Imagina que estás en la playa con tu hija de 5 años (vestida de playa, claro).
Suena la música, la niña toma el micro, empieza a bailar y cantar divertida, se vuelve la alegría del lugar y la gente se agolpa para animarla.
Hasta aquí, todo bien.
VÍDEO AL FINAL.
Unos cuantos desconsiderados sacan el móvil y empiezan a grabar a tu hija bailando en bañador.
Pero eso no es lo peor.
Ya se ha cruzado una línea roja, pero tú esperas que no sean tan ignorantes como para subir esas imágenes a RRSS sin consentimiento.
Esperas demasiado
Las suben. Claro que las suben.
Vídeos de tu hija de 5 años bailando en bañador empiezan a saltar de móvil en móvil.
Pero eso no es lo peor.
Entre los ignorantes hay un influencer.
Hace lo mismo que los demás, pero a un alcance muy bestia.
Los vídeos de tu hija bailando en bañador se vuelven vírales.
Pero eso no es lo peor.
Porque la red escogida para hacerlo es UNA PLATAFORMA PARA ADULTOS llamada TikTok, de la que la gente parece no entender que #TikTokNoEsParaNiños.
Estadísticamente, ya es un hecho que los vídeos están en manos de pedófilos.
Pero eso no es lo peor.
Porque una cadena de TV ve el tirón que tienen los vídeos y deciden reproducirlos en antena ante su INMENSA audiencia.
Y a ti, madre o padre de una niña de 5 años que todo el mundo (buenos y malos) tiene bailando en bañador en su móvil, se te queda una cara que para qué contar.
Porque en el programa se divulgan datos personales y de localización de tu hija expuesta. Una y otra vez.
Lo sé porque no solo he tenido que difuminar a la pequeña (y otros menores en plano), sino tapar el audio y los labios de la presentadora para no exponer aún más a la menor:
¿Lo más triste?
Probablemente los tutores legales están contentos con todo esta cadena de desprotecciones.
Lo sé porque hay vídeos posteriores de cadenas autonómicas entrevistando a la pequeña (y eso, sin consentimiento, no sería posible).
Siempre he dicho que uno de los mayores errores y causas del #sharenting es que los responsables esperan que los consumidores vean el contenido con la mirada limpia con la que lo crean ellos.
Estadísticamente, esto no es así en todo su público.
Pero, al margen de los tutores legales… ¿qué hacen todas esas personas colaborando en la ciberexposición de una menor tan pequeñita?
¿No tenemos dos dedos de frente? ¿Y la TV dando todos esos datos?
¡NECESITAMOS UNA CULTURA DE LA CIBERPROTECCIÓN INFANTIL YA!
Lo de la tele difundiendo sin consentimiento vídeos con menores publicados en RRSS por terceros (que tampoco tenían consentimiento)… no es la primera vez que lo vemos.
Normalmente cuento los casos de informática forense que, en mayor o menor medida, acaban bien. No es una estrategia mía: simplemente, es más fácil conseguir consentimiento de los implicados cuando sucede.
Muy pocos de los que acaban mal me dan consentimiento.
Y es una pena. Creo
que aprendemos más de los errores y malas experiencias que de los logros.
El próximo #CasoDeInformáticaForense es excepcional porque acaba fatal y nos enseña todo lo que NO hay que hacer.
Es por eso que pido consideración hacia los implicados: nada de juzgarlos ni señalar los
errores. Me han dado su permiso para que los relate… no hagáis que se arrepientan con comentarios del estilo “¿pero en qué estaban pensando?”.
Pensad que ellos no tuvieron la suerte de leer un hilo como este antes de verse envueltos en el fango de un #groomer.
⚠️Un niño de 12 años en una red para adultos
⚠️Un reto viral peligroso
⚠️La muerte cerebral como resultado
⚠️4 meses de soporte vital
⚠️La lucha de sus padres para que no se le desconecte
⚠️Hace tres días, la Corte de Derechos Humanos se pronuncia: El niño debe ser desenchufado
Muchos responsables, mucho dolor, mucho señalamiento…
PERO AQUÍ NADIE HABLA DE TIKTOK, NI LO RESPONSABILIZA NI SEÑALA SU CULPA
No voy a meterme en la conclusión de la Corte: eso es algo tan delicado y doloroso que no soy quien para opinar.
PERO
Sí que pienso decir, bien alto y bien claro, que me parece impresentable la falta de agallas del comunicado, que no incluye mención alguna sobre TikTok o el daño contra los derechos humanos (especialmente de los niños) que está generando.
Vamos con el #CasoDeInformáticaForense de hoy: una empleada que se siente acosada porque cree que su jefe ha hackeado su móvil y la intimida con datos que no debería conocer.
Como siempre, primero las advertencias:
Obviamente, no puedo divulgar casos reales tal cual son. Lo que comparto en TW es una serie de datos reales que me permite la víctima, mezclados con datos alterados o incluso agregados para volver el caso irreconocible y proteger la identidad de los aludidos. Leedlo como ficción.
De hecho, si hay tres cosas interesantes que quiero divulgar o tres casos muy parecidos, no sería la primera vez que los mezclo y cuento como uno solo 🤷🏼♂️
La idea es informar sobre los peligros informáticos que nos acechan, no hacer un diario de bitácora.
Lo de los Ayuntamientos haciendo lo que les da la gana en contra de las leyes y normativas de protección de menores, es algo que hace mucho tiempo que vengo denunciando públicamente: 20minutos.es/noticia/503860…
Que no tienen el más mínimo respeto por límites de edad, siempre ha sido uno de los pilares de mis reivindicaciones (y de los que me apoyan en esta lucha):
Posturas del kamasutra para estallar globos, moldear genitales en plastilina, poner un preservativo en un plátano con la boca, untarlo de miel/nata y lamerlo… de 11 años en adelante.