Este martes 1 de noviembre, el Reino de Dinamarca celebrará elecciones generales para renovar los 179 escaños de su parlamento, el #Folketing, que investirá al próximo gobierno del país nórdico.
Dinamarca es una monarquía parlamentaria. La reina (hoy Maragarita II) es jefa de estado ceremonial, mientras que el poder ejecutivo reside en el Gabinete, encabezado por el "Statsminister" (literalmente es "Ministro de Estado", pero se le suele traducir como "primer ministro").
El #Folketing (literalmente "Cosa del Pueblo") tiene 179 escaños. 139 se eligen en doce distritos plurinominales de entre 2 y 20 escaños por sistema d'Hondt con un umbral del 2%. Los otros 40 son distribuidos para garantizar un resultado proporcional con el voto popular nacional.
Además de la Dinamarca continental propiamente dicha, las antiguas colonias danesas de Groenlandia y las Islas Feroe son hoy "países constituyentes" con relativa autonomía dentro del Reino. Les corresponden dos escaños en el #Folketing a cada uno, de los 139 plurinominales.
Un miembro de la Unión Europea con una economía mixta y reconocido un estado de bienestar, Dinamarca es de las democracias más antiguas del mundo (1849) y suele ubicarse en los primeros puestos de los índices que miden cuestiones de igualdad, libertad y nivel de vida.
El Folketing se disolvió con hasta catorce partidos representados con al menos un escaño en Dinamarca (Groenlandia y las Islas Feroe tienen sus propios partidos). Procederemos a describir las principales fuerzas en contienda.
El Partido Socialdemócrata ha sido uno de los principales partidos daneses desde hace más de cien años. Entre 1924 y 2001 fue ininterrumpidamente la primera fuerza, volviendo a serlo en 2015 y 2019. Gobierna en minoría desde ese año, con Mette Frederiksen como primera ministra.
Los SD daneses, cuya influencia fue clave para la instauración del moderno estado de bienestar, son ideológicamente distintos a los demás partidos socialdemócratas nórdicos. Económicamente son más izquierdistas y sostienen un enfoque más duro respecto a la inmigración masiva.
El principal partido de centroderecha es el Partido Liberal Danés, conocido como "Venstre". Encabezó el gobierno de 2015 a 2019 con Lars Lokke Rasmussen (foto izquierda). Este dejó el partido en 2019 y su líder es hoy Jakob Ellemann-Jensen (foto derecha inferior).
Irónicamente, "Venstre" significa "Izquierda" en danés. Se fundó como un movimiento liberal clásico para defender a los campesinos de la élite aristocrática en 1870. Hoy profesa una ideología conservadora-liberal, de tradición agraria, y es fuerte en áreas rurales.
El Partido Popular Conservador es un partido de centroderecha conservadora. En su momento fue la "Højre" (Derecha) que enfrentó el "Venstre", pero hoy son aliados de coalición tradicionales. Tiene también posiciones ambientalistas, siendo de los pocos "conservadurismos verdes".
El Partido Popular Danés (DF) es un partido nacionalista de derecha centrado en el discurso antiinmigratorio. Luego de un ascenso en las décadas de 2000 y 2010 (llegando a ser segunda fuerza en 2015) sufrió un revés en 2019. Su líder para estas elecciones es Morten Messerschmidt.
El Partido Social Liberal, no tiene mucho que ver con su nombre oficial, "Radikale Venstre" (Izquierda Radical). Es una fuerza liberal progresista, cuya principal base es la cooperación. Así, ha desempañado un papel importante apoyando gobiernos de ambos lados del espectro.
El Partido Popular Socialista (Socialistisk Folkeparti) es un partido que se define como socialista democrático y ambientalista. Antes representó una izquierda euroescéptica, hoy es proeuropeo. Ha llegado a acuerdos con Socialdemócratas y Social Liberales en el pasado.
La Alianza Roja-Verde es el partido más izquierdista del Folketing. Se fundó en 1990 con la fusión del Partido Comunista con otros partidos. Es "ecosocialista y anticapitalista" y ligeramente euroescéptico. También ha respaldado gobiernos socialdemócratas.
Los demás partidos políticos son menores, pero en parlamentos tan fragmentados su opinión cuenta: estos son La Alternativa (un partido verde europeísta más moderado), la Nueva Derecha (conservadurismo nacionalista, con puntos más extremos) y la Alianza Liberal (libertarios).
Esta elección verá la irrupción de dos nuevas fuerzas: los Demócratas Daneses (populistas de derecha), liderados por Inger Støjberg, como una división del DF y Venstre; y el Partido Moderado (centro), una división de Venstre liderada por el exprimer ministro Lars Løkke Rasmussen.
En Dinamarca los partidos colaboran más que nada en bloques definidos. El "bloque rojo" a la izquierda (Socialdemócratas, Social Liberal, Popular Socialista, Roja-Verde, Alternativa) y el "bloque azul" a la derecha (Venstre, Conservador, DF, Demócratas, Nueva Derecha, Liberal).
El país llega a elecciones anticipadas después ante la crisis provocada por el "Minkgate". El gobierno sacrificó a 17 millones de visones y prohibió su cría tras alertar el surgimiento de una mutación del #Covid19 en dichos animales, de los cuales Dinamarca es productor mundial.
Esto llevó a que los Social Liberales retiraran su respaldo al gobierno de Frederiksen y amenazaran con cesarla. Sin embargo, no tienen intenciones de romper el bloque rojo, simplemente quieren una reconfiguración parlamentaria y convertir el gobierno en minoría en una coalición.
El "bloque rojo" llega a las elecciones al alza (con los Socialdemócratas teniendo amplia ventaja) pero fragmentado. Más allá del escándalo, los Socialdemócratas defienden un enfoque más duro con la migración, que los Social Liberales y la izquierda más dura rechazan de plano.
El "bloque azul", por su parte, no se beneficia de la fragmentación de los "rojos" porque está peor. Concurrirá dividido y con todos sus partidos (en especial Venstre tras la salida de Rasmussen) a la baja. El único que aspira a tener crecimiento es la libertaria Alianza Liberal.
El nuevo Partido Moderado de Rasmussen es indudablemente el hito de la elección. Rasmussen critica que la política de bloques beneficia a extremos y propone una colaboración de fuerzas moderadas. Encuestas prevén que podría lograr suficientes escaños para definir quien gobierna.
Esto ha llevado a trazar paralelismos con la reconocida serie sobre política danesa "Borgen" [SPOILER], en cuya tercera temporada la protagonista (una exprimera ministra) se presenta con un nuevo partido criticando la política de bloques y acaba definiendo la elección.
La idea de Rasmussen sería un gobierno centrista con los Socialdemócratas, los Moderados, Venstre y quizás los Social Liberales. El principal escollo en esa dirección es el rotundo rechazo de Venstre, uno de los principales motivos para la salida de Rasmussen del partido.
Dinamarca se apronta entonces a la que será, quizás, su elección más impredecible, y más interesante de ver.
Ghana es una república presidencial. El presidente es el jefe de Estado y gobierno elegido junto al vicepresidente por voto popular para un mandato de cuatro años, con posibilidad de una reelección. Si ninguna fórmula supera el 50% de los votos, se realiza una segunda vuelta.
El Parlamento de Ghana es unicameral y se compone de 275 escaños elegidos al mismo tiempo que la presidencia por sistema uninominal. El país se encuentra dividido en 275 circunscripciones, cada una de las cuales elige un único representante por simple mayoría de votos.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, declaró ayer la Ley Marcial, lo que fue denunciado como un intento de Golpe de Estado. Una sorprendente reacción popular y legislativa lo forzó a retirarla y ahora se contempla su destitución.
¿QUÉ PASÓ EN COREA DEL SUR? 🧵👇
Si nos remitimos a las palabras, Yoon básicamente ha anunciado que declara la Ley Marcial para "eliminar los elementos subversivos vinculados a Corea del Norte en el país" y "proteger la Constitución". Por supuesto, la realidad es muy diferente al discurso del presidente.
La movida revive recuerdos nefastos para la región. El discurso de Yoon parece incluso tener copias al carbón del que Ferdinand Marcos emitió en Filipinas el 23 de septiembre de 1972. Un mes más tarde, el 17 de octubre de 1972, Park Chung-hee hacía lo mismo en Corea del Sur.
Pakistán🇵🇰 está experimentando una dura oleada represiva, con epicentro en las protestas que tuvieron lugar en la capital (Islamabad) en la última semana.
¿Qué ha pasado en Pakistán? 🧵👇
#PakistanArmy #IslamabadMassacre
La última semana ha estado marcada por la dura represión a una protesta en la capital, Islamabad, contra el actual régimen gobernante. Todo esto, sin embargo, se enmarca en una oleada represiva más amplia que ha tenido lugar en el país asiático durante los últimos dos años.
Desde el derrocamiento del exprimer ministro Imran Khan por medio de una cuestionada moción de censura en 2022, Pakistán ha sufrido un duro retroceso democrático, con censura mediática, proscripción a partidos, detenciones arbitrarias y maniobras judiciales poco confiables.
Este sábado Islandia realizará elecciones generales para renovar los 63 escaños del Althing, el cual investirá al próximo gobierno de la nación europea.
Islandia es una república parlamentaria. El presidente es el jefe de Estado electo, con poderes ceremoniales, mientras que el primer ministro es el jefe de gobierno responsable ante el Althing (literalmente: "Asamblea General"), parlamento unicameral electo cada cuatro años.
El Althing se compone de 63 escaños elegidos por representación proporcional. 54 son elegidos en seis circunscripciones plurinominales, distribuidos por sistema d'Hondt, mientras que los 9 restantes se asignan para nivelar el resultado de acuerdo al voto popular nacional.
Este miércoles la República de Namibia celebrará elecciones generales para renovar la presidencia y los 104 escaños de la Asamblea Nacional por el período 2025-2030.
Namibia es una república semipresidencial. El presidente es el jefe de Estado elegido por voto popular y directo para un mandato de cinco años, con posibilidad de una sola reelección. Si ningún candidato logra más del 50%, se realiza una segunda vuelta entre los dos más votados.
El Parlamento de Namibia es bicameral. La Asamblea Nacional es la cámara baja y se compone de 104 escaños. 96 se eligen por representación proporcional por listas cerradas a nivel nacional. Los otros ocho parlamentarios son delegados sin voto, designados por el presidente electo.