Thread by @antigua_roma

Hoy se celebra el día de Santa Helena, madre del emperador Constantino I y patrona de la arqueología. Aunque se dice que influyó en la cristianización de su hijo y que excavó en el Gólgota, ambas afirmaciones son FALSAS. Sígueme para saber cómo surgieron estos #BulosHistóricos.

En primer lugar, y antes de comenzar, debemos separar lo que la tradición cristiana difundió de forma propagandística de lo que realmente sucedió. Como en cualquier otra religión, es lógico pensar que, a posteriori, les interesara modificar y embellecer su propia historia.

Comencemos por la cristianización de Constantino.

Lo más tradicional es asociarla a la batalla del Puente Milvio en el año 312 en su pugna por el poder contra Majencio. Aunque los autores cristianos (Lactancio y Eusebio de Cesarea) no se ponen de acuerdo en lo que allí sucedió.

Parece ser que Constantino, la noche antes de la batalla tuvo una visión o un sueño en el que el dios cristiano le daba su protección para conseguir la victoria.

No entro en detalles, daría para otro hilo (puedes leer sobre el tema con detalle en #FakeNewsDeLaAntiguaRoma)

Si atendemos a lo que cuentan las fuentes cristianas, tras ese episodio Constantino se habría convertido al cristianismo. Sin embargo, esta parece ser una historia entretejida a posteriori, seguramente por el propio Constantino, después de su conversión (años más tarde)

Constantino era un fiel seguidor del dios Sol Invicto en aquel momento y seguramente a él se encomendó en aquella batalla. Pero años después se daría cuenta de que el verdadero dios Sol de justicia, la luz del mundo, era Jesucristo.

Pero entonces, ¿cuándo se convirtió Constantino al cristianismo? Los datos con los que cuenta la investigación parecen apuntar a que su conversión definitiva tuvo lugar en el 324, aunque su acercamiento al cristianismo habría sido paulatino durante los años anteriores.

Dicho esto, regresemos a Helena. ¿Tuvo ella algo que ver en la conversión de su hijo?

Absolutamente no. Los autores cristianos como Eusebio de Cesarea o Ambrosio de Milán dejan claro que Helena era una stabularia, una sirvienta de posada, oficio relacionado con la prostitución.

Su baja profesión no impidió que se convirtiera en la esposa del emperador Constancio Cloro, uno de los tetrarcas y padre de Constantino.

Fue su propio hijo quien, tal vez en el año 325, la cristianizó a ella como estaba ocurriendo con toda la familia imperial.

Más tarde, como estrategia propagandística, la envió a Palestina para demostrar la unidad imperial en el cristianismo y promocionar la peregrinación a Tierra Santa.

Ella fundó iglesias y ayudó a muchas gentes en diversas ciudades.

Sin embargo, la tradición cristiana también le concede con asiduidad el hallazgo de la cruz de Cristo tras haber realizado una excavación en el monte Gólgota, así como otros elementos místicos como los tres clavos de la cruz.

Por eso la iconografía cristiana siempre representa a Helena junto a la cruz y se la considera la patrona de la arqueología, por haber realizado "la primera excavación arqueológica".

Pero la realidad es bien diferente. Helena nunca excavó en el Gólgota ni halló el lignum crucis. Hacia mediados del s. IV ya existía en Jerusalén un fragmento de madera atribuido a la santa cruz, pero su relación con la emperatriz no se realizaría hasta mucho después de su muerte

Helena, que murió hacia el año 330, poco después de su conversión, nunca tuvo relación alguna con la cruz o las supuestas excavaciones. Tan solo hacia el año 390, Gelasio de Cesarea decidió enlazar la leyenda de la cruz con Helena, algo que autores anteriores no mencionan.

De haber sido real, otros eruditos cristianos anteriores como Eusebio de Cesarea lo habrían mencionado al hablar de la madre del emperador Constantino para ensalzarla en la fe.

Es lógico pensar que en los siglos posteriores, el cristianismo tratara de embellecer las historias de estos y otros personajes para favorecer a aquellos que fomentaron la expansión del cristianismo en el Imperio.

Al fin y al cabo, la propaganda es el arma más poderosa de una religión. Bien utilizada, como es el caso, hizo que en menos de cuatro siglos, una pequeña secta escindida del judaísmo se convirtiera en la religión más profesada del mundo.

En cualquier caso, más allá de leyendas y #BulosHistóricos, felicidades a todos los arqueólogos y las arqueólogas en su día. La arqueología es fundamental para conocer mejor el pasado, la historia y nuestro patrimonio.