¡LIGHT THE BEAM! Los Kings derrotaron a los Warriors el sábado y De'Aaron Fox enfervorizó a las 18.253 almas presentes al presionar un botón grande, púrpura, con el logo de Kings en la mesa de control del Golden 1 Center. ¿De qué se trata? Abro hilo.
Todo empezó como una idea de marketing. Vivek Ranadive compró a los Kings en mayo de 2013 y tras diez años de pura sequía, en la que, entre otras cosas, el equipo estuvo cerca de mudarse a Seattle, tenía algo claro: necesitaba un golpe de timón para reavivar la llama.
Nadie quería jugar en Sacramento. Esa es la realidad. Desde 2006 quedaron fuera de Playoffs. Quien pisaba la franquicia de Kings era para pasar tarjeta. Cumplir un trabajo sin grandes expectativas. Era un agujero negro: aquí no funcionaban traspasos, ni pick de Draft, ni nada.
Ranadive, sin embargo, tenía algo en mente. Y la idea llegó gracias al colega de Silicon Valley, David Kelley, director ejecutivo y cofundador de IDEO, una firma global de diseño e innovación. Con el nuevo estadio de 2016 el asunto era mejorar la experiencia general.
Kelley recordó cómo Virgin America provocó una experiencia VIP en los pasajeros que ingresaban a sus aviones: el uso de la luz púrpura. ¿Qué tal entonces si los Kings usaban luces en todo el Golden 1 Center? Así nació entonces el concepto de la viga.
Tenían que hacer algo que se viera desde el cielo, rescata Marc Spears en ESPN. La idea de las luces era interesante porque desde el aire se vería lo que pasaba en el estadio. Pero era de difícil concreción. Entonces en ese momento se sugirió el rayo.espn.com/nba/story/_/id…
Un rayo láser púrpura de 300 watts alimentado por seis cañones láser. Ubicado sobre la entrada del estadio, se enciende después de cada victoria de los Kings. ¿Una locura? No, lo lograron. Necesitaron la aprobación de la Administración Federal de Aviación.
Los Kings entonces se jugaron todo lo que tenían a mano con esta idea. Un pleno que tenía que valer un renacimiento. Su rayo de la victoria prometía ser "el más brillante del mundo" y se elevaría más allá de lo que el ser humano pudiese detectar con sus ojos.
El 16 de septiembre, la franquicia emitió un comunicado para dar a conocer que encenderían el rayo después de cada victoria. Así surgieron todo tipo de bromas y burlas. ¿Sacramento? ¿Ganar? No me hagan reír. Los jugadores dudaron, pero luego se convencieron y defendieron la idea.
Cuenta Marc Spears en ESPN que la primera vez que se encendió fue el 29 de octubre y no se vio porque el triunfo fue por la tarde. Dos días después, los Kings vencieron a los Hornets 118-105 fuera de casa y esa vez sí: el rayo se encendió y lo vieron todos.
Claro, 31 de octubre, Halloween. La franquicia había avisado del rayo, pero muchos habitantes de Sacramento no sabían de qué se trataba y entraron en pánico. Pensaron que era una broma. Llegaron correos electrónicos y llamados a las radios locales. Hasta que el miedo pasó.
Algunos dudaron en un comienzo, pero la realidad es que el rayo empezó a hacerse popular entre los jugadores, los rivales, y también el público, que hoy corre luego de cada triunfo de los Kings hasta la entrada para sacarse fotos con el rayo púrpura de fondo.
"Hoy es el grito de guerra de nuestro público después de cada triunfo. Es genial", le dijo Kevin Huerter a Marc Spears. Huerter fue quien bautizó al equipo como #BeamTeam en las redes sociales. La frase se convirtió en un éxito y se colocó en camisetas y letreros en la ciudad.
Los Kings cuentan que las historias que incluyen el rayo alcanzaron una audiencia promedio de 373 millones de personas. Lo que empezó como local, se hizo nacional y hoy, con las redes sociales, se ha desparramado a lo largo y ancho del mundo.
Un concepto de marketing exitoso. Un equipo ganador. Y un público necesitado de alegrías negadas hace años. Esta es, entonces, la historia de la transformación de una franquicia y por qué no, de una ciudad. ¿Están listos? 3, 2, 1... ¡LIGHT THE BEAM!
Llegamos al final del hilo. Espero que lo hayan disfrutado. Como siempre, aquí va la fuente principal: el artículo de Marc Spears en ESPN sobre los Sacramento Kings. ¡Hasta la próxima!espn.com/nba/story/_/id…
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
El Dream Team de Barcelona 1992 generó una cantidad interminable de micro historias. Una de ellas, maravillosa, tiene que ver con Michael Jordan, el podio y una foto que recorrió el mundo.
Bienvenidos, entonces, a su Majestad y la bandera de la discordia.
Jordan sabía que las cámaras estarían con él en la premiación. Ese equipo infinito lo tenía como su máxima figura. Magic Johnson y Larry Bird ya habían hecho el traspaso de mando. MJ venía de ganar su segundo campeonato en Chicago.
El mundo le pertenecía.
El Dream Team, que significó el desembarco de los NBA en el planeta tierra, ganó la final contra Croacia 117-85. Así fue todo el torneo. Un desfile con alfombra roja. Rivales que tomaban fotos.
Un Tour que tuvo triunfos con margen de 47 puntos promedio.
En octubre de 1984, Michael Jordan jugó su primer partido NBA. Aún no sabíamos que sería el mejor de todos los tiempos. Tampoco lo sabían Converse y Adidas.
Lo sospecharon los directivos de Nike, que hicieron una oferta que les cambió la vida para siempre.
Que cambió todo.
Empecemos por el principio. Jordan amaba Adidas. Todo lo que usaba era de la marca de las tres tiras alemana.
MJ lo usaba en North Carolina, pero era por obligación.
Todos conocían su preferencia.
Adidas no tenía un calzado original para presentar y ofreció 100.000 dólares por año, lo mismo que le pagaba a Kareem Abdul-Jabbar. ¿Converse? Era más marketing que dinero.
Ofrecían sumarse a Julius Erving, Larry Bird y Magic Johnson, íconos del momento.
Un usuario me pidió, en respuesta al contenido de Phil Jackson, si podía explicar qué era la ofensiva triangular de Tex Winter. Lo primero es que surgió como una reacción a las Jordan Rules.
¿Qué fueron las Jordan Rules? Ajusten sus cinturones.
Es tiempo de despegar.
Michael Jordan ataca el aro. En el camino, recibe golpes. Joe Dumars, Bill Laimbeer, Isiah Thomas y Dennis Rodman se turnan. Chuck Daly, desde el banco, sonríe.
Bienvenidos a la estrategia defensiva más violenta de la historia de la NBA.
¿Qué fueron las Jordan Rules? El modelo que impuso Chuck Daly para detener a Jordan. Para controlar, como sea, la fuerza única de su naturaleza.
Los chicos malos de Detroit combinados contra el número 23 a base de juego físico (violento) y trash-talking.
Hoy faltan 45 días para el inicio de la nueva temporada NBA. Ese número, 45, fue el que usó Michael Jordan para su regreso a las canchas después de su primer retiro.
Ahora bien, ¿Por qué el 45?
Hay una única razón. Detrás de esa elección, se oculta la mayor tragedia de su vida.
5 de agosto de 1993. Un lujoso Lexus SC400 rojo, destrozado, descansa en un bosque cerca de Fayetteville, Carolina del Norte.
¿Qué tiene de extraño ese auto? Aún nadie lo sabe.
Sin embargo, se trata del comienzo del episodio más oscuro de la vida de MJ.
James Jordan, padre de Mike, fue reportado desaparecido tres semanas después de que la familia note su ausencia.
En una primera instancia, al no poder ponerse en contacto con él, fue la seguridad privada de Michael la que intentó en vano el contacto.
Esta es la historia de un líder diferente. De un conductor cuya hoja de ruta se distanció de lo clásico. Fue el laissez faire de la NBA. La mano invisible que ejerció directrices cediendo. Construyó poder delegando.
Bienvenidos al mágico mundo de Phil Jackson, el Maestro Zen.
La vida de Jackson son varias vidas juntas. Hijo de dos predicadores evangélicos fundamentalistas, que hicieron un juramento de pobreza, creció en Williston, Dakota del Norte.
Por supuesto, conocemos su faceta de entrenador, pero también tuvo una muy importante como jugador.
De Williston con paso por Dakota del Norte. Llegó a la NBA y dejó huella en New York Knicks. Ganó dos títulos en la Gran Manzana (1970 y 1973) junto a leyendas como Walt Frazier, Willis Reed, Dave DeBusschere, Dick Barnett, Earl Monroe y Jerry Lucas.