"Agua y arena"
Hay un mundo viejo donde yo no existo. Con paredes y pisos y puertas. Hace mucho que no voy, pero sé que no existo.
Ya la ciudad más grande había sucumbido al mar hecha un infierno de mugre y casas rotas. Lo que antes era una fortaleza en un morro viejo, 🧵
ahora era el único faro guía para adentrarse en sus aguas. Más allá de los bañados con sus juncos llenos de ratas, poco quedaba a la deriva.
Fue distracción, nomás. Apenas eso. Siempre estábamos más allá, errantes, buscando no sentirnos.🧵
El agua no subió sola de un día para el otro, por el contrario, lo fue haciendo sigilosa y constante, como su ejército de gotas. Pero estábamos distraídos. Hablábamos de las vistas propias o ajenas, y de lo último que se había oído en lo alto del algoritmo.🧵
Pequeñas chispas lúcidas que ardían en lo efímero.
Los que escapamos últimos no fuimos heroicos, sino cínicos. Ya las tomas de las Sierras habían pasado hacía mucho y los pocos lugares altos estaban todos hundidos.
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Sólo quedó moverse hacia arriba. Hacia las llanuras desiertas, hacia las cuevas rotas donde la tierra seca lloraba estalactitas de basura sin vida. Sobraba sol y también viento.
Allá lejos, en las dunas de micro plásticos se elevaban seres estáticos e impermeables, 🧵
de colores diversos y formas ruinosas. Seres sin vida, claro, llenos de quistes y pliegues de luto. Esos bosques de esculturas de caucho fósil, refulgentes, se habían formado al caer los rayos de las tormentas secas. 🧵
Pero algunos no lo creían. Venían de un miedo eterno. Era tal el espectáculo que no admitían que no hubiera la intención, la creación debida. Qué ironía negar el accidente, la casualidad, la Vida. Cómo no entender que lo eterno, si existe, se llamaba Azar o Risa. 🧵
Más de uno cayó de rodillas llorando en un trance y tragando como gofio arena plástica sucia. Otros lo aspiraban y se la frotaban por los brazos esperando un designio.
Unos y otros sintieron hincharse el pecho de vida, de explosión de colores y alaridos de papel burbuja.🧵
Pero se derretían por dentro con millones de minúsculas heridas, abiertas y lacerantes. Los que sobrevivían tenían el ámbar en la piel y los pliegues de los callos llenos de cicatrices. Ya no comían.
Cuando se dieron cuenta de que podían planear con sus prótesis de espanto, 🧵
pusieron rumbo al sur, a las Sierras, rumbo a la esperanza que entendían se les debía, por sacrificio.
Pero los habitantes de las Sierras no los conocían. Se pegaban a los vidrios y las puertas buscando, sin éxito, algún contacto.
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Luego volvían volando a las dunas, a adorar a sus moldes de ceniza linólea, a aspirar arena tóxica y a esperar por su cura.
Yo los miraba de lejos, desde mi guarida, desde las cuevas rotas. Creía que estar mejor que ellos, con mi forma primera erguida. 🧵
Pero los días se agrupaban en la garganta, asfixiando sin prisa y decidí caminar. Desperté en un portal de las Sierras, días después, con una resaca intensa y una tristeza infinita. Los de adentro me miraban horrorizados, cerrando las cortinas. 🧵
Yo les quería decir que era uno de ellos pero no me veían.
Más que no verme, yo creo, es que no me querían. Hay un mundo viejo.
FIN
Buenas, sigo con los hilos para leer rapidito escapando al calor en algún suspiro. Se agradece hacerlos volar y quedarse con lo que uno quiera. Gracias por leer! #literatura#WritingCommunity#ficción#escribir#hilos
"El Asceta"
Algunas piedras frías transitan mi nombre. No molestan, tienen el olor del alivio.
A veces me consuela una frase que me revienta las retinas por cinco segundos. Luego entiendo su futilidad y la desintegro en el aire que entra y sale de mi pecho en forma rítmica y profunda. 🧵
A mi alrededor sólo hay viento.
No sé cuánto hace que estoy acá porque hace mucho pude eliminar los números. Pensé que iba a ser de las últimas cosas pero fueron el principio.
Más tiempo llevaron los adornos o adjetivos. 🧵
OASIS
Cuando explotó el primer cerro chato, todavía quedaban escuelas y un poco de tejido burocrático. Ella recordaba perfectamente la explicación de la maestra, aunque no la había entendido. Pero recordaba la alegría y la esperanza con que le brillaban los ojos. 🧵
Era agua lo que salía del cerro. Agua deshilachada en una gran cortina de humo blanco como homenaje de paz. Esas rocas duras y porfiadas que habían sostenido por años praderas fértiles y penillanuras onduladas y que habían evitado siempre los movimientos de tierras,🧵
"Redes"
No fueron las abejas, como todo el mundo esperaba, las grandes protagonistas del descalabro global o el efecto mariposa de cansinos instantes finales.
De lejos se veían como capullos gigantes incubando quién sabe qué criatura cambiante, pero eran sólo casas viejas🧵
Ya más de cerca se apreciaban las pequeñas figuras finas negras de ocho patas saltando incansablemente para cubrir toda la superficie, desde el techo a los zócalos.
Era raro ver taperas forradas como pupas de mariposa queriendo volver para vivir una vida distinta en el medio 🧵
Buenas, sigo con los hilos de ficción. Son cortos y se leen rápido. Se agradece hacerlos volar y quedarse con lo que uno quiera. Gracias por leer!
"Silencio"
Entre la primera letra, mayúscula, y el punto, final, hubo un largo enunciado lleno de comas, alegrías y tristezas🧵
No se puede vivir atormentado, decían los que esquivaban los días y también las noches. Sin ningún signo propio de luz o moral ajena habían condenado la humanidad a la Alegría, a la macabra obligación de la alegría, de la sonrisa sin gracia, del chiste de bolsillo.🧵
Era verano afuera y el aire olía dulce a jugo y a azahar. Había en la cortina negra de la noche, apenas una o dos luciérnagas derrochando vida o estupidez. Fue en ese momento que escuchó esa cadencia por primera vez, a lo lejos, casi como una quimera.🧵
ESOS
Estaban pegados a las ventanas y también a algunas puertas, las de vidrio. Buscaban los vidrios como si les dieran frescor o limpieza, o las dos a la vez. Una asepsia que no tenían e intuían imprescindible en ese momento.
Algunos volaban con sus nuevas alas. Se despeñaban de una cornisa de la churrasquera o la chimenea de la estufa, hacia abajo hasta casi tocar el suelo, planeando. Las extremidades cartilaginosas que todos llamábamos alas, eran en realidad un exceso de pellejos y callos fósiles