Saber mirar, es el oficio del fotógrafo. Sin embargo, pocas veces se habla de la mirada del fotografiado.
Si hubo un fotógrafo que supo captar la mirada de sus modelos fue August Sander.
Porque Sander tenía un proyecto único.
August Sander nació a finales del siglo XIX en una familia de carpinteros.
Un entorno trabajador donde aprendió a ver a la gente tras su mirada.
Esas miradas se le quedaron clavadas en la memoria, así que cuando tuvo su propio estudio de fotografía tomo una decisión radical.
Retrataría a todo tipo de gente.
Recorrió toda Alemania haciendo fotos a todo tipo de gente.
Desde los más ricos.
Hasta los más pobres.
Su proyecto se llamó "Gente del Siglo XX".
Y retrataba esos rostros para retratar una época. Quería resumir un tiempo a través de esas miradas.
Pero ¿no notáis que falta algo en estas fotos?
Efectivamente: Mujeres.
Según avanzaba la década de los años 20 se dio cuenta de que nadie estaba retratando a las mujeres.
Las mujeres, tras la Primera Guerra Mundial, habían ganado en Alemania un peso como en ningún otro país.
Se habían incorporado al trabajo, a la cultura, a la ciencia... Ante la falta de hombres por la guerra, se habían ganado un derecho a ser el sexo fuerte del país.
Sin embargo, aunque esa mujer existía... No aparecía.
El tipo de mujer que se representaba en el arte, en la cultura, en la publicidad era esta:
La madre abnegada que se desvivía por sus hijos en casa.
Pero la mujer que se encontró Sander en el Berlín de los años 20 era esta:
Porque Sander no quería retratar a una mujer como una representación, sino cómo eran de verdad .
Estas mujeres se llamaron así mismas: La nueva mujer.
Una imagen de la mujer que pertenece a nuestro imaginario colectivo: Así eran las mujeres entonces.
Sin embargo, hay pocas fuentes de la época que las muestren.
Por desgracia, la década de los 20 acabó y con ella también el fin para "La gente del siglo XX".
La nueva mujer desapareció otra vez.
El imaginario de Goebbles estaba reservado para este tipo de mujeres:
A Sander le obligaron a destruir cientos de negativos y abandonó sus retratos para fotografiar naturaleza.
Quizás la gente del siglo XX no era como él esperaba.
Por casos como este es importante tener días como el 8 de marzo.
Para recordar el hueco que les robamos a las mujeres durante siglos y que aún les seguimos quitando.
Por eso, mañana, como cada año el 8 de marzo, esta cuenta estará silenciada.
El día de la mujer es festivo en Berlín y en esta cuenta.
Porque la mejor manera de evitar invisibilizar a alguien, es darle su espacio y callarse para que hable.
Lo de Amaia en LaRevuelta el otro día fue sensacional, pero no solo por el vídeo, sino porque explica muy bien cómo funciona el proceso creativo.
Seguidme en este hilo para ver de dónde salió este vídeo
A principios de los 90, un joven fotógrafo parisino Vincent Moon, recién salido de varias escuelas de fotografía, comienza un proyecto nuevo: Les nuits de Fiume.
En él se embarca a conocer todos los garitos de París y hacer fotos desenfadadas de los músicos que allí tocan.
Allí conoce a muchos músicos y se hace amigos de ellos, pero hay unos que le cambian la vida.
La banda norteamericana The National le pide que grabe su nuevo videoclip. Moon, interesado en el movimiento y en la naturaleza, graba a la banda en el bosque con una super 8.
Dentro del Laberinto es una de esas películas que cambian con tu edad.
Cuando era pequeño, creía que iba de una chica que pierde a un niño.
Ahora sé que dentro del Laberinto esconde una alegoría preciosa sobre cómo funciona nuestro cerebro adolescente.
Abro hilo 👇👇
(Antes de empezar, os recuerdo que todas mis historias las podéis escuchar con mi voz en mi pódcast Material Narrativa. Esta pertenece al número 2, dedicado a las marionetas y Jim Henson.
Los efectos especiales en el siglo XXI no han llevado a lugares increíbles, hemos viajado más allá del tiempo y espacio, hemos visitado el interior de un agujero negro...
Y, sin embargo, yo sigo echando de menos los efectos de los 80 y 90.
Los lápices no suelen ser útiles en la guerra: son frágiles, se rompe la punta, necesitan un sacapuntas cada poco tiempo.
Pero este, el Cumberland 103 de la compañía Derwent, fue uno de los mayores inventos de la Segunda Guerra Mundial.
Porque salvó muchas vidas.
Tira del hilo
Toda esta historia comienza con un sermón.
Un sermón en la iglesia Evangelica Open Brethen en Leeds.
Estamos en 1939 y la situación es tensa. Reino Unido y Francia acaban de declarar la guerra a Hitler, tras la invasión alemana de Polonia.
Todos los ministerios se preparan para la guerra. Uno de los más Valioso es el Ministerio de Abastecimiento, que se encarga de todo el material necesario para el ejército.
Dos de sus empleados se sientan en los bancos de esta iglesia, esperando el sermón dominical del párroco.