¿Somos conscientes de la capacidad del arte para manipular los hechos históricos y grabarlos en nuestra memoria, convenientemente modificados?
Acompáñame en este pequeño hilo.
Un ReFluzo de #FluzoRíos donde veremos cómo se maquilló el cruce histórico de un río famoso.
El acto de cruzar un río hoy es algo trivial en muchos lugares, gracias a las infraestructuras viarias y a las de canalización de las corrientes.
De hecho, es posible que crucemos varios ríos en el autobús de camino al trabajo o a clase sin percatarnos.
Pero en la retórica política, el acto de cruzar un río ha quedado tradicionalmente asociado a una iniciativa audaz que cambia el curso de la historia.
La culpa, como la de tantas otras cosas, la tuvo Julio César y su historia del paso del Rubicón.
Hoy Néstor (@antigua_roma) nos ha contado en #FluzoRíos el valor simbólico y estratégico de los cursos fluviales en la época romana, hablándonos del Rin y el Danubio y de como Trajano convirtió su cruce de este último río en parte de la retórica de su poder.
Siglos después, Emanuel Gottlieb Leutze pintó en 1851 el cuadro que hemos visto al principio del hilo.
Representa a George Washington cruzando el río Delaware. Enfrentándose de forma épica a su futuro y al de Estados Unidos.
Pero lo que vemos en este cuadro es muy poco creíble.
La imagen está romantizada. La pose es tremendamente teatral. La cantidad de gente en esa balsa es exagerada, porque se inspira en los referentes pictóricos de su siglo.
Se busca un dramatismo que manipule sutilmente el gesto histórico y lo haga icónico y muy épico.
Apenas cinco años después se empezó otra versión, pintada por George Caleb Bingham.
Resulta menos retórica. Menos teatral y mucho menos icónica.
Representa un hecho histórico que su protagonista quizás no sabía que lo era.
Es más verosímil, pero NO necesariamente más cierta.
Ambos cuadros son evocaciones.
Esto es algo fundamental que debemos entender: el arte producía iconos visuales. No estaba pensado para contar los hechos "como sucedieron".
Esta versión más actual del ilustrador Mort Künstler da otra vuelta de tuerca hacia un mayor realismo.
Un mismo hecho puede ser representado de muchas formas.
Puede haber sutiles diferencias o cambios de enfoque tan drásticos como para que notemos todas las diferencias implícitas, como en los cruces de los Alpes pintados por Jacques-Louis David y Paul Delaroche.
Así que recuerda:
- El arte es una creación, no necesariamente un documento veraz.
- Algo verosímil que aparezca en una obra de arte no tiene por qué ser un hecho histórico.
- El arte ha sido y sigue siendo una herramienta de embellecimiento y manipulación de la historia.
Espero que os haya gustado este ReFluzo.
Si os ha interesado, se agradece un RT en el primer tuit para que llegue a más gente.
Recordad que podéis ver de nuevo #FluzoRíos y cualquier episodio del programa:
👉rtve.es/play/
Imágenes: Mount Vernon, Wikimedia y RTVE.
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
- Como personajes DE FICCIÓN, sirven las dos actrices por igual.
- Como representaciones que pretendan ser "fidedignas" del aspecto "real" que tuvo Cleopatra, no sirve ninguna de las dos.
Creo que es bastante simple (si se quiere).
A ver si nos entra en la cabeza que es IMPOSIBLE saber cuál era el aspecto REAL de la mayoría de personajes históricos.
Para empezar, porque apenas hay retratos.
Para seguir, porque los que hay no representan la realidad física de la persona, sino una idealización reconocible.
Las imágenes que conservamos de Cleopatra no sirven en absoluto para hacer una reconstrucción facial fidedigna de su aspecto, porque son casi todas muy dudosas y, de hecho, se contradicen entre sí.
Resulta que las cifras dicen (claramente) que la gente joven lee bastante más que esas personas adultas que tanto critican a "la juventud".
Y que las mujeres leen muchísimo más que los hombres en todas las franjas de edad posibles.
Son cifras que no deberían sorprender.
Creo que la mayoría de personas con hábito lector es consciente de que leía más en su infancia y adolescencia que en su vida adulta.
Menos cargas laborales y familiares, más tiempo de ocio de uso flexible, quizás mayor pasión por las aficiones...
Las causas pueden ser muchas.
En cuanto a los datos, ya clásicos, de lectura en mujeres creo que son engañosos, porque puede que sean el reflejo de una triste realidad: que las mujeres sufren un desempleo mayor.
Es más factible mantener tu afición a la lectura sin un trabajo a tiempo completo.
¿Somos conscientes de la destrucción patrimonial provocada por el Imperio español?
¿Se comentan lo suficiente los desastres culturales que provocó el poder del emperador hispánico?
En este ReFluzo de #FluzoDiplomacia recordamos dos casos muy graves de época de Carlos I.
🧵⚔️🎨
En los últimos tiempos se ha puesto (de nuevo) de moda la dulcificación de ciertos pasajes de la historia.
Se habla constantemente de un concepto (históricamente discutible) como el de "leyenda negra", pero rara vez se mencionan los siglos de blanqueamiento del pasado imperial.
En el caso de la monarquía hispánica, la dulcificación de los procesos militares sangrientos que llevaron al Imperio a convertirse en potencia hegemónica se hizo en tiempo real, con un uso notable de la literatura y las artes.
Vemos al emperador, pero no a sus miles de víctimas.
Me váis a permitir que, por una vez, como amante del deporte hable de lo que no suelo hablar aquí.
Como soy historiador, no puedo dejar de mirar el hito que se ha producido hace unas horas con perspectiva histórica.
Porque lo de la camiseta retirada de Pau Gasol es muy fuerte.
En la tradición deportiva de Estados Unidos, cuando alguien ha sido muy grande y ha hecho historia del deporte de equipo recibe en esa organización el homenaje de "retirar" su dorsal.
Para que nadie lo vuelva a usar y quede ligado a esa persona en la memoria para siempre.
La mayoría de grandes deportistas nunca recibe este homenaje.
De hecho, hay grandes leyendas que no tienen su camiseta retirada.
En los Lakers, sin ir más lejos, NO tienen su camiseta retirada Bob McAdoo, George Mikan, Happy Hairston, Michael Cooper o Byron Scott.