Una frase que evoca en el caraqueño profundas emociones, anunciando la llegada del frío decembrino y de #Navidad 🎄 propicia para la reflexión y el reencuentro con familiares y amigos, para cerrar viejas heridas y dejar atrás las diferencias.
Coincidiendo con el Adviento y el inicio del frío en Caracas, Antonio Pacheco bajaba de Galipán con su arreo de burros cargado de flores, siempre entonando una copla que lo anunciaba, una sonrisa y su mensaje de paz, de amor, alegría y esperanza.
Aunque en los últimos años se ha intentado asociar a Pacheco con la imagen de un anciano de larga barba gris, como una suerte de Santa Claus caraqueño, su verdadero aspecto no distaba mucho del de cualquier otro galipanero.
Nuestro querido "Pacheco" bien podría haber sido uno de tantos vendedores de flores que bajaba de Galipán para ofrecer, en el mercado de San Jacinto o en el de flores de San José, sus ramos impregnados de colores, aromas y la más hermosa alegría navideña.
"Mi madre en los años cincuenta les daba posada y café caliente, mientras abrían el mercado de Cotiza a los que bajaban de Galipán, con sus mulas y burros cargados de flores 💐 Mi casa era un festín de aromas."
"... la 🎄#Navidad cae precisamente al inicio del invierno, cuando la luz y el calor del sol no logran despertar la naturaleza, envuelta por el frío, bajo cuyo manto, sin embargo, palpita la vida y comienza de nuevo la victoria del sol y del calor."
Así como Pacheco nos acerca cada diciembre el frío navideño del Ávila a la ciudad, también nos recuerda que “Dios está cerca y quiere recorrer con nosotros el camino de la vida”.
Nuestro querido Pacheco representa a la naturaleza que lo animaba a bajar del Ávila, dejando atrás su cálido refugio en Galipán, para llevar hasta Caracas el frio decembrino, además de la belleza y el aroma de sus flores.
"Carro de marca Ford, nada lujoso ni nuevo. Era común en Venezuela llamar por la marca, en vez de por el nombre genérico, a todos los primeros artefactos eléctricos o vehículos a motor que se importaron".
Guataro,
Trina Larralde
(1909-1937)
"... ningún automóvil entre los que circularon por las calles de Caracas en los años veinte, suscitó tan cariñosos sentimientos de simpatía y ternura como los livianísimos Fords del modelo «T» que habían aparecido en la ciudad desde 1916."
Aquiles Nazoa
"Con su aspecto infantil y su marcha temblorosa, con sus delgadas llantas que parecían de bicicleta y sus pequeños faros que sugerían la mirada de un animalito triste..."
Aquiles Nazoa,
📗 Caracas física y espiritual
📷 Guillermo José Schael,
"El Automóvil en Venezuela", 1969
Una fotografía del amigo @JAL69
que nos devolvió a aquellos agradables días de paseos familiares en el Dodge Dart Special Edition 1977 de nuestro padre (QEPD), exactamente igual a éste, que contrastaba en tamaño en el garaje con su Ford LTD Landau del mismo año.
Era un vehículo muy agradable, con el que te sentías a gusto por su tamaño compacto (para los estándares del momento y, sobre todo, al compararlo con el LTD), su manejo cómodo y un equipamiento bastante completo.
En él hicimos nuestro primer viaje entre Maiquetía y Mérida.
Antes de comprar el Dart Special Edition 1977 en Litoralcars, Maiquetía, Papá usaba un Dart 1973, vino tinto, modelo muy característico por sus luces traseras empotradas en el parachoques; lo entregó como inicial al comprar el Ford LTD Landau en Maracaibo.
Hoy en #SaboresVenezolanos abrimos una ventana para explorar los fogones, sabores y platos más representativos de la exquisita gastronomía andina, pero descubriéndola de la mano de un venezolano excepcional: Don Tulio Febres Cordero, el "Patriarca de las letras merideñas".
Hablar de Don Tulio Antonio Febres Cordero, "Don Tulio", 1860-1938, es un verdadero honor pero al mismo tiempo un gran compromiso, debido a la grandeza y proyección de su vida personal y profesional, destacando como escritor, poeta, historiador, periodista, docente y abogado.
Pero Don Tulio siempre fue un poco más allá. Era inquieto, curioso e incansable y no hubo oficio que escapara de su interés: Fue tipógrafo, encuadernador, calígrafo, dibujante, pintor, relojero y hasta zapatero. Siempre en su Mérida natal, a la que amó y mantuvo en su corazón.
Quien hoy escribe ✒️ en #CuentosDeMedianoche no es su editor, sino un fantasma 😱 anónimo que decidió relatar su propia historia y la de tantos fantasmas de la ciudad que han quedado en la desmemoria del caraqueño, de esos que seguimos allí pero de los que ya nadie se acuerda...
Debo confesar que traté muchas veces de "convencer" al editor para que escribiera sobre nosotros, pero no tuve éxito: Encendía de repente su computador y le dejaba información pero no la revisaba; movía cosas y dejaba pistas, pero no las tomaba en cuenta...
En su biblioteca sacaba los libros y los dejaba abiertos en algunas de nuestras historias, pero entonces llegaba su esposa y los volvía a colocar en su sitio... eso sí, con el acostumbrado sermón: "¡Luis volvió a dejar todo regado en el escritorio, siempre hace lo mismo!"
Primer vuelo desde Londres a Caracas de British Overseas Airways Corporation BOAC, realizado el 10/28/1958, abordo de los nuevos turbohélices Bristol Britannia.
El vuelo se prestaba con escalas: Londres, Bermuda, Barbados, Trinidad & Caracas [Maiquetía].
El Bristol Britannia mantuvo el predominio de los vuelos desde Londres hacia otros destinos de la Commonwealth y terceros países, siendo uno de los turbohélices más populares antes de ser sustituidos por el DH Comet.
📷 Bristol Britannia en línea de producción. Filton, UK, 1957
Curiosa publicidad, en idioma italiano, del vuelo Londres-Caracas de British Overseas Airways Corporation BOAC, abordo de turbohélices Bristol Britannia. Octubre 1958.
¿Sabías que el término "patiquín" era comúnmente usado en Caracas para referirse a los caballeros jóvenes de buen vestir y de ropa elegante, educados, bohemios y galantes, que hacían del opinar y la buena charla sobre cualquier tema su oficio principal?
En el interior del país se les veía a los "patiquines" un tanto despectivamente, refiriéndose a ellos como jóvenes vanidosos de la ciudad, presumidos en el vestir y en sus modales, de refinado lenguaje y presuntuosos en sus relaciones con los demás.
Pero no todos en aquella Caracas veían con buenos ojos a los "patiquines", considerándolos como una nueva generación de jóvenes ociosos, despreocupados, superficiales y sin sentido en la vida, que perdían su existencia en las cantinas.