#Hoy se cumplen 2008 años de la muerte de #Augusto, el primer emperador de Roma, que gobernó entre los años 27 a. C. y 14 d. C.
Vamos con un #HiloRomano para conocer mejor la vida y la muerte del hombre débil y enfermizo cuya estrategia cambió la historia de Roma para siempre.
Augusto siempre fue una persona tremendamente rigurosa y muy fiel en cuanto a sus creencias. Pensaba que su símbolo zodiacal, capricornio, le protegía siempre y así lo hacía constar en muchas representaciones, como esta moneda.
Augusto era un hombre más bien bajo, delgado, rubio y, en privado, poco preocupado por su apariencia física, siempre desaliñada. A pesar de ello, en público siempre se hizo representar como un hombre fuerte y valeroso, el líder que Roma esperaba.
Augusto era físicamente débil y muy friolero. Las fuentes nos cuentan que en invierno se vestía con una toga gruesa, cuatro túnicas, una pechera de lana y varias telas más que le protegían las piernas del frío.
A diferencia de la escalada de poder de Julio César, todos los honores que Augusto recibió fueron propuestos por el Senado. Gracias a esta estrategia premeditada ganó un gran poder sin enemistarse con el pueblo. Solo así consiguió prosperar donde el divino Julio había fracasado.
En el año 14 d. C. un rayo destruyó la letra C de las palabras César Augusto en una inscripción. Según se cuenta, esto fue tomado como un augurio: le quedaban 100 (C) días de vida y se convertiría en un dios, pues "aesar" tenía el sentido de divinidad para los etruscos.
El propio Augusto era muy temeroso de los rayos. Uno a punto estuvo de fulminarle cuando se encontraba en Hispania. La descarga mortal la recibió uno de los esclavos que portaba su lecho.
Desde entonces, se cuenta que Augusto siempre llevaba consigo una piel de foca “antirayos”
Por otra parte, Augusto siempre fue una persona trabajadora, paciente y meticulosa. Pasaba largas horas, día y noche leyendo y escribiendo en su biblioteca.
Augusto fue un gran genio político que supo delegar en sus amigos en lo que respectaba a los temas en los que él no era demasiado avezado : Agripa (estrategia militar) y Mecenas (artes y cultura).
Tras pasar unos días en su villa en Capri para recuperarse de una enfermedad que le estaba provocando fuertes diarreas, Augusto decidió volver hacia Nápoles, donde se alojaría en la casa que su familia tenía en Nola.
Augusto preguntó a sus amigos si lo había hecho bien en la comedia que es la vida. Entonces dijo en griego:
"Como he interpretado bien mi papel, mientras bajo del escenario, aplaudid.”
Aunque las palabras originales de Augusto fueron pronunciadas en griego, ha pasado a la tradición una frase más corta que representa el mismo concepto: Acta est fabula, plaudite! La comedia ha terminado, ¡Aplaudid! -refiriéndose al reconocimiento de los logros de toda su vida-.
La última frase pública de Augusto que nos transmite Dion Casio es la famosa: Encontré una Roma de ladrillo y la dejo cubierta de Mármol. Que más allá de referirse al aspecto de los edificios de la propia Roma, hacía referencia a la solidez del nuevo Imperio.
Según cuenta Suetonio, Augusto solo tuvo un momento de delirio antes de morir. Durante unos instantes gritó con terror que cuarenta hombres se estaban llevando su cuerpo. De forma premonitoria ese fue el número de pretorianos que trasladaron su cuerpo una vez muerto.
Augusto visitaba la que había sido la casa de su familia -la gens Octavia- en Nola y murió en la misma habitación en la que su padre lo había hecho en el 59 a. C. Acompañado por Livia y otras personas de su confianza.
Conocemos muy bien el momento de la muerte de Augusto. Tuvo lugar en el año 14 d. C., el 19 de agosto, el mismo día que había accedido a su primer consulado -en el año 43 a. C.- a la hora nona -entre las 15:30 y las 16:30-.
Augusto murió acompañado por su mujer, Livia, tras darle un último beso. Las últimas palabras que llegó a pronunciar antes de expirar fueron para ella: “Livia, nostri coniugii memor vive, ac vale!” -Livia, vive recordando nuestro matrimonio, y adiós-.
A pesar de que algunos autores como Dion Casio comentan la posibilidad de que Livia hubiera envenenado a Augusto con unos higos, actualmente la investigación considera que fueron tan solo invenciones que intentaban minar la imagen pública de Livia.
El cuerpo de Augusto fue trasladado desde Nola hasta Roma en los días posteriores a su muerte. El camino se hacía de noche a causa del calor. Durante el día era depositado en la basílica de cada ciudad.
El cuerpo de Augusto hizo su última parada en Alba Longa antes de llegar a Roma. Allí fue depositado en el vestíbulo del monumental complejo que había hecho construir en el Palatino.
Tras la celebración de una fastuosa procesión funeraria precedida por la Victoria, Augusto fue incinerado y sus cenizas depositadas en el mausoleo que mandó construir en el Campo de Marte 43 años antes de su muerte.
Un espectacular monumento que por fin vuelve a ser visitable.
Tras su muerte, Augusto fue divinizado y convertido en Divus Augustus. Se construyeron templos para adorarle como un dios en muchas ciudades, algo que en vida solo se había permitido en la zona más oriental del Imperio.
Augusto había depositado en el templo de Vesta su testamento político un año antes de morir: el texto que conocemos como Res gestae Divi Augusti -Los hechos del Divino Augusto-. En él narraba lo que él mismo quería que se recordara de sus hazañas y sus logros en vida.
Augusto en su testamento legó al pueblo romano un total de 40 millones de sestercios (400.000 áureos) de su fortuna personal.
Augusto, además de sus memorias políticas -Res gestae-, escribió también un testamento personal y un estado de la nación. Desgraciadamente, los textos originales de estos dos documentos se perdieron en las sombras de la historia.
El texto completo de las Res gestae Divi Augusti se grabó en dos tablas de bronce colocadas en la entrada de su mausoleo. Aunque el original se ha perdido, el mismo texto se expuso en muchas ciudades. Por suerte hemos conservado una copia grabada en piedra en Ankara.
El día de hoy quedaría grabado en los calendarios romanos como un dies tristissimus -día tristísimo- por la muerte de Augusto. Su figura quedó para siempre en la mente de los romanos como uno de los hombres más importantes de su historia.
Augusto fue sin duda un político revolucionario y un visionario, así como un cruel asesino y un experto manipulador y propagandista. Solo la mezcla de todas sus cualidades le hicieron llegar a gobernar el mundo, convirtiéndose en una interesantísima figura histórica.
¿Sabes eso de que el #DiaDelLibro se celebra hoy porque coinciden la muerte de Cervantes y Shakespeare?
Pues es mentira.
Bueno, a medias. Y parte de la culpa es de los romanos 😉
Te lo cuento en este #HiloRomano y dejo que seas tú quien decida.
Cuenta la tradición que el 23 de abril de 1616 murieron dos de los dramaturgos y escritores más reconocidos de la historia: Miguel de Cervantes y William Shakespeare.
¿Cómo no celebrar el Día del Libro en esta fecha tan destacada?
En el caso de Cervantes, en el registro de la iglesia de San Sebastián de Madrid aparece la fecha del 23 de abril, pero algunos investigadores creen que murió el día anterior y que el libro refleja la fecha de entierro.
La leyenda de la fundación de Roma el 21 de abril del año 753 a. C. es estupenda pero… ¿Qué hay de cierto en ella?
Ha llegado la hora de centrar nuestra atención en los verdaderos fundadores de Roma más allá del mito. Sígueme en este nuevo #HiloRomano para conocerlos.
Son muchos los autores que contaron la leyenda de la fundación de Roma: Tito Livio, Ovidio, Plutarco, Dion Casio, Dioniso de Halicarnaso… Sin embargo, las referencias más antiguas que conocemos de la leyenda datan del siglo III a. C.
Las versiones de la leyenda varían en los detalles e incluso en las fechas. Fueron Varrón y Ático quienes fijaron el año 753 a. C. como la fecha canónica de la fundación de Roma. 751, 748, 750 a. C. fueron algunas de las fechas que barajaron con anterioridad.
Hoy en el año 33, según la doctrina canónica del cristianismo, Jesús de Nazaret fue crucificado en Judea y murió para salvar al mundo.
La realidad histórica más allá de la fe es algo diferente. Sígueme para descubrirlo en este #HiloRomano
En este #ViernesSanto vamos a plantearnos varias preguntas como: ¿Existió realmente Jesús de Nazaret? Y si fue así, ¿cual fue la causa de su muerte en la cruz? Vamos a hablar sobre la crucifixión y muerte de Jesús, su juicio y las causas que lo llevaron hasta él.
La religiosidad del mundo antiguo es un tema apasionante. Pero antes de empezar, os recuerdo que tan solo entraré a hablar y debatir sobre temas históricos. Toda religión tiene un importante componente de fe que es inalcanzable desde la perspectiva histórica.
Una colección de objetos de madera romana única en el mundo se expone de forma permanente por primera vez en su historia.
Mesas, sillas, camas, baúles, artesonados, figurillas, altares y hasta una cuna.
Todo de la ciudad romana de Herculano. ¿Me acompañas a descubrirlo?
El Parco Archeologico di Ercolano acaba de anunciarlo:
Estos son los objetos de madera hallados en las excavaciones y preservados gracias a la erupción del Vesubio del año 79.
Después de haberlas expuesto de forma temporal el año pasado en la Regia de Portici, van a ser expuestos permanentemente en el Antiquarium del yacimiento.
Algunas de las piezas se han preservado carbonizadas, como este banco de madera.
El calor del flujo piroclástico es tan elevado y rápido que la madera no ardió, sino que se carbonizó al instante. Así se preservó su forma.
Los romanos nunca usaron el gesto 👎🏻 para pedir la muerte de un gladiador en el anfiteatro. ¿Lo sabías?
Y si no hacían ese gesto, ¿cuál era? ¿Quieres conocer las opciones posibles?
Acompáñame para descubrir todo sobre los gestos del anfiteatro romano en este #HiloRomano
Lo primero que debemos tener claro en este tema es que no existen datos que nos confirmen qué gesto exacto hacía el editor de los juegos para condenar a un gladiador. Ni uno. Ojalá el tiempo nos permita encontrarlos. Nunca se sabe lo que todavía está por descubrir.
Lo curioso es que sí tenemos constancia clara de otro gesto gladiatorio. El gladiador que se rendía tiraba el escudo y, mientras se arrodillaba, levantaba el dedo índice de la mano izquierda. El vaso Colchester, pinturas pompeyanas, relieves y mosaicos lo indican.
Hoy en el año 44 a. C. Cayo Julio César fue convocado a una reunión del Senado que se celebraría en la Curia de Pompeyo. Él no lo sabía, pero no saldría de dicha reunión con vida. #IdusDeMarzo
En los días anteriores al asesinato, los conjurados urdieron diversos planes para asesinar a César: en la vía Sacra, en el teatro, en el Foro… Pero cuando fue convocada la reunión del Senado para las idus lo vieron claro. Esos serían el lugar y el día indicados.
Al hacer los sacrificios matutinos, César vio muchos signos desfavorables. Estuvo a punto de no ir a la Curia pero al final acudió, a pesar de que, estando en el vestíbulo, una estatua suya cayó al suelo y se hizo pedazos.