia. 10 caudillos se han formado adelante y atrás de ellos para respaldarlos contra el duro ejército del "Mayo" Zambada.
¿Quiénes son esos 10? Se los cuento aquí:
Primero lo primero: @dominga_milenio accedió a una lista elaborada por @SEDENAmx, que rastreó a las 10 personas que lideran la ofensiva de Los Menores.
Esta es la contraparte de los 11 capitanes del "Mayo" que pelean contra Chapitos. Pueden leer aquí:
Estos 10 caudillos de Los Chapitos lideran a combatientes con alma de mártires, tienen arraigo en zonas estratégicas, contactos de alto nivel y millones para fondear la guerra, según este documento creado en instalaciones militares.
🧵🧵🧵 Abro HILO con una breve historia a propósito de la marcha ciudadana convocada por la organización Culiacán Valiente para exigir paz en la capital de Sinaloa.
Un relato corto sobre la esperanza y la participación ciudadana.
Esta historia arranca en algún momento de 2010, cuando La Laguna —una región que abarca municipios de Coahuila y Durango— es la zona más violenta de México a causa de una disputa entre el Cártel de Sinaloa y Los Zetas.
Los Zetas habían llegado a La Laguna siete o seis años antes, según el informe “Reconquistando La Laguna”, pero mantuvieron la cabeza agachada.
Reclutaron policías y militares hasta que en 2007 irrumpieron públicamente con cartas a empresarios para que se “alinearan”.
🧵🧵🧵 Es domingo, así les voy a contar otra historia: la de un narcotraficante desconocido que cambió para siempre al país.
Estoy casi seguro que no conocen su nombre, pero él ha cambiado la vida de todos nosotros. Se los garantizo.
En el mundo del narcotráfico, el nombre de Carlos Rosales Mendoza dice poco. Casi nada.
Tal vez, si hubiera nacido en algún estado fronterizo, o en Sinaloa, sería tan reconocido como Joaquín Guzmán Loera, pero el azar lo hizo nacer a las orillas de Tierra Caliente, en el municipio de La Unión, Guerrero.
Ahí, a medio camino, entre Zihuatanejo y Lázaro Cárdenas, la ubicación le impedirá ser un capo de talla mundial, pero sí fundar uno de los cárteles más sanguinarios, hoy convertido en múltiples brazos armados.
🧵🧵🧵 Les voy a contar una historia. Una de esas que sólo pasan en México. Tiene de todo: narcos, santos, resucitados, traidores y perdonados. Y la caída del "tercer cártel" nacional con todo y su beato criminal.
Abro HILO con el auge y caída de Los Caballeros Templarios.
Hace diez años, en los caminos que cruzan Tierra Caliente, entre los estados de Michoacán, Guerrero y Estado de México, campesinos y narcotraficantes desarrollaron un extraño hábito.
Hincarse a media vereda.
Entre la maleza, inocentes y criminales se persignaban y depositaban una ofrenda sobre la tierra antes de continuar su camino: semillas y flores o dólares y carrujos de marihuana.
El punto de genuflexión lo indicaba una estatuilla de cerámica cocida en la región purépecha.
🧵🧵🧵 Escribí este domingo en @dominga_milenio / @Milenio sobre un idea que he machacado entre cercanos y desconocidos: el Cártel de Sinaloa ya no existe.
Expongo acá mis argumentos y quisiera leer qué opinan. Esta historia arranca con un funeral.
México no lo supo el 11 de diciembre de 2023, pero algo comenzó a romperse para siempre en el seno de la familia más poderosa en la Sierra Madre Occidental.
El Cártel de Sinaloa comenzó a morir la tarde en que María Consuelo Loera Pérez, la matriarca, descansó en paz.
Sin ella, era imposible detener una guerra interna por el control de la mafia más poderosa. Y ese golpe levantaría disputas y heridas profundas por todo el país.
🧵🧵🧵Ahora que El “Mayo” Zambada expuso, a través de su abogado, que el día de su arresto tenía agendada una cita en Culiacán con el gobernador Rocha Moya, quiero contarles una anécdota que ejemplifica la narcopolítica en #Sinaloa.
Abro HILO.
Disclaimer: esto no es un reportaje, no es una nota informativa. Es una anédcota que resultó de mi cobertura a las elecciones estatales en Sinaloa de 2021.
Como dicen en Estados Unidos: take this with a grain of salt.
En aquel año, dos hombres se peleaban la gubernatura: el morenista Rubén Rocha Moya y el opositor y priista Mario Zamora. Ambos con curul en el Senado y licencia para ir a la batalla electoral.