Normalmente cuento los casos de informática forense que, en mayor o menor medida, acaban bien. No es una estrategia mía: simplemente, es más fácil conseguir consentimiento de los implicados cuando sucede.
Muy pocos de los que acaban mal me dan consentimiento.
Y es una pena. Creo
que aprendemos más de los errores y malas experiencias que de los logros.
El próximo #CasoDeInformáticaForense es excepcional porque acaba fatal y nos enseña todo lo que NO hay que hacer.
Es por eso que pido consideración hacia los implicados: nada de juzgarlos ni señalar los
errores. Me han dado su permiso para que los relate… no hagáis que se arrepientan con comentarios del estilo “¿pero en qué estaban pensando?”.
Pensad que ellos no tuvieron la suerte de leer un hilo como este antes de verse envueltos en el fango de un #groomer.
Por respeto a este asunto, que va a ser muy delicado y encima tiene mal final, no voy a poner tuits de promoción o detalles solo para mecenas.
Si necesitáis ayuda de o queréis brindar ayuda a @CiberProtecter en este tipo de casos, ya sabéis cómo hacerlo.
Fase de contacto:
Me contacta Jaime, el papá de Miguel, un niño muy especial. Miguel es neurodivergente… y hasta aquí puedo leer.
Pero lo que hace especial a Miguel es “hasta qué punto”.
Las peculiaridades de Miguel no lo marcan lo suficiente como para ser reconocido…
pero sí lo suficiente como para ser considerado por sus compañeros de clase como “tonto” 😞
No recibe apoyo educativo, no es diagnosticado por la clase… es más, hay profe que desconocen su ligera condición médica de lo leve que es. Pero condiciona el trato de los demás.
“Que me perdone Dios, pero a veces creo que esta situación a medias es peor que tener una discapacidad clara”, me asegura Jaime con lágrimas en los ojos. “Si fuera evidente, quizás habría más consideración y comprensión hacia él. Así, solo hay bullying”.
Intento contar a Jaime que las personas con NEAE diagnosticadas sufren #AcosoEscolar con la misma frecuencia que las que solo lo tienen con levedad (o no reconocidas), pero Jaime me cuenta las cosas que le han ocurrido a su hijo y me quedo sin palabras.
En clase está permanentemente recibiendo pelotitas de papel ensalivado que le lanzan los demás con los tubos de sus bolígrafos.
El grupo de WhatsApp clase se llama “Miguel hijo de puta”, y entre los niños, el peor insulto que se dedican es “Miguel”.
Hay una cabecilla, por supuesto. Una chica a la que le gusta dirigir a los demás y que juega a menudo a ser simpática con Miguel.
Una vez metieron un pájaro muerto en su mochila. No es enteró hasta llegar a casa, pero desde entonces surgió el juego de asegurar que apestaba.
Miguel terminó la ESO a duras penas y tras tres intentos de hacerse daño.
Afortunadamente, solo fueron intentos.
En su familia creyeron que la tortura terminaría, pero nada más lejos de la realidad: los viejos compañeros de clase pasaron a ser “los amos del barrio”.
Y el “juego” de torturar a Miguel pasó a ser una práctica extendida por todos los jóvenes y adolescentes.
Hasta los niños se reían de Miguel cuando se lo cruzaban por la calle.
Un buen día, Miguel recibió un mensaje de una cuenta no conocida en su IG no supervisado.
El usuario decía llamarse María y querer conocerlo.
No creáis que fue cuestión de una tarde tonta: leí las conversaciones y fueron meses de comerle la cabecita.
Habían indicios, claro. Detalles evidentes para mí y puede que para vosotros, que leéis mi #ManualAntiGroomers. Tal vez, si los padres hubieran supervisado su actividad,
también se habrían percatado.
Pero Miguel estaba solo, desesperado por tener un amigo y el groomer se esmeró.
Finalmente, cuando creyó que Miguel estaba totalmente en sus manos, le pidió un pack (para quien no lo sepa, esto es una colección de nudes -material propio del #sexting: fotos y vídeos de carácter íntimo y/o sexual).
Miguel no las tenía todas consigo, pero la supuesta María le mandó “sus fotos” y lo terminó de convencer: Era un pacto bidireccional y en confianza, ¿qué podía salir mal?
Miguel no desconfió de que las fotos no mostrasen el rostro, de que el cuerpo de la chica no concordase con su supuesta edad, que algunas tuvieran demasiada calidad para ser caseras o incluso que algunos de los cuerpos parecieran diferentes.
Se lo creyó.
Miguel se hizo un par de fotos y las mandó.
María le pidió más, pero esta vez con su cara en el plano.
Y el aceptó.
Al día siguiente, había un grupo de IG llamado “Miguel hijo de puta” con todo aquel material.
Se había creado desde la cuenta de María, pero la lista de participantes, más de 50, contaba con todos los antiguos compañeros de clase del muchacho.
Y lo invitaron.
Aquella tarde, Miguel intentó hacerse daño por última vez.
Gracias a su intento, los padres se enteraron de lo ocurrido.
Jaime entró en el grupo y sacó capturas del material.
También entró en los DM y capturó las conversaciones.
Acudió a la Policía y presentó denuncia.
Desde entonces, se dedicó al cuidad (y vigilancia) de su hijo.
Pasaron los meses.
Muchos.
Jaime no sabía el estado del grupo o de la denuncia, así que redactó un escrito.
Así fue cómo descubrió que el resultado había sido un “auto con archivo provisional”.
IMPUNES
En este estado es como Jaime contacta con @CiberProtecter y pide amparo.
A partir de aquí, todo son bofetones (comprensibles, pero dolorosos) de realidad.
Fase de análisis:
Vamos por partes.
Las capturas son indicios y sirven como notitia criminis y para dar contexto.
Gracias a ellas pude analizar las técnicas de manipulación utilizadas, horas y días empleados…
Gracias a ellas, la Policía Judicial y un Perito Judicial
Cualquier chavalillo de 12 años puede falsificar una imagen tras un tutorial de YouTube de 25 minutos, así que… ¿qué validez se les puede dar en Sede Judicial sin un perito que verifique y certifique su fuente?
Necesito acceder a la conversación original.
Pido acceso a Jaime y este se lo pide a Miguel.
Aquí llega otro de esos bofetones:
(Por favor, os recuerdo no juzgar)
Cuando una persona pasa por un trance así, y sobre todo, cuando luego hay un proceso de recuperación psicológica, es muy habitual que borre estas conversaciones. Es como cortar lazos con algo que le hace daño.
Es comprensible 😞
Lo he visto en personas adultas completamente formadas y maduras… ¿qué podríamos esperar de un menor?
Lo ha borrado todo.
-Pero tenemos mis capturas -se inquieta Jaime.
-El mejor resultado posible que se puede sacar de una captura es el de motivar una investigación. Usted las presentó y el auto está en archivo provisional. Necesitamos pruebas.
Hemos perdido los mensajes privados.
Con una orden judicial, podríamos requerírselos a IG, pero no soy perito judicial en este caso, solo de parte.
No tengo acceso a órdenes judiciales y la investigación oficial consideró no solicitarlos 😞
Vamos entonces a certificar la actividad del grupo.
¿Porque seguimos teniendo acceso al grupo, verdad?
Otro bofetón:
Comprensiblemente, Miguel, al que sus padres no retiraron el móvil tras todo lo ocurrido, ha salido del grupo para no sufrir.
Estamos sin acceso 😞
Hemos perdido la conversación con el #groomer y la actividad de difusión no consentida en los primeros 10 minutos de análisis 🥺
¿Existe la posibilidad de contar con la colaboración de alguno de los 50 participantes?
Si les decimos que vamos a por el #groomer y no a por los espectadores, quizás alguno quiera ayudar.
Lo dejo en manos de Jaime.
Nueva bofetada:
En general, todos los espectadores vilipendiaron a Miguel y/o se transformaron en difusores secundarios no autorizados de sus imágenes.
Todos se niegan a colaborar, incluso asegurando que vamos a por “María”.
Intento conseguir acceso al grupo mediante una cuenta cepo (de manera legal), pero el grupo ha sido borrado 🥺
Nos hemos quedado sin nada.
No borréis los ataques, por favor 🙏 estaríais borrando pruebas.
Y así acaba este caso en el que no podré usar el gif de “caso cerrado”.
Simplemente… nos hemos quedado sin opciones aparte de insistir a las autoridades judiciales para que soliciten por orden a IG los datos borrados.
No lo harán.
Ahora me gustaría aclarar que Jaime no se llama Jaime, Miguel no se llama Miguel y que ni siquiera tiene por qué ser un niño, sino una niña.
Ya sabéis que altero datos para proteger la privacidad de los implicados.
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⚠️Un niño de 12 años en una red para adultos
⚠️Un reto viral peligroso
⚠️La muerte cerebral como resultado
⚠️4 meses de soporte vital
⚠️La lucha de sus padres para que no se le desconecte
⚠️Hace tres días, la Corte de Derechos Humanos se pronuncia: El niño debe ser desenchufado
Muchos responsables, mucho dolor, mucho señalamiento…
PERO AQUÍ NADIE HABLA DE TIKTOK, NI LO RESPONSABILIZA NI SEÑALA SU CULPA
No voy a meterme en la conclusión de la Corte: eso es algo tan delicado y doloroso que no soy quien para opinar.
PERO
Sí que pienso decir, bien alto y bien claro, que me parece impresentable la falta de agallas del comunicado, que no incluye mención alguna sobre TikTok o el daño contra los derechos humanos (especialmente de los niños) que está generando.
Vamos con el #CasoDeInformáticaForense de hoy: una empleada que se siente acosada porque cree que su jefe ha hackeado su móvil y la intimida con datos que no debería conocer.
Como siempre, primero las advertencias:
Obviamente, no puedo divulgar casos reales tal cual son. Lo que comparto en TW es una serie de datos reales que me permite la víctima, mezclados con datos alterados o incluso agregados para volver el caso irreconocible y proteger la identidad de los aludidos. Leedlo como ficción.
De hecho, si hay tres cosas interesantes que quiero divulgar o tres casos muy parecidos, no sería la primera vez que los mezclo y cuento como uno solo 🤷🏼♂️
La idea es informar sobre los peligros informáticos que nos acechan, no hacer un diario de bitácora.
Lo de los Ayuntamientos haciendo lo que les da la gana en contra de las leyes y normativas de protección de menores, es algo que hace mucho tiempo que vengo denunciando públicamente: 20minutos.es/noticia/503860…
Que no tienen el más mínimo respeto por límites de edad, siempre ha sido uno de los pilares de mis reivindicaciones (y de los que me apoyan en esta lucha):
Posturas del kamasutra para estallar globos, moldear genitales en plastilina, poner un preservativo en un plátano con la boca, untarlo de miel/nata y lamerlo… de 11 años en adelante.
⚠️Cuando veo lo rápido que se arredra en el cara a cara un hater…
⚠️Cuando veo la ausencia de motivos de un hater…
⚠️Cuando veo la envidia y el aprecio que hay detrás de un hater…
Comprendo que el #hating no es más que una forma de admiración mal gestionada por parte de una persona intranscendente que no sabe digerir tu transcendencia.
Por cierto, tengo un “amigo” que me dice cosas preciosas (y al que nunca me he dirigido o respondido).
Hoy he dado una charla sobre peligros para menores en la red a un PFAE de Lanzarote.
Estoy muy acostumbrado a hacer preguntas al público, pero la charla era online y con una sola web cam, así que no podíamos interactuar.
Anoche, se me ocurrió una idea:
Creé un g-form sencillo para cada pregunta y, en la presentación, puse un código QR que llevaba al formulario oportuno en la diapositiva en la que quería hacer preguntas.
Cuando llegaba el momento, aparecía el código y los alumnos usaban sus móviles para escanearlo y responder.
Pensé que podría ser un proceso lento, por eso de escanear y responder el formulario, pero los chicos respondían súper rápido.
Además, yo ponía la página de resultados en pantalla e íbamos viendo las respuestas anónimas.
Fue un éxito 😊