Lo primero que el arquitecto Bruce Graham le pidió al ingeniero Fazlur Rahman Khan fue que le dijese cuál era la estructura más económica posible para construir un rascacielos.
La pregunta no era solo por intentar ser lo más eficaz posible, era casi una cuestión de supervivencia porque, en los 60, el mundo de la arquitectura se estaba preguntando si los rascacielos ya no tenían sentido.
Sí, se seguía construyendo alguna torre de altura mediana aquí y allá, pero los superrascacielos como el Empire State Building parecían una cosa del pasado porque, sencillamente, eran demasiado caros de construir.
Así que cuando a Bruce Graham, del estudio SOM, le encargaron una torre residencial en Chicago, le pidió a su ingeniero, también de SOM, que diseñase la estructura más barata posible.
Khan no le contestó inmediatamente. Le dijo: "espera", y bajó a una floristería cercana.
Porque Fazlur Khan, además de ser un niño prodigio de la ingeniería (tenía solo 33 años en 1962), era una suerte de 'entertainer': un tipo dicharachero y encantador que gustaba de contar chistes y anécdotas y hacer trucos de magia.
Así que volvió de la floristería y, como un mago en un teatro, le enseñó a Graham lo que había comprado.
—Esta. Esta es la estructura más económica y más eficaz para construir un rascacielos: una caña de bambú.
Nacido en Daca, la capital de Bangladés, los edificios más altos que Khan había visto durante toda su infancia y juventud apenas tenían 3 o 4 plantas.
De hecho, no vio un rascacielos hasta que emigró a Chicago en 1950, con 21 años.
Sin embargo, cuando su arquitecto le preguntó por la estructura más eficaz posible, Khan recordó los bosques de los alrededores de su casa en Bangladés, y cómo se había maravillado por la resistencia de una planta tan ligera como el bambú.
Y sí, tenía razón. La mejor estructura para un rascacielos no era el entramado de vigas y pilares de acero con el que se habían construido hasta ese momento. Era el tubo, como una caña de bambú.
Pero, ¿por qué lo es?
Pues por dos razones esenciales:
1. Es la estructura que mejor resiste al viento y, como todos los fans de #LaBrasaTorrijos deberían saber (ejem, ejem), el viento es el enemigo número uno de un rascacielos.
2. Al colocar la estructura en la fachada, se liberan las plantas de pilares, de tal manera que hay mucha más superficie libre y mucho más fácil de distribuir. Lo que significa que se puede las plantas se pueden alquilar mejor y más caras.
Hecho. Es simple.
Con el sistema de estructura tubular, Graham y Khan construyeron la torre de apartamentos DeWitt-Chesnut, en Chicago.
Inaugurado en 1965, es un edificio elegantísimo de "solo" 42 plantas, pero que serviría como entrenamiento para el encargo que cambiaría sus vidas.
En 1964, el promotor Jerry Wolman (propietario, por cierto, de los Philadelphia Eagles), encargó a SOM la construcción de un superrascacielos en la Magnificent Mile de Chicago, a una manzana del DeWitt-Chesnut, que estaba a punto de terminarse.
Wolman quería una torre monumental, el edificio más alto de Chicago, que llegase al menos a las 90 plantas.
Pero para poder construirse, había una condición impuesta por la financiera, la John Hancock Mutual Life Insurance: tenía que costar menos de 100 millones de dólares.
A priori, 100 millones parece una pastizara, pero pensad que las Torres Gemelas costaron 200 millones CADA UNA.
El caso es que la empresa parecía imposible.
Salvo que fueses Fazlur Khan, claro.
Cuando en la oficina plantearon el dilema, Graham volvió a preguntar al menudo ingeniero bangladesí:
—¿Se puede construir un edificio de 90 plantas con 100 millones?
—No. Con 100 millones podemos construir un rascacielos de 100 plantas— contestó Khan (con dos pelotas).
En realidad, con el sistema convencional de tubo exterior, era MUY difícil hacer lo que había dicho Khan, pero el tipo tenía un as en la manga: se podía reducir la cantidad de estructura en la fachada siempre que se considerase que TODA LA FACHADA ERA ESTRUCTURA.
Gracias a un sistema de diagonales que había pergeñado junto a uno de sus alumnos en el IIT, Khan transformó las fachadas del futuro rascacielos en una especie de superviga, de supercercha que repartía todo el esfuerzo del viento sobre la fachada.
Había nacido un diseño icónico.
Es más, para asegurar que el sistema era lo más eficaz posible, Khan recurrió a dos jóvenes ingenieros informáticos que calcularon toda la estructura con las incipientes computadoras de la época.
(Unos cacharros de este porte).
(Por cierto, que 12 años después, esos ingenieros trabajaron en los revolucionarios efectos digitales de Star Wars, lo cual es bastante gracioso, sabiendo que su primer trabajo fue con Khan.
Bonus points si pilláis la referencia)
El caso es que con ese diseño icónico, Khan y Graham aseguraron a Wolman que la torre mediría 100 plantas y costaría 100 millones.
El proyecto se aprobó y apareció en todos los periódicos y todas las revistas de arquitectura.
El futuro Wolman Building iba a ser el segundo edificio más alto del mundo (detrás del Empire State) y, de hecho, prácticamente duplicaba en altura al edificio más alto de Chicago.
La ciudad del viento volvería a ser la ciudad de los rascacielos.
(Pero, como el viento, el destino es a veces traicionero).
En diciembre de 1965, la famosa vidente Jeane Dixon escribió en su columna de la revista Parade Magazine una profecía ominosa: "El nuevo rascacielos de 100 plantas que ha empezado a construirse en Chicago va a desplomarse antes de que finalicen las obras".
La cosa no habría pasado de un chisme en las hojas de sociedad, si no fuese porque Dixon era, efectivamente, muy famosa.
Y era tan famosa porque en 1956 había pronosticado el asesinato de Kennedy que se produciría siete años después.
Por supuesto que las obras siguieron adelante, pero algunos de los albañiles y de los operarios se alertaban ante cualquier ruido medio raro y no podían evitar tener una pequeña mosca detrás de la oreja.
Hasta que en julio de 1966, cuando ya se habían construido 20 plantas del rascacielos, Khan recibió una llamada aterradora: "La torre se está hundiendo en el suelo".
Khan paró la obra de inmediato y fue a averiguar qué pasaba.
Efectivamente, el edificio se estaba hundiendo de más. Habían previsto que la cimentación asentase como un metro cuando la torre estuviese terminada pero es que ya había descendido ese metro con solo 20 plantas.
¿Qué había pasado? ¿Cómo es posible que Khan y los ingenieros de Star Wars se hubiesen equivocado de tal manera en los cálculos?
Y, sobre todo, ¿cómo iban a solucionarlo?
Si quieres saberlo, pulsa en "Mostrar respuestas", que la historia no ha terminado.
Lo que había pasado era algo que había pasado muchas veces antes y que pasaría muchas veces después: la constructora había querido ahorrarse dinero y, al hacerlo, la había liado parda.
El problema residía en que el suelo de Chicago es muy blando y muy fangoso.
Es esencialmente idéntico al lecho del Lago Míchigan, así que las cimentaciones que diseñó Khan eran similares a las que se usan en los pilones de los puentes que cruzan ríos.
Este tipo de cimentación, llamada "pozo de cimentación" o "caisson" funciona mediante un sistema que se autohunde a medida que se construye.
Es muy eficaz para estos suelos, pero tiene que hacerse con cuidado.
¿Qué pasó? Pues que la constructora no lo hizo con cuidado.
Mediante una serie de pruebas con ultrasonidos, Khan descubrió que habían estado vertiendo hormigón mientras las perforadoras aún seguían dentro de los pozos, lo cual alteraba el proceso de fraguado.
La cosa era aún más peligrosa porque uno de los caissons no solo estaba hundido de más, es que se había inclinado casi una pulgada de su eje vertical, lo cual, extrapolado a los 344 metros del rascacielos, provocaría una deformación inadmisible.
Aunque el error no fuese suyo y no tuviese nada que ver con el sistema de tubo con diagonales que había diseñado, Khan estaba en un lío gordísimo, porque si el edificio no llegaba a término, no podría demostrar que su estructura era, efectivamente, la más eficaz.
Así que lo paró todo. Lo paró todo durante seis meses, hasta que los pozos asentasen.
Después se reequilibró el caisson inclinado y, con los nuevos cálculos, Khan ordenó que se reanudaran las obras, asegurando que no volvería a haber ningún problema.
En realidad, el problema había sido sobre todo para el promotor, que se quedó sin crédito, momento en el que la financiera tomó el control del edificio conservando tanto al arquitecto como al ingeniero.
Y sí, seguro que recordáis como se llamaba la compañía financiera, porque es el nombre con el que el edificio pasó a la historia.
John Hancock Center.
El John Hancock Center se inauguró en 1969 y sí, pese a los problemas y los retrasos, costó justo 100 millones de dólares.
No solo supuso la coronación de Fazlur Khan como ingeniero, es que significó un cambio de paradigma en la ingeniería estructural de todo el mundo.
A partir del John Hancock, los superrascacielos volvían a ser objeto de deseo para las ciudades y, de hecho, la mayoría se siguieron (y se siguen) construyendo mediante alguna variación del sistema estructural de Khan.
Así se levantaron las Torres Gemelas...
...el Citicorp Center...
...y hasta el ultrarrascacielos en el 432 de Park Avenue.
Fazlur Rahman Khan murió en 1982 de un ataque cardiaco son solo 52 años de edad.
Cuando murió, aún era el ingeniero del edificio más alto del mundo: la Torre Sears, también en Chicago.
(Esta foto, por cierto, está tomada desde el John Hancock Center).
En una de las plantas de la torre hay un pequeño bajorrelieve dedicado a Khan, que reza: "Uno de los más grandes ingenieros estructurales de nuestro tiempo".
En lo que a mí respecta, fue más que eso. Fue el hombre que salvó a todos los rascacielos del mundo.
Si os ha gustado el episodio de hoy, hacedme RT al hilo, FAVs, follows o llevadme a un bosque de bambú!
Todas las imágenes del hilo de hoy están acreditadas en la descripción de la primera fotografía de cada tuit. Todas se han usado bajo su correspondiente licencia.
#LaBrasaTorrijos se escribe en directo todos los jueves desde el soleado barrio de Villaverde.
(Fin del HILO 🌱🌆)
LAS CODAS, SEÑORES, QUE HACÍA TIEMPO.
1. Para los de "No es Star Wars, es Star Trek" "Ni is Stir Wirs, is Stir Trik". No seáis tolais, que soy un trekkie reconocido.
Precisamente la gracia es que unos súbditos de Khan le traicionen y se pasen al enemigo.
2. Y aprovechando la ira de Khan, dos fun facts cinematográficos al respecto. Ricardo Montalbán (el actor que de Khan) vivió la mayor parte de su vida en una casa MARAVILLOSA en Los Ángeles, diseñada por el arquitecto Ricardo Legorreta.
Y la otra curiosidad cinematográfica.
El John Hancock Center es protagonista de Poltergeist 3 (aunque en el cartel de la peli le han quitado las diagonales a la fachada).
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
En 2018, un operario miró a lo alto del rascacielos en el que estaba trabajando en Nueva York. Algo iba MUY mal: el edificio se estaba inclinando.
A día de hoy, la torre está abandonada y nadie sabe bien qué va a pasar con ella.
Os cuento su historia en #LaBrasaTorrijos
🧵⤵️
Desde hace cien años, Nueva York es la ciudad de los rascacielos. Aunque naciesen en Chicago, aunque los más altos estén en Dubai o los más densos se levanten en Shanghái, Manhattan sigue siendo el centro de la religión de los edificios en altura.
Desde los grandes dioses urbanos, como el Chrysler o el Empire State, pasando las torres con la historia más increíble, como el Citicorp Center (guiño), hasta llegar a los finísimos ultrarrascacielos que han vuelto a florecer como agujas hacia Dios.
Bajo el hielo ártico se esconde el espacio más importante de la Tierra. Un almacén indestructible con semillas de (casi) todas las especies comestibles, para que la civilización pueda renacer si llega el Apocalipsis.
En #LaBrasaTorrijos, la Bóveda del Fin del Mundo.
🧵⤵️
El 23 de octubre de 2020, la marca de galletas Oreo lanzó una muy peculiar campaña en la que anunciaba la existencia de un búnker en el Ártico donde había guardado la receta original, además de leche en polvo y varias galletas envasadas en mylar.
La campaña se llamaba "Oreo. For All Humankind" y apelaba a una cierta conciencia del apocalipsis de los consumidores a los que iba dirigido. De alguna manera, el búnker estaba preparado para resistir radiaciones, terremotos o el impacto de asteroides.
Ya que lo habéis preguntado: ¿por qué afirmo al principio que los nazis cruzaron a España buscando el Santo Grial si luego digo que la historia es exagerada?
Pues porque, de hecho, los nazis SÍ cruzaron a España en busca del Grial. El propio Himmler lo hizo.
En 1940, Heinrich y Himmler y otros gerifaltes del Reich visitaron España.
Los motivos de la visita era, ya sabéis, estrechar lazos con el régimen de Franco, pero Himmler también buscaba otra cosa: la Copa de Cristo.
Á Himmler nunca le convencieron los griales de León o Valencia, así que en Toledo investigó por libros y códices templarios buscando pistas. Y, de hecho, subió a la abadía de Montserrat creyendo que la auténtica copa estaba allí.
La ermita de San Adrián de Sasabe estuvo mil años enterrada. Cuando la destaparon, allí apareció un misterioso símbolo. Un símbolo por el que los nazis cruzaron a España.
El símbolo del objeto más valioso de la Cristiandad.
Veníos al Pirineo Aragonés con #LaBrasaTorrijos.
🧵⤵️
@aragonturismo Cuando el ayuntamiento de Borau, al norte de Huesca, pidió a la Dirección General de Montes que les ayudase a desenterrar su vieja iglesia, no sabían que iban a destapar una leyenda.
@aragonturismo Al llegar junto al río Lubierre, los operarios se encontraron con una pequeñísima ermita que apenas sobresalía un par de metros del suelo, un edificio al que, aparentemente, se entraba por la ventana.
Era el verano de 1957 y, por suerte, el terreno estaba seco.
En un esquina de Roma hay una iglesia muy pequeña que solo se ve en escorzo, que parece de piedra pero está construida con Tiempo.
Y la construyó un perdedor que no la vio terminada.
En #LaBrasaTorrijos, San Carlo alle Quattro Fontane y la matemática de Dios.
🧵⤵️
El 30 de julio de 1667, Francesco Borromini quemó todos sus dibujos y escritos. Tres días después, se arrojó contra su propia espada.
Fue el final.
Borromini, nacido Francesco Castelli, procedía de una familia no especialmente acomodada del cantón de Ticino. Su padre, aunque interesado en las artes, solo era un cantero más o menos humilde.
Por eso, quiso enseguida que el niño Francesco fuese más que él.
Esta es la historia de un edificio-trampa. Un lugar sin ventanas cuyo interior te hipnotiza hasta que no sabes cómo salir.
Un edificio cuyo arquitecto se arrepintió de haber creado.
Y todos hemos estado allí.
En #LaBrasaTorrijos, los centros comerciales y el Efecto Gruen.
🧵⤵️
¿Sabéis eso de que entras a un centro comercial con la idea de comprar una cosa, pero dos horas después, no sabes ni lo que ha pasado pero llevas cinco bolsas distintas y ni te acuerdas de lo que habías venido a comprar ni dónde dejaste el coche?
Pues eso se llama Efecto Gruen.
En 1938, un arquitecto judío-austriaco llamado Viktor Grünbaum emigró de una Austria recién anexionada a la Alemania nazi porque, bueno, era judío.